Houston, Texas – Después de un grandioso esfuerzo que incluyó a más de 200 personas y 1000 horas de trabajo además de extenderse durante casi un año, las Mujeres Jóvenes de la Estaca Spring, Texas, disfrutaron los frutos de su trabajo de una manera conmovedora y significativa.
El enfoque de su proyecto de servicio comunitario fue hacer pelucas de hilo para los pacientes pediátricos con cáncer de Texas Children’s Hospital, el centro pediátrico de cáncer más grande de los Estados Unidos. Las pelucas no solo son coloridas y divertidas, sino que también tienen un propósito funcional. Como resultado de la radiación y la quimioterapia, los pacientes pediátricos con cáncer casi siempre experimentar la pérdida de cabello.
Por ese motivo, el 02 de enero, un grupo de mujeres jóvenes y sus líderes fueron a visitar a los pacientes pediátricos con cáncer y sus familias al hospital de Houston, Texas, y les proporcionaron pelucas de hilo.
Kim Johnson, la líder de las mujeres jóvenes a cargo de este esfuerzo, señaló que el proyecto comenzó en enero de 2018. “Quería que [las mujeres jóvenes] pensaran más allá de sí mismas y se dieran cuenta de que tienen el poder de conmover una vida sin importar su edad. Además, quería que vivieran la experiencia de establecer el tiempo y el esfuerzo para obtener los frutos de su trabajo”, dijo.
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Ellen Bennett, del Departamento de Relaciones de Caridad de Texas Children’s Hospital, estuvo de acuerdo con que los grupos de servicio como este eran de gran ayuda para los pacientes y sus familias.
“Significa mucho para ellos saber que alguien piensa en ellos… y hace algo por ellos y hace que su día sea un poco más sencillo. Realmente, valoramos mucho que alguien piense en nosotros y nos ayude.”
Hallie Fielding, una líder adulta de las mujeres jóvenes dijo, “Incluso, durante el campamento de las jóvenes en la primavera del año pasado, tuvimos 140 jóvenes y de 20 a 30 líderes que estuvieron trabajando en este proyecto. Es importante divertirse en el campamento, pero también es importante hacer algo significativo.”
Al seguir el ejemplo de un proyecto similar, se asignaron varias responsabilidades. Aproximadamente, 15 personas que tenían experiencia en el tejido a crochet hicieron los gorros antes de tiempo. “Una hermana mayor del Barrio Imperial Oaks tejió a crochet todas las coronas de la parte superior de las pelucas”, dijo Fielding. “Ella es extraordinaria.”
A pesar de su difícil condición médica, muchos pacientes continúan encontrando alegría y aspiraciones. Ella Garner, de 10 años de edad, tiene la intención de participar de una guerra de bolas de nieve pronto. Debido a que su familia vive en Pearland, Texas, ese es un objetivo incluso más ambicioso de lo que parece.
Cuando le preguntaron a Ella qué pensaba de su peluca de hilo, respondió, “Me encanta, me hacer recordar los copos de nieve.”
Su madre, Shauna Garner, dijo que Ella ya había estado en el hospital 40 días antes de esta serie de tratamientos. “Como padre, te sientes abrumado por muchas cosas del día a día. Cuando hay personas que están dispuestas a ofrecer su tiempo de forma voluntaria de diferentes maneras al crear esto, no es una tarea sencilla. Ver su espíritu elevarse y ver la sonrisa en su rostro, trae mucha felicidad a tu corazón. Eso es lo que esperas porque curarse se trata de mucho más que medicina. En los próximos días, cuando entre a su siguiente serie de quimioterapias, este recuerdo hará que las siguientes horas y días sean un poco más fáciles y, por eso, estamos agradecidas”, dijo.
Megan Turner dijo que, aunque su hija Kinsley necesita asistir a las citas para recibir tratamiento, es comprensible que sea difícil para ella. Pero, esta vez, cuando vio a las mujeres jóvenes que traían sus regalos de pelucas de hilo, dejó de llorar. “Está muy feliz y sigue sonriendo”, dijo Turner. “Muchas gracias.”
Cuando le preguntaron cómo se sentía al ver a estos niños con cáncer recibir las pelucas de hilo, Savanah Morris de la Estaca Spring, Texas, dijo, “Te hace sentir muy agradecido de que puedes servir a estas personas… te hace sentir feliz porque iluminas su día.”
Rachel John de las mujeres jóvenes resaltó que a pesar de que fue un proyecto largo, “valió 100% la pena, y lo volvería a hacer. No solo les dio alegría a los niños y a sus familias, sino que también hizo que las mujeres jóvenes, que sirvieron, se unieran más.”
Anette Pinto agregó, “Estamos sirviendo como lo hizo Jesucristo. Es el amor puro de Cristo y nos sentimos muy bien. Es un sentimiento reconfortante, podemos servir como lo hizo Él.”
Artículo originalmente escrito por Kelly Foss y publicado en thechurchnews.com con el título “’More than just medicine’: How this yearlong Young Women’s project brought hope to kids with cancer.”