2 escrituras que cambiaron mi perspectiva de ser un soltero Santo de los Últimos Días

élder Uchtdorf

Por lo general, no piensas en las Escrituras como un manual de instrucciones cuando se trata de estar soltero. Sin embargo, algunos de los mejores consejos que he recibido sobre estar soltera y salir a citas provienen de Doctrina y Convenios.

La vida como un miembro soltero del Evangelio restaurado de Jesucristo puede ser desafiante.

A menudo, sientes como si estuvieras atrapado en lo desconocido. Es fácil sentir la falta de permanencia como una excusa válida para no echar raíces porque ¿quién sabe lo que la vida traerá la próxima semana, el próximo mes o el próximo año?

Estas dos escrituras me enseñaron el error en esa forma de pensar. Lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos como miembros solteros de la Iglesia es “florecer donde estemos plantados” mientras confiamos en el plan que el Señor tiene para nosotros. Esto nos proporciona una base sólida donde sea que terminemos.

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Florecer donde estemos plantados

Señor

Cuando los Santos comenzaron a llegar en Kirtland, Ohio, la rama Colesville acampó en la granja Leman Copley. En mayo de 1831, el Profeta José Smith recibió un consejo específico para este grupo de Santos.

“Y les consagro esta tierra por una corta temporada, hasta que yo, el Señor, disponga para ellos de otra manera, y les mande salir de aquí; y no les es señalada la hora ni el día; por tanto, establézcanse en esta tierra como si fueran a vivir en ella muchos años, y redundará en provecho de ellos” (DyC 51: 16 – 17).

Los Santos sabían que no estarían ahí permanentemente. En algún momento, seguirían su camino.  Simplemente no sabían cuándo. Sin embargo, sin importar cuánto durara su permanencia, el Señor les dio el mandamiento de que actuaran como si fueran a quedarse en esa tierra durante años.

¿Por qué el Señor les daría este consejo a pesar de que probablemente tendrían que irse pronto? ¿Por qué les dio el mandamiento de que construyeran su vida en ese lugar, aunque fuera temporal?

Señor

Quizá, Él tenía la intención de darles esperanza, cuando vives en una tienda de campaña en un campo fangoso en las afueras de la ciudad, cuando otros Santos que recién llegan viven en casas reales en el centro de Kirtland, es fácil desanimarse y sentirse insatisfecho con tu situación.

Probablemente, el consejo del Señor cambió su perspectiva de desánimo a una perspectiva de esperanza. Él estaba al tanto de ellos. Él sabía de su situación. Ellos sabían que Él proveería para ellos. Él tenía planes para la rama Colesville, que en ese entonces estaba hundida en un campo fangoso, más allá de lo que cualquiera de ellos podría imaginar. Sin embargo, por el momento, debían trabajar la tierra donde se encontraban y construir una vida para sí en su situación actual, pero temporal.

Estar soltero en una iglesia orientada a la familia, a veces, puede sentirse de esta manera. Es muy fácil desanimarse cuando comparamos lo que no tenemos con lo que otros tienen. Vemos al cónyuge, la familia, el hogar y la aparente permanencia de todo esto, y es fácil sentirse frustrado con lo que no tenemos.

Señor

Sin embargo, cuando “nos establecemos en esta tierra como si fuéramos a vivir en ella muchos años”, podemos cultivar una gran vida para nosotros mismos en nuestra situación actual.

Esencialmente, florecemos donde el Señor nos ha plantado. Dejamos de ver nuestra situación como “temporal” o “solo esperar que la vida comience” y ¡prosperamos donde estamos! Para algunos, esto puede ser una “corta temporada” como lo fue para la rama Colesville. Para otros, puede ser una temporada mucho más larga. Pero, cuando “nos establecemos en esta tierra como si fuéramos a vivir en ella muchos años”, podemos florecer en nuestro estado actual al aprovechar las oportunidades para crecer y expandirnos de nuevas formas.

A medida que cultivamos una gran vida para nosotros mismos y “nos establecemos en esta tierra como si fuéramos a vivir en ella muchos años”, crecemos en el Evangelio de una forma extraordinaria. Dejamos de “ver el reloj” ya que no tenemos tanta intención de medir nuestra vida a través de algún estándar arbitrario de eventos y florecemos donde el Señor nos planta. Comenzamos a centrarnos menos en lo que no tenemos y comenzamos a centrarnos más en las oportunidades que tenemos. Cuando actuamos según las oportunidades que el Señor nos ofrece, crecemos de maneras que nunca habríamos imaginado.

Haz tu parte y, luego, confía en el Señor

Señor

En marzo de 1839, cuando el Profeta José Smith estuvo preso en la Cárcel de Liberty, escribió una epístola muy conmovedora para la Iglesia. En Doctrina y Convenios 121, el profeta registra Su súplica al Señor con la finalidad de que tuviera misericordia de los Santos, que sufrieron todo tipo de humillaciones en Misuri: “Oh Dios, ¿en dónde estás? ¿Y dónde está el pabellón que cubre tu morada oculta?” El Señor responde en el versículo 7: “Hijo mío, paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento; y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos”.

Estos son algunos de los pasajes más hermosos en nuestras sagradas Escrituras, que dan testimonio de la tierna comunicación entre el Señor y Su profeta. Sin embargo, mi escritura favorita viene después en esa misma epístola. Mientras aún se encontraba en las deprimentes condiciones de la Cárcel de Liberty, José escribió estas palabras, que se encuentran en DyC 123: 17:

“Por tanto, muy queridos hermanos, hagamos con buen ánimo cuanta cosa esté a nuestro alcance; y entonces podremos permanecer tranquilos, con la más completa seguridad, para ver la salvación de Dios y que se revele su brazo”.

Me encanta este consejo porque indica una fórmula para el éxito: actitud, acción y confianza en el Señor.

Señor

Se aplica en todos los aspectos de la vida como Santo de los Últimos Días. Se aplica especialmente a los solteros que enfrentan muchas incógnitas. Ya sea si se trata de las citas, de encontrar a alguien con quien casarse o promover nuestra carrera y postular a escuelas de posgrado, esta fórmula puede aplicarse. Hacemos todo lo posible para lograr nuestras metas, pero también nos damos cuenta de que algunas cosas están fuera de nuestras manos. A veces, esa persona no quiere casarse con nosotros, o nuestra primera opción en las escuelas de posgrado no nos acepta. Pero, hacemos nuestro mejor esfuerzo y, luego, confiamos en que el Señor hará el resto.

También me gusta la inclusión de la palabra “con buen ánimo”. Este consejo se vuelve aún más conmovedor cuando consideramos las condiciones; Incluso, sabiendo de las increíbles dificultades que se les pidió resistir a los Santos; Incluso, estando en la Cárcel de Liberty durante meses, José todavía alentó a los Santos a tener buen ánimo. Sabía que nuestra actitud hace una gran diferencia en medio de las circunstancias difíciles.

Hacemos todo lo que está en nuestro poder, respondemos con una actitud positiva ante los desafíos de la vida, y, luego, esperamos en el Señor y confiamos en el plan que tiene para nosotros.

Al mantener nuestro enfoque en Jesucristo, podremos avanzar con fe y confianza en el futuro. Seremos capaces de seguir el consejo de estas dos escrituras y comenzar a ver que cuando confiamos en el Señor podemos prosperar donde Él nos planta.

Este artículo fue escrito originalmente por Ashli Kristine Hansen y fue publicado en ldsliving .com con el título “2 Scriptures That Changed My Perspective on Being a Single Latter-day Saint”.

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