Pregunta
¿Es apropiado que un miembro del obispado pida a los padres que saquen a sus hijos mientras se reparte la Santa Cena?
Respuesta
Recordatorios amables o intervenciones discretas pueden ser más efectivos sin causar incomodidad a la familia. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Los líderes de la Iglesia, especialmente los obispos, tienen la responsabilidad de mantener la reverencia en la reunión sacramental. La Santa Cena es un momento de reflexión sobre la expiación de Cristo y requiere un ambiente de paz y recogimiento. Todos los asistentes deben esforzarse por preservar esta reverencia durante la ordenanza.
Cuando los niños generan interrupciones, el obispo debe decidir cómo manejar la situación. En algunos casos, podría pedir a los padres que retiren a sus hijos para restaurar el orden, pero también debe equilibrar la disciplina con la compasión. En lugar de una interrupción abrupta, recordatorios amables o intervenciones discretas pueden ser más efectivos sin causar incomodidad a la familia.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una comunidad familiar y acogedora. Los niños forman parte esencial de la congregación, aun cuando aún no han sido bautizados. Su presencia aporta vitalidad y ayuda a recordar la importancia de nutrir la fe desde la infancia. Sin embargo, también puede ser un desafío mantener un ambiente de adoración adecuado.
El obispo debe encontrar un equilibrio durante la Santa Cena.Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El dilema de los niños ruidosos en la reunión sacramental gira en torno a dos valores importantes: inclusión y reverencia. Pedir a los padres que saquen a sus hijos puede restaurar la paz en el momento, pero también puede hacer que las familias se sientan rechazadas. Por otro lado, permitir interrupciones constantes puede afectar la experiencia de otros miembros. El obispo debe encontrar un equilibrio entre ambos aspectos.
Jesucristo enseñó:
“Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis” (Marcos 10:14).
Este principio subraya la importancia de incluir a los niños en la adoración. Ayudarles a participar con reverencia fortalece su aprendizaje y crecimiento espiritual.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Para manejar mejor el comportamiento infantil en la reunión sacramental, tanto los padres como los líderes pueden aplicar estrategias que fomenten la reverencia sin excluir a los niños:
- Preparación y enseñanza: Los padres pueden hablar con sus hijos antes de la reunión sobre la importancia de la reverencia, estableciendo expectativas claras. Explicar el significado de la Santa Cena ayuda a los niños a comprender su importancia.
- Actividades silenciosas: Proveer libros para colorear, hojas de actividades o juguetes sin ruido puede ayudar a los niños a mantenerse ocupados sin distraer a los demás. Algunas familias usan materiales relacionados con la Santa Cena para reforzar el aprendizaje.
- Refuerzo positivo: Elogiar o premiar el buen comportamiento puede motivar a los niños a actuar con respeto. Pequeños incentivos pueden ser útiles para fomentar la reverencia.
- Apoyo del liderazgo: Los obispos pueden establecer áreas designadas para familias con niños pequeños, proporcionar recursos para los padres y fomentar un ambiente donde las familias se sientan apoyadas en lugar de juzgadas.
- Comunidad solidaria: Los miembros de la congregación pueden ayudar mostrando paciencia, empatía y ofreciendo apoyo a los padres con niños pequeños en la reunión.
Coordinar esfuerzos con los líderes asegura que las estrategias sean consistentes con los principios y valores del evangelio. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Mantener la reverencia en la reunión sacramental es una responsabilidad compartida. Los miembros pueden dar el ejemplo, mostrando paciencia con los niños y apoyando a las familias en su esfuerzo por crear un ambiente de adoración. Promover la comprensión y el respeto dentro de la congregación refuerza la unidad y el propósito espiritual de la reunión.
Además, la Iglesia puede ofrecer recursos educativos o talleres para ayudar a los padres a manejar el comportamiento infantil en reuniones de adoración. Coordinar esfuerzos con los líderes asegura que las estrategias sean consistentes con los principios y valores del evangelio.
En conclusión, aunque mantener la reverencia en la reunión sacramental es fundamental, también lo es fomentar la inclusión de las familias y niños. Con estrategias adecuadas y un ambiente de apoyo, es posible lograr un equilibrio entre la reverencia y la participación de todos los miembros de la congregación.
Fuente: Ask Gramps
