Cómo perdonar a alguien que te ha lastimado y traicionado

perdonar

Me cuesta perdonar a mi esposo después de que me traicionó de una de las maneras más  dolorosas: el adulterio. Su adulterio fue a través de la pornografía y la masturbación.

Me imagino cuánto mayor sería mi dolor si él me hubiera sido físicamente infiel. Pero aún así, no encuentro consuelo y me pregunto, ¿cómo puedo perdonar a alguien cuando me ha lastimado, traicionado de una manera tan grande?

Sé que para seguir adelante con nuestro matrimonio, él debe arrepentirse y que debo perdonar, pero estoy muy herida, ¿qué puedo hacer?

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Respuesta

Lloro contigo por el desafío que atraviesas en esta terrible prueba. Tienes que saber que no estás sola. 

El uso de la pornografía se ha normalizado en los medios durante décadas y se está propagando en la cultura cristiana.

Según una encuesta de 2014 del Grupo Barna, “el 39% de los hombres cristianos y el 13% de las mujeres cristianas dicen que creen que su uso de la pornografía es ‘excesivo’”, y “el 21% de los hombres cristianos… creen que podrían ser adictos a la pornografía o que no están seguros de si lo son”.

Lastimosamente, no eres la única que pasa por este problema. Otras mujeres han caminado con sus esposos por ese valle solitario, sintiéndose divididas entre su fe y su cónyuge. Kilee es una de esas mujeres.

Encontré la historia de Kilee en el sitio del Programa de Recuperación de Adicciones de la Iglesia para cónyuges y familiares. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no solo tiene un programa de apoyo para las personas que intentan superar sus adicciones, sino que también tiene uno para los cónyuges.

Si aún no lo has hecho, entra a la página de la Iglesia y accede a los recursos que se adecúen más a ti y a tu familia. Y si no lo has hecho, busca un grupo de ayuda para cónyuges cerca del area de donde vives. 

Conocerás a personas que están pasando por lo mismo que tú, que ya hayan pasado lo mismo que tú. Y, con el tiempo, podrás ser un consuelo y guía para otras hermanas que se sienten emocional y espiritualmente solas.

El dolor que sientes ahora, aunque es comprensible, hace que perdonar y sanar sea tremendamente difícil. Jesucristo, gracias a Su expiación, puede sanarte. Espero que encuentres la paz que tanto necesitas. 

Mencionaste que tu esposo cometió adulterio a través de la pornografía y la masturbación. Si bien ambos son pecados sexuales, no son lo mismo. Jesús enseñó que el hombre que mira “a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. (3 Nefi 12: 27-28, énfasis agregado).

mujer

Su corazón está en el lugar equivocado (y por lo tanto requiere arrepentimiento), pero todavía no ha cometido adulterio, a menos que haya habido otra mujer involucrada sexualmente.

Si usáramos el mismo estándar para juzgar a otros (que el pensamiento, la vista o los sentimiento son lo mismo), entonces la ira que sientes hacia tu esposo te haría culpable de asesinato (3 Nefi 12: 21-22).

Sé que esta situación ha causado mucho dolor en ti, sin embargo el perdón te brindará la paz y sanación que vienen a través de la expiación de Jesucristo. 

Este artículo fue escrito y publicado originalmente por askgramps.org bajo el título “How do you forgive someone when they have hurt you, betrayed you, so intimately and deeply?

Comentarios
El día de ayer leí Jacob 2: 32-35 .Donde el Señor nos indica que no permitirá que el clamor de nosotras ascienda contra los varones de mi pueblo y que no permitirá que nos lleven cautivas a cusa de nuestra ternura y recuerda a los varones como han quebrantado el corazón de sus esposas y han perdido la confianza de sus hijos por los malos ejemplos que les han dado y que Dios tiene en cuenta los sollozos de nosotras. Debo lamentar lo que considero una respuesta desafortunada al dolor de esta hermana. El cual trata de minimizar su dolor con un apunte doctrinal a lugar. La adicción a la pornografía no es algo menor. Tal vez la respuesta no tiene en cuenta el miedo de que alguien muy sucio te toque en la noche, o de lo violento que es un hombre que cae en esta adicción, o de como explicarle a tus hijos por que hay cosas impuras en el celular de papi, o por que en casa ya no reina el espíritu Santo y es reemplazado por dolor, peleas, desanimo, desconfianza y como la economía de tu casa se ve afectada. No tiene en cuenta que el poder del sacerdocio ya no fluye de tu esposo sin nombrar a todas estas pobres mujeres que tienen que hacer ese terrible trabajo muchas de las cuales son esclavas sexuales dando ganancia a una gigantesca empresa, y por que no mencionar que muchas son menores de edad. O tal vez su respuesta no tiene en cuenta la baja autoestima y la depresión, cuando tu matrimonio que fue concebido como algo puro y bello es manchado por la pornografía que no solo es un tema de castidad, es como un cáncer que va filtrando muchos aspectos de tu familia hasta hacerla caer. Si los hombres fueran conscientes que la pornografía los llevará del pedestal más alto a la miseria, tal cual como cayó el rey David, si pudieran ver el futuro y fueran conscientes de su propia destrucción, no dejarían entrar este mal a su casa. Yo traté de salvar mi matrimonio por más de 10 años, acudimos al programa de recuperación de adicciones, psicologos y muchas otras ayudas y vi como poco a poco el ser que amaba se destruía, el verdadero arrepentimiento nunca llegó. Yo le diría a esa hermana que el Señor conoce su corazón roto y tiene en cuenta tus lagrimas, que se puede perdonar, pero no por ello debes permanecer "cautiva" (jacob 2:33) en una adicción que no es tuya. La adicción sea cual fuere, es una adicción que le pertenece a tu esposo y no a ti. Muchas personas logran liberarse de las adicciones cuando hay un verdadero propósito de corazón, pero lamentablemente otras no lo logran. Aprendí a perdonar y a atesorar algo que fue muy hermoso, pero con mucho dolor y gracias a la expiación tuve que escoger mi libertad. Todavía sigo lidiando con las consecuencias de la adicción de mi esposo, pero ahora siento mucha compasión por las personas que siguen bajo la esclavitud de alguna adicción, sea por que ellos lo padecen o su cónyuge, por que enfrentan todos los días la vida con el corazón roto y se que son muy valientes en permanecer en la iglesia y dejar que Cristo sane sus heridas.
Cristina nieto figueroa

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