El poder que pasamos por alto al salir del templo

A inicios de este año, cumplí 10 años como obrera en el templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. 

Ha sido una década llena de humildad y experiencias gratificantes, y he aprendido mucho sobre la Casa del Señor. 

Una de las cosas que ha estado en mi mente es cómo las experiencias del templo van más allá de las mismas puertas físicas del edificio. 

Los convenios que hacemos incluyen dones del poder del Señor, este poder significa tener un impacto en todos los aspectos de nuestras vidas. 

¿Cómo podemos acceder a estos grandes poderes y utilizarlos para iluminar y dar valor en nuestro camino como discípulos de Jesucristo? 

Desde mi punto de vida, existe una cosa muy importante que a veces pasamos por alto cuando realizamos convenios en el templo: el momento en que dejamos la Casa del Señor. 

La mayoría de las personas no piensa en los pequeños detalles que van de la mano con salir del templo. Si bien nos invade un sentimiento de gozo y paz, podemos llegar a ser más diligentes al salir del templo con verdadera intención.

Al ser obrera en el templo, tengo la oportunidad de dirigir y vigilar a los miembros durante su visita en la Casa del Señor. 

Recientemente, he observado que el momento justo antes de que las personas salgan del templo todo se vuelve muy casual, es decir, sacan sus celulares o se ponen a conversar con sus amigos. 

No tiene nada de malo, pero se pierde una oportunidad valiosa cuando no nos esforzamos por llevar el templo con nosotros cuando nos vamos.

Me gusta mucho la oración dedicatoria del Templo de Kirtland Ohio, tal como está registrado en Doctrina y Convenios 109, existen diferentes versículos que explican el poder del templo una vez que salimos. 

“Que todas sus salidas de esta casa sean en el nombre del Señor… Te rogamos, Padre Santo, que tus siervos salgan de esta casa armados con tu poder, y que tu nombre esté sobre ellos, y los rodee tu gloria, y tus ángeles los guarden”. (Doctrina y Convenios 109: 18,22)

¡Esto es realmente algo que quiero experimentar más! Sin embargo, en diferentes ocasiones, me siento totalmente lista para volver al mundo después de visitar el templo.

Considero que el Señor quiere bajemos un poco el ritmo y nos aferremos al poder de Su hogar mientras volvemos al mundo. 

Pero, ¿cómo lo podemos hacer? Estas son algunas de las ideas.

Mantén tu celular apagado

Apaga tu celular antes de entrar al templo y no lo enciendas hasta que dejes el templo, incluso los jardines.

Si necesitas revisar tu celular, hazlo fuera de la Casa del Señor, esta simple acción nos ayuda a mantenernos libres de distracciones del mundo y mostrar respeto al Señor y Su casa. 

Haz una oración de agradecimiento al salir del templo

Mientras sales del templo, ofrece una pequeña oración de gratitud por la experiencia. Agradece al Señor por Su Casa, los convenios que hiciste y todo lo que está en tu corazón.

Registra tu visita

Mantén un pequeño diario contigo o deja una pequeña nota en tu celular. Tan pronto como puedas salir del templo, registra tu visita y cómo fue. 

Anota las preguntas con las que hayas entrado, los sentimientos y pensamientos que hayas tenido y cualquier revelación recibida. 

Comparte tu experiencia

Muchas veces nos preocupa lo que podemos decir o no fuera del templo, sin embargo, es totalmente válido compartir tu experiencia con tus seres queridos.

Si estás en grupo, considera preguntarle a cada uno de los participantes lo que han aprendido o no al salir del templo.

Testifica de tu experiencia 

A muchos les gusta tomar fotos del templo cuando lo visitan, considera esta oportunidad para compartir sobre tu visita con los demás en tus redes sociales u otras plataformas. Testifica del amor de Dios y la razón por la que el templo es importante para ti.

El presidente Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, una vez compartió: 

“Cuando salgan del templo, recuerden los símbolos y las promesas que lleven consigo, para nunca dejarlos de lado ni olvidarlos”.

Anthony Sweat, un Santo de los Últimos Días, autor y maestro, también explicó: 

“Cuando salen del templo, sean diligentes y esfuércense conscientemente por practicar estos convenios y conceptos, todos los días de tu vida.

 

Dedícate a trabajar, practicar, empezar de nuevo, alinear la vida, aumentar tu precisión y nunca rendirte. Dios no te abandonará, no te rindas tú con Él”. 

Si cuidamos mucho más la manera en que salimos del templo, podemos mejorar nuestra experiencia en la Casa del Señor y participar de Su amor y poder.

*Imagen de portada: Nick Adams, Deseret News

Fuente: LDS Daily

Video relacionado

También te puede interesar 

• 6 Consejos Que Debes Saber Antes De Asistir Al Templo Si Tienes Ansiedad
• No Me Gusta Ir Al Templo, ¿Qué Puedo Hacer?
• Quiero Asistir Más Seguido Al Templo, Pero Me Parece Aburrido. ¿Qué Puedo Hacer?