Si hablamos de países con una fuerte presencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, muchos pensarían de inmediato en Estados Unidos o México.
Pero la verdad es que el lugar con mayor porcentaje de miembros en el mundo está mucho más lejos, en medio del Pacífico Sur. Allí, entre playas cristalinas y aldeas llenas de canto, una nación entera vive y respira el evangelio todos los días.
Un pequeño punto en el mapa, una gran fe

Si miramos un mapa, Tonga puede parecer solo una pequeña isla en el Pacífico Sur. Pero para quienes conocen el poder de la fe, es mucho más que eso.
En proporción a su población, Tonga es el país más “mormón” del mundo, con más del 63% de sus habitantes pertenecientes a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Eso significa que en esta nación de poco más de 100 mil personas, el evangelio restaurado forma parte de la vida diaria, la cultura y las tradiciones. Las capillas se llenan, los himnos se escuchan en las calles y las familias viven con un fuerte sentido de comunidad y servicio.
La fe que define una nación

El evangelio llegó a Tonga hace más de un siglo, y desde entonces ha echado raíces profundas. Lo que empezó como un pequeño grupo de conversos hoy es una sociedad donde el discipulado de Cristo es parte de la identidad nacional.
Allí, el bautismo, la obra misional y el servicio en la Iglesia no son la excepción, sino la norma. Los jóvenes crecen soñando con servir misiones, las familias oran juntas, y el templo es el corazón espiritual del país.
La fe no se vive a medias. En Tonga, el evangelio no solo se predica, se respira.
Más que estadísticas

Detrás de los números lo más importante son las vidas transformadas por el mensaje de Jesucristo. Tonga no es el único país donde la Iglesia ha crecido notablemente.
Otras naciones del Pacífico también muestran un fuerte compromiso con el evangelio: Samoa (42%), Kiribati (17%), las Islas Marshall (12%) y Polinesia Francesa (10%).
En Latinoamérica, Chile, Uruguay, Perú, Honduras y Bolivia destacan con comunidades de Santos cada vez más activas y consolidadas. Aunque sus porcentajes no sean tan altos, su influencia espiritual es profunda. La verdadera fuerza del evangelio no se mide en cifras, sino en la fe de las personas.
Una luz que se expande

El crecimiento de la Iglesia en lugares tan lejanos entre sí nos recuerda una promesa del Salvador:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo” – Mateo 24:14.
El evangelio no tiene fronteras. Lo que une a los santos en Tonga, Perú o México no es la geografía, sino el mismo testimonio de Jesucristo y el deseo de seguirlo. En cada rincón del planeta, hay alguien leyendo el Libro de Mormón, sirviendo a un prójimo o participando de la Santa Cena.
Ser parte de una Iglesia global significa formar parte de una gran familia espiritual, una que trasciende idioma, color o nacionalidad. En Tonga eso se vive con especial intensidad, pero ese mismo espíritu puede sentirse en cualquier rama o barrio del mundo.
El evangelio nos enseña que no importa dónde estemos, siempre podemos ser una luz para los demás. La fe que guía a los santos tonganos también puede guiarnos a nosotros: con humildad, servicio y amor por el Salvador.
En un mundo cada vez más dividido, el ejemplo de Tonga nos recuerda que cuando Cristo está en el centro, todo un pueblo puede reflejar Su luz.
Fuente: Church News




A quien corresponda.
Agradecería mucho si dejaran de usar la palabra mormón, en sus publicaciones, todos deberíamos hacer equipo para que se dejara de usar ese seudónimo.
Hola Jahaziel, gracias por tu sugerencia. Estamos de acuerdo en que es importante referirse a la Iglesia y a sus miembros por su nombre completo: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Me encanto ricibir tantas informaciones
Creo en cada converso hay una historia de nuestros inicios en la iglesia….la mía comienza en 1987.conociendo a los misioneros..hoy al 2025.tenemos en la familia muchos. Misioneros retornado,uno en la misión,varios matrimonios en el templo,y vamos creciendo con nuestra fé, gracias a qué un día decidimos aceptar qué el evangelio de Jesucristo prevalezca en nuestras vidas.
estoy feliz de recibir tantas informaciones,
La iglesia es de Jesucristo
Así es, Endys. Testimonio simple y poderoso
Tengo 20 años en la iglesia de Jesucristo y mi familia casi todas somos bautizados y mi papá y mi madre son sellados en el templo y yo soy sellada a ellos. Para mí es una gran bendición.
Qué bendición, Endys. Gracias por compartir tu historia y tu fe.