“Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios; sí, el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejecutar su obra” (Alma 34: 32).
“(…) Si no mejoramos nuestro tiempo durante esta vida, entonces viene la noche de tinieblas en la cual no se puede hacer obra alguna” (Alma 34: 33).
En estos pasajes, Alma nos advierte firmemente sobre el tiempo que tenemos en esta vida. Muchas veces, hemos vivido o seguimos viviendo, erróneamente, como si no fuéramos a rendir cuentas de lo que hacemos aquí. Así que, recordemos la escritura de 2 Nefi 28: 7-9, que dice:
Sí, y habrá muchos que dirán: Comed, bebed y divertíos, porque mañana moriremos; y nos irá bien.
Y también habrá muchos que dirán: Comed, bebed y divertíos; no obstante, temed a Dios, pues él justificará la comisión de unos cuantos pecados; sí, mentid un poco, aprovechaos de alguno por causa de sus palabras, tended trampa a vuestro prójimo; en esto no hay mal; y haced todas estas cosas, porque mañana moriremos; y si es que somos culpables, Dios nos dará algunos azotes, y al fin nos salvaremos en el reino de Dios.
Sí, y habrá muchos que de esta manera enseñarán falsas, vanas e insensatas doctrinas; y se engreirán en sus corazones, y tratarán afanosamente de ocultar sus designios del Señor, y sus obras se harán en las tinieblas.
¿Será que estamos viviendo esas doctrinas falsas? O, ¿estamos conscientes de que nuestro tiempo aquí es valioso y se debe utilizar correctamente?
Cuando decimos “desperdiciar el tiempo”, lo relacionamos directamente con la expresión “desperdiciar la vida” literalmente.
A continuación, me gustaría sugerir algunas reflexiones que nos pueden ayudar a identificar si estamos desperdiciando nuestra vida.
1. Pregúntate: ¿Podría haber sido mejor?
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Esta pregunta ya nos la hemos hecho en cierto momento. Pensamos que podríamos haber hecho las cosas de una mejor manera. Sin embargo, el problema está en lo que sucede después de haber reflexionado. Si después de haber reflexionado profundamente, sientes que a pesar de todo, podrías haber sido mejor, hay algo que debes analizar.
Por otro lado, si después de un análisis riguroso, sientes que hiciste lo mejor que pudiste, aunque no hayas tenido el éxito que esperabas, estás en el camino correcto. Entonces, ¿crees que podría haber sido mejor o diste lo mejor de ti con los recursos que tenías?
2. ¿El tiempo que pasas en línea es realmente necesario?
¡Ah… las redes sociales! Roban nuestro tiempo, matan nuestros sueños y nos atrapan fácilmente, si no somos cautelosos. ¿El tiempo que pasas en línea es realmente necesario?
Muchos trabajamos por Internet. Los correos electrónicos y mensajes de WhatsApp son una parte fundamental de nuestro día a día en el trabajo. Pero, atrévete a preguntarte si todo el tiempo que pasas en línea es realmente necesario. Si tu respuesta es no, reduce el tiempo que pasas en línea de inmediato y comienza a disfrutar de la vida desconectado.
3. ¿Te enfocas en lo que realmente importa?
¿A qué le has prestado atención últimamente? ¿Es la nueva serie de Netflix? ¿Es alguna película en estreno? ¿Es un auto? ¿Es una moto? ¿Es un viaje? ¿Un ascenso? ¿Tu familia? ¿Tu matrimonio? ¿Tus hijos? ¿Tu salud?
Muchas veces, desperdiciamos nuestra vida en aquello que no debería ser nuestra mayor prioridad. Pregúntate: ¿me enfoco en lo que realmente importa?
4. El tiempo es corto
Esa es una gran verdad: El tiempo es corto. Errónea y desafortunadamente, creemos que tendremos mucho tiempo. Sin embargo, la verdad es otra muy distinta: el tiempo es corto. Necesitamos ser precavidos. Necesitamos enfocar nuestros pensamientos y acciones en lo que realmente importa y dejar de lado las cosas triviales.
En conclusión…
La verdad es que sabemos muy bien cuándo estamos desperdiciando nuestra vida, cuando no estamos aprovechando bien nuestro tiempo. Podemos y debemos volver a calcular la ruta y cambiar de dirección ahora.
El Padre Celestial siempre está y estará a nuestro lado para ayudarnos a hacer los cambios necesarios.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Inaê Leandro y fue publicado en maisfe.org con el título “Como parar de desperdiçar a sua vida”.
