¿Has interrumpido a alguien porque sabes lo que va a decir y ya tienes una respuesta anticipada? ¿Alguna vez has pasado por alto señales sobre lo que tu cónyuge siente?
¿Has subestimado lo que dice un niño porque eres un adulto con más conocimiento y experiencias? ¿Alguna vez pasaste por alto la súplica silenciosa de un amigo o conocido en busca de comprensión y compasión??
¿Con qué frecuencia escuchas con verdadera intención, con la mente abierta y el corazón humilde?
El presidente Russell M. Nelson enseñó:
“Esposos, esposas, aprendan a escuchar y escuchen para aprender el uno del otro… Hay parejas que, aun con buen oído, no se escuchan entre sí. El tomar tiempo para hablar es esencial para mantener intactas las vías de comunicación.
Si el matrimonio está primero en la vida, merece que se le dé el primer lugar. Sin embargo, a menudo, asuntos menos importantes reciben mayor atención, dejando solo los momentos que sobran para escuchar a nuestro maravilloso cónyuge.
Los cónyuges que tienen sabiduría se escuchan mutuamente para aprender.
Vuestra alma será bendecida al aprender a escuchar, y luego al escuchar para aprender de los niños, los padres, los cónyuges, los vecinos y líderes de la Iglesia, todo lo cual aumentará vuestra capacidad para escuchar el consejo de Dios”.
En una terapia de grupo en la prisión, cuando un hombre compartía la historia de su vida para explicar sus propias creencias saludables o distorsionadas, otros hombres le ofrecían comentarios constructivos como retroalimentación. En diferentes ocasiones, aquel hombre se ponía instantáneamente a la defensiva ante cualquier crítica.
Cuando alguien nos brinda su opinión o una perspectiva diferente, ¿cuántas veces nuestro orgullo y nuestra ira autodefensiva se interponen en nuestro camino para aprender algo valioso que puede ayudarnos a mejorar y progresar?
John L. Lund, autor de “The Art of Giving and Receiving Criticism”, escribió que no existe una “crítica constructiva” a menos que esta cuente con el permiso de la persona para criticarla.
Incluso, el enfoque consiste en dirigirse al problema, no a la persona. Para eso, es importante expreses frases en primera persona. Por ejemplo, en lugar de decir “me siento frustrado porque tú no lavas los platos” puedes decir “me siento frustrado porque los platos están sucios”.
¿Realmente escuchamos?
El presidente Nelson nos pide que escuchemos al Salvador:
“Hagan lo que sea necesario para elevar su capacidad espiritual para recibir revelación personal. Nuestro Padre sabe que lo que más nos ayudará cuando nos rodee la incertidumbre y el temor, es escuchar a Su Hijo. Porque cuando procuremos escuchar —verdaderamente escuchar— a Su Hijo, seremos guiados a saber lo que debemos hacer en toda circunstancia.
¿Qué sucederá si escuchamos, prestamos atención y damos oído con mayor intención a lo que el Salvador ha dicho, y lo que está diciendo ahora a través de Sus profetas? Yo les prometo que serán bendecidos con poder adicional para lidiar con la tentación, las pruebas y la debilidad.
Les prometo milagros en sus matrimonios, sus relaciones familiares y sus trabajos diarios. Y les prometo que se incrementará su capacidad para sentir gozo, aun si aumentan las turbulencias en sus vidas”.
Que todos sigamos el consejo de nuestro profeta y aprendamos a escuchar, para aprender y oír al Señor.
Fuente: Meridian Magazine
Video relacionado
@masfe.org La mujer es la sublime expresión de amar 🥰 #diadelamujer #masfe #mujer #woman #fyp #fyu #parati #womanpower #christiangirl #diosteama @Helga Camín ♬ sonido original – Masfe.org