Mundo de los espíritus: ¿Cuál es el límite de la progresión postmortal?

kolob

Un artículo de BYU Studies explora el concepto de que los espíritus pueden tener la posibilidad de progresar entre los reinos de gloria.

Este estudio puede aclarar la posición oficial de la Iglesia al respecto. En la década de 1950, la Primera Presidencia le dijo a un miembro interesado en el tema lo siguiente (BYU library: “Degrees of glory”, 1952):

iglesia de jesucristo

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Estimado hermano,

“Los hermanos me instruyen a expresarle que la Iglesia nunca ha anunciado una doctrina definitiva con respecto a este punto. 

Algunos hermanos afirmaron que era posible, en el transcurso de la progresión, que podamos avanzar de una gloria a otra, respaldándonos en el principio del progreso eterno. 

Otros hermanos sostienen una opinión opuesta, sin embargo, como se dijo, la Iglesia nunca ha declarado una doctrina definitiva sobre este punto”.

Atentamente,

Joseph L. Anderson,

Secretario de la Primera Presidencia.

Hasta la fecha, esta declaración nunca ha sido reemplazada por ninguna otra declaración oficial. A lo largo de la historia de la Iglesia, algunos líderes se han expresado enfáticamente a favor del progreso continuo y algunos han expresado lo mismo en contra.

Otros hicieron comentarios abiertos a interpretaciones sobre el tema. A continuación, incluyo una muestra de tales puntos de vista, junto con mis pensamientos sobre las justificaciones que podrían ser relevantes.

juicio final Jesucristo cielo

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José Smith aprendió, como se registra en la sección 76 de Doctrina y Convenios, que el mundo terrenal abarca a aquellos “que murieron sin ley; … quienes no recibieron el testimonio de Jesús en la carne, mas después lo recibieron”.

Su hermano Alvin, quien falleció en la juventud de José, se encontraba dentro de esa categoría o eso es lo que probablemente asumió José.

De ahí, para su asombro, en 1836, con ojos espirituales, vio a su hermano en el reino celestial:

“Y me maravillé de que [Alvin] hubiese recibido una herencia en ese reino, en vista de que había salido de esta vida antes que el Señor hubiera extendido su mano para juntar a Israel por segunda vez, y no había sido bautizado para la remisión de los pecados”. -DyC 137: 6

La explicación de tal sorpresa por parte de José es que esperaba que su hermano heredara el reino terrenal, tal como se describe en la sección 76.

Nuevo Testamento libro de mormón

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El versículo 8 de la nueva revelación ofrece una explicación. Aparentemente, se hace una excepción a la asignación que se había decretado en la sección 76 para los no bautizados que “habrían recibido [el evangelio] de todo corazón” pues “serán herederos de este reino”.

Por lo tanto, es posible que el reino celestial solo pueda ser alcanzado por aquellos que no están bautizados y que cumplen con las ordenanzas y los principios vicarios necesarios mientras se encuentran en el mundo de los espíritus.

Sin embargo, también es necesario entender que las secciones 76 y 137 son correctas tal como están escritas: que los no bautizados, aunque son “hombres [y mujeres] honorables”, heredan el reino terrenal pero que continuarán su progreso desde el reino terrenal hasta el celestial.

Por lo tanto, aquellos que “han aceptado” el evangelio continúan su progreso indefinidamente en el futuro.

“Joseph in Liberty Jail” por Liz Lemon Swindle

No podemos decir qué posibilidad infirió José, pero la ordenanza del templo que inició, si se lee de la manera más literal, retoma el viaje eterno del alma por medio de los grados de gloria.

De esa manera la persona progresa desde la vida preterrenal hasta la mortalidad y más allá, pasando por los dos reinos inferiores y culminando al entrar en una representación del mismo reino celestial.

Exceptuando a aquellos pocos que rechazan la misericordia de Cristo hasta el final, José enseñó más adelante, el hombre “no puede ser condenado por toda la eternidad, existe la oportunidad de que pueda escapar en poco tiempo” (Discourse, 7 April 1844, as Reported by Wilford Woodruff”).

