En la revista Liahona, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, un obispo, Ryan J. Wessel, compartió lo que lo ayudó a comprender y confortar a los miembros LGBT de su barrio y sus familias.
Él compartió que cada padre y madre ama a sus hijos y querían saber cómo ayudarlos a sentir que pertenecen al barrio y a la Iglesia del Señor.
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El obispo Wessel expresó:
“Rápidamente me di cuenta de que para ser un obispo más eficaz, necesitaba estar dispuesto a tratar de comprender las experiencias de los miembros que se identifican como LGBT y sus familias”.
Sus ojos se abrieron a la necesidad de unidad y comprensión, y aprendió algunas lecciones que lo ayudaron a establecer un tono más inclusivo con respecto a todos los hermanos y hermanas LGBT.
Él comparte lo que aprendió y que espera que algunas de estas ideas puedan ayudar a los obispos de las diferentes unidades de la Iglesia en el mundo.
Lección 1: Seguir a los apóstoles vivientes
Fuente: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El obispo Wessel compartió que es una bendición que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sea guiada por apóstoles y profetas vivientes.
“Para mí, la palabra viviente implica que tenemos una guía en nuestro tiempo sobre cómo el evangelio se aplica a las necesidades de nuestro tiempo.
Por lo tanto, si confiamos solo en el lenguaje del pasado, podemos perdernos la hermosa e importante guía que el Señor nos brinda mediante nuestros profetas actuales”.
Ël compartió que para animar a su barrio a estudiar las últimas enseñanzas apostólicas sobre la atracción hacia personas del mismo sexo, deben dedicar una de las lecciones del quinto domingo para analizar cómo podemos seguir mejor las pautas que la Iglesia brinda e incluir a todos.
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Los recursos que lo ayudaron se encuentran en el mismo sitio web de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Atracción por personas del mismo sexo
Una de las declaraciones que llamó su atención fue compartida por e élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“La diversidad que ahora hay en la Iglesia puede ser solo el comienzo, francamente. Veremos más y más diversidad…
Las personas brindan diferentes dones y perspectivas, la amplia gama de experiencias, orígenes y desafíos que enfrentan nos mostrarán lo que en verdad es esencial en el evangelio de Cristo.
Y gran parte del resto, que tal vez se haya adquirido con el tiempo y sea más cultural que doctrinal, puede desaparecer, y podremos aprender realmente a ser discípulos”.
Lección 2: Elegir la fe antes que el temor
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El obispo Wessel comprende que es un tema que para muchos puede ser desconocido y que eso puede causar temor, sin embargo, a pesar de la incertidumbre, uno puede abordar estos temas con el consejo de un padre amoroso y preocupado por el bienestar de sus hijos.
Los miembros LGBT buscan ayuda, consúelo, guía y apoyo, no buscan ser juzgados ni expuestos ni castigados. Es por algo que ellos confían en sus líderes, especialmente sus obispos.
Algunos pueden sentir que no saben lo que podrían decirles a los miembros LGBT, pero el obispo Wessel recordó que debemos tratar a todos con amor.
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“Un día, mientras contemplaba mis miedos, mi mente se centró en estudiar las Escrituras que mencionaban el temor.
Sentí paz cuando leí: “El amor perfecto desecha todo temor” (Moroni 8:16), y “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”(1 Juan 4:18).
Esas verdades me ayudaron a recordar que si actuaba con amor sincero, podía tener la confianza de recibir la guía y la ayuda del Señor”.
Él puede testificar de esto, fue lo suficientemente humilde como para seguir las impresiones del Espíritu Santo, aun cuando se sentía inadecuado para la tarea. Él confió en que el Señor lo guiaría.
Lección 3: Para líderes: Emplear prácticas sencillas
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Para esta lección, es importante actuar y buscar información con respecto a este tema a fin de ser una influencia positiva y entablar comunidad entre los miembros.
Él compartió las siguiente sugerencias, las cuales pueden ser ajustadas de acuerdo a las impresiones que reciba cada líder y las necesidades de su barrio:
1. Conversa con personas que estén familiarizadas con los temas LGBT para que te ayuden a conocer y comprender sus perspectivas.
2. Comparte humildemente tu testimonio y no tengas miedo de preguntar cosas que no comprendas del todo.
3. No tengas miedo de disculparte si has dicho o hecho algo que es hiriente, incluso si no fue tu intención.
4. Si un amigo o miembro del barrio hace comentarios desatinados o hirientes sobre personas LGBT, considera la mejor manera de responder ante esto.
5. Procura que tu lenguaje hacia todos los hijos de Dios esté en armonía con tus convenios y tu llamamiento, sin importar con quién estés hablando.
6. Recuerda que lo que alguien siente y cómo elige responder a esos sentimientos no es lo mismo.
7. Ten cuidado de limitar las oportunidades de los miembros para contribuir con el barrio si se identifican como homosexuales o transgénero.
Un proceso de amor y respeto
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Lo cierto es que, a pesar de nuestras diferencias, todos somos hijos importantes y amados de nuestro Padre Celestial. Si ahora no te sientes preparado, tranquilo, todos podemos aprender en el camino.
El obispo Wessel expresó:
“Cada uno de nuestros hermanos y hermanas tiene una contribución hermosa y única para el evangelio de Jesucristo, nuestras comunidades y nuestras vidas.
Independientemente de nuestra función en el barrio, es nuestra bendición, responsabilidad y privilegio desarrollar una comunidad más unificada al tratar de amar, comprender y apoyar mejor a cada uno de nuestros hermanos y hermanas espirituales”.
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