Las relaciones son complicadas, y encontrar la pareja adecuada es una travesía que involucra una mezcla única de factores.
Más allá de los sentimientos iniciales y la atracción física, la verdadera compatibilidad en una relación se forja en la base de los intereses, las visiones y los valores compartidos.
A continuación, analizaremos cómo, junto al evangelio, la química y la compatibilidad se entrelazan para formar un amor duradero.
Tres factores importantes
En una relación sólida, la compatibilidad va más allá de la superficie de la atracción física.
La compatibilidad se manifiesta en tres dimensiones clave:
1. Fe y creencias
La conexión espiritual en una pareja puede servir como un faro que guía en las decisiones y acciones que tomen. Imagen: Canva
La fe y las creencias religiosas son un componente esencial de la compatibilidad en una relación.
Compartir una fe o creencias similares puede fortalecer la conexión espiritual entre dos personas y puede servir como un faro que guía a la pareja en las decisiones y acciones que tomen para un futuro.
Pues, tal como le dijo el élder Robert D. Hales a su amada esposa Mary:
“Tú me elevas y yo te elevaré a ti, y así ascenderemos juntos”.
2. Intereses y valores
Intereses y valores similares se convertirán en ayudas idóneas. Imagen: Canva
Los intereses y valores compartidos son las bases fundamentales de una relación duradera.
Cuando una pareja comparte intereses comunes, encuentran felicidad y gozo en actividades compartidas, lo que refuerza su vínculo.
Los valores compartidos, como la honestidad, la empatía y la compasión, fomentan un ambiente de respeto y armonía en la relación.
Así, la hermana Linda K. Burton enseñó lo importante que es compartir los valores y ser una ayuda idónea en una relación:
“La frase ayuda idónea significa “una ayuda adecuada, digna de él o semejante a él. Nuestras manos no son iguales, en realidad son lo opuesto, pero se complementan y son apropiadas la una para la otra. Al trabajar juntas son más fuertes”.
3. Visión y metas de vida
Una relación es más compatible cuando tienen una misma meta y una misma visión. Imagen: Pinterest
La visión y las metas de vida son como un mapa que guía a la pareja en su viaje durante la relación. Esta visión se puede representar en el deseo de algo eterno y celestial.
La compatibilidad se manifiesta cuando ambos comparten una visión de futuro y están dispuestos a trabajar juntos para lograr sus metas.
Esto crea un sentido de propósito y dirección en la relación, lo que es esencial para mantenerla a lo largo del tiempo.
Compatibilidad, el compromiso de amar y cambiar
El amor es el acto de devoción y entrega desinteresada. Imagen: Canva
La verdadera compatibilidad no se trata solo de encontrar a alguien que sea igual a nosotros, sino de encontrar a alguien que esté dispuesto a cambiar y crecer juntos por amor.
El amor es el acto de devoción y entrega desinteresada, y la compatibilidad se convierte en un vehículo para manifestar ese amor.
Para ello, la hermana Burton también enseñó:
“La naturaleza masculina y femenina de los espíritus es tal que se complementan el uno al otro. No compiten el uno con el otro. Estamos aquí para ayudarnos, elevarnos y regocijarnos el uno con el otro al tratar de ser mejores”.
La adaptabilidad en una relación es esencial, ya que ambas partes deben estar dispuestas a ceder y cambiar en ciertos aspectos para adaptarse al otro.
Esto no significa renunciar a su identidad, sino estar dispuesto a crecer juntos, aprender del otro y superar obstáculos juntos.
Química y compatibilidad, dos caras de una sola moneda
La compatibilidad crece y se fortalece con cada experiencia compartida. Imagen: Canva
La química es lo que a menudo nos atrae hacia alguien en una primera interacción; es la chispa que enciende el fuego de una relación.
Sin embargo, la química sola no puede mantener una relación a largo plazo; es la compatibilidad la que se convierte en el combustible que alimenta el amor a lo largo de los años.
A medida que el tiempo avanza, la intensidad de la química puede disminuir, pero la compatibilidad crece y se fortalece con cada experiencia compartida.
Se convierte en una amistad sólida, un apoyo emocional mutuo, una fuente de protección y seguridad, y una base de respeto y confianza que sostiene un matrimonio feliz.
El matrimonio, la cúspide de la compatibilidad
No hay compromiso más importante en el tiempo ni en la eternidad que el matrimonio. Imagen: Canva
El matrimonio es el resultado final de una relación que ha sido forjada a través de la compatibilidad y la química.
Aquí es donde todas las dimensiones de compatibilidad se fusionan para formar una unión espiritual y emocional sólida.
El matrimonio no solo es una celebración del amor, sino también un compromiso de trabajar juntos para alcanzar las metas y visiones compartidas. El presidente Eyring compartió qué tipo de compromiso es el matrimonio:
“No hay compromiso más importante en el tiempo ni en la eternidad que el matrimonio”.
El peligro de la química excesiva
Una relación exitosa requiere una combinación equilibrada de química y compatibilidad. Imagen: Canva
Es importante destacar que una “sobreabundancia” de química, como la intimidad física, los besos apasionados, las conversaciones eróticas y los tocamientos indebidos en el noviazgo, a veces puede nublar la capacidad de las parejas para identificar la compatibilidad real.
El deseo físico puede eclipsar otros aspectos esenciales de una relación, lo que a menudo resulta en matrimonios fallidos.
“Y procura también refrenar todas tus pasiones para que estés lleno de amor”. (Alma 38:12)
Una relación exitosa requiere una combinación equilibrada de química y compatibilidad. Encontrar el balance entre estas dos facetas es el camino hacia un amor verdadero y significativo.
Fuente: Dr. Ricky Marroquín
