Como una misionera usó sus talentos para predicar el evangelio 

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Dios bendijo a una misionera con un don extraordinario. A cambio, la hermana Nicholls nos bendijo con la capacidad de ver su don.

Si le preguntan a Amanda Nichols cuál es su material preferido para dibujar, la respuesta definitivamente no sería una tiza. Según Amanda, “la textura de la tiza es terrible, pero el resultado final vale la pena”

Cuando Nichols se encontraba estudiando en BYU-Hawwaii, esforzándose por convertirse en una animadora, ella decidió que el momento de servir una misión había llegado.

Cuando servía en Portland, Oregon, en el verano de 2017, tuve la oportunidad de ser compañera de la Hermana Nicholls. Sobre cómo comenzó a dibujar con tiza, Nicholls compartió:

“Comencé a hacer dibujos con tiza con una mujer joven en el barrio porque quería hacer un dibujo en la entrada del templo de Portland.

Después de varios cortes e insolación, supimos que teníamos una excelente manera de hablar con la gente y transmitir un mensaje de felicidad al mundo. Difundir ese mensaje sopesó la incomodidad temporal.”

Sin saber lo talentosa que era como artista, y como su nueva compañera, acepté intentar dibujar con tiza como una manera de contactar personas. Nunca imaginé lo que sucedería después.

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Un lienzo en blanco

Hubo una familia en el barrio que nos ofreció la entrada de su garaje como un lienzo en blanco para la obra. La única condición que nos dieron fue no dibujar a Jesús porque no querían tener que pasar con el auto sobre Su cara. Eso les parecía un poco sacrílego.

Con este entendimiento, creábamos cada semana un nuevo dibujo que representaba algún tema de las Escrituras. La hermana Nicholls me hacía sentir que había creado una obra de arte. En realidad, yo solo escribía las frases, ella hacía todo lo demás.

Entre sus dibujos más populares estaban el Templo de Portland, los Profetas Pasados y Presentes, el Capitán Moroni y Ammón.

¿Trabajo efectivo o desperdicio del tiempo del Señor?

Muchos nos preguntaban cuan efectivos eran nuestros métodos. Incluso hubo momentos donde se nos acusó de desperdiciar el tiempo del Señor, sin embargo confiaba en que el Señor había impulsado a mi compañera a hacer esto, por lo que seguimos con ello.

En un área donde previamente habíamos visto muy poco éxito, descubrimos que contactábamos personas de manera más efectiva cuando habíamos estos dibujos.

Estos dibujos cubrían aceras enteras, por lo que no eran poca cosa. Debido a que los dibujos eran tan grandes y llamaban la atención, muchas personas nos preguntaban qué estábamos haciendo. Esto nos daba la oportunidad de compartir el evangelio. Incluso invitábamos a los jóvenes de nuestro barrio a invitar a sus amigos y dibujar con nosotros.

Antes de empezar cualquier dibujo, estudiábamos las escrituras que respaldaban nuestras creaciones. Compartíamos lo estudiado con cualquiera que nos hiciera preguntas. Era como prepararse para una lección cada día a pesar de que no teníamos citas para enseñar en ese momento.

Debido a que esta amable familia se ofreció a dejarnos usar semanalmente la entrada de su garaje, nuestro lienzo se mantenía intacto y los vecinos, que en el pasado habían sido muy cerrados, comenzaron a ser más abiertos con nosotras. 

La gente se detenía y tomaba fotos; incluso los paraderos del bús escolar cambiaron para que los estudiantes pudieran ver los elaborados diseños.

Más y más dibujos

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Más tarde ampliamos nuestras ubicaciones de dibujo para incluir las entradas de garaje de otros miembros, las veredas de parques locales y las aceras de los principales vecindarios de la zona.

Básicamente llenamos toda nuestra área con dibujos a base de tiza. Las personas nos detenían en la calle mientras caminábamos y nos agradecían por compartir algo tan hermoso y estimulante.

Los dones de dios

 

Nicholls es humilde y sencilla con su arte y eso es parte de lo que lo hace tan hermoso. Dios bendijo a la hermana Nicholls con un don extraordinario. A cambio, Nicholls nos bendijo con la capacidad de ver su don.

Ella me demostró exactamente lo que significaba dejar que nuestra luz brille. Después de nuestro compañerismo, me prometí a mí misma que haría todo lo posible por usar mis talentos para compartir el evangelio, tal como ella usó el suyo.

Y tú, ¿cómo usas tus talentos para compartir lo que crees?

Este artículo fue escrito originalmente por Zoë Holyoak y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “How One Missionary Let Her Chalk Do the Talking

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