La probabilidad de interpretar los puntos de vista de José como una progresión hacia el mundo posespiritual se ve reforzada por el hecho de que sus dos colaboradores más cercanos, su hermano Hyrum y Brigham Young, interpretaron sus enseñanzas exactamente de esta manera.

Hyrum creía que los estados de salvación en la vida venidera no eran estáticos: enseñó que “aquellos en la Gloria Terrenal avanzan al [reino] Celestial o son retirados al Telestial” (Franklin D. Richards, “Words of the Prophets”).

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Brigham Young también estuvo de acuerdo con este punto de vista. En 1855 enseñó que aquellos que no lograron obtener la exaltación al completar su periodo de progreso terrenal “eventualmente tendrían el privilegio de demostrar su dignidad y avanzar hacia un reino celestial, pero sería un progreso lento” (Diario de Wilford Woodruff, 5 de Agosto de 1856).

La Iglesia de Jesucristo y el teólogo de los Setenta B.H. Roberts reconocieron que la escritura era vaga pero argumentó que el ministerio aludido en cada reino parecía carecer de sentido “a menos que sea con el propósito de hacer progresar a los hijos de nuestro Padre en lo que respecta a su progreso eterno” (B. H. Roberts, “Outlines of Ecclesiastical History”).

“The Improvement Era”, publicado bajo la dirección del presidente de la Iglesia Joseph F. Smith, adoptó una posición moderada que expresaba que “la respuesta a esta pregunta puede que no sea absolutamente clara”.

En algunos casos, la revista propuso, aunque no como regla general, que “pasar de un [reino] a otro… puede ser posible para las personas especialmente dotadas y fieles”.

mundo de los espíritus

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James Talmage, virtualmente el único apóstol que produjo una disertación teológica (dos, de hecho) bajo el sello oficial, escribió en su primera edición de “Los Artículos de Fe” que la respuesta estaba implícita en el principio de la progresión eterna en sí:

“[La posibilidad de] avanzar de un grado a otro dentro de cualquier ámbito, y de un ámbito a otro, se pondrá a disposición… la eternidad es progresiva”.

Más adelante explicó que ningún hombre será retenido en las regiones bajas “más de lo que sea necesario en su preparación para algo mejor. Cuando alcance esa etapa, las puertas de la prisión se abrirán y habrá gozo entre los huestes que lo reciban en un mejor estado”.

En ediciones posteriores de “Los Artículos de Fe”, se eliminaron las palabras “de reino en reino”.

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Según el traductor de su obra al alemán, Talmage aclaró que en sus ediciones anteriores había declarado su progresión entre los reinos a petición explícita del comité de apóstoles que estaban revisando su obra.

Por lo tanto, en ese momento, una mayoría apostólica (o la mayoría en el comité) creía que la progresión entre los reinos era consistente con la doctrina de la Iglesia y no aprobó omitir dicha posibilidad en una publicación de la Iglesia.

Talmage afirmó que él personalmente nunca favoreció el principio y lo indicó en su duodécima edición revisada.

En la segunda mitad del siglo XX, otros líderes expresaron explícitamente la visión de la progresión de un reino a otro.

El presidente J. Reuben Clark declaró:

“Creo que Dios salvará a tantos de Sus hijos como pueda; e incluso si vivimos una vida inicua aquí, no iremos al otro lado en el mismo estado como los que viven con rectitud, por así decirlo, de aquellos que vivieron una vida recta; sin embargo, los injustos tendrán su oportunidad, y en las eternidades venideras, ellos también podrán escalar a los destinos a los que han llegado los que son justos y sirven a Dios”.

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Algunos encontraron paz en las palabras de José Smith sobre el poder del sellamiento para unir incondicionalmente a los hijos con sus padres.

El significado de estos sellamientos en el templo ha sido interpretado por el élder Orson F. Whitney y se ha reafirmado con una frecuencia cada vez mayor en los últimos años:

“José Smith declaró… que los sellamientos eternos de padres fieles y las promesas divinas que se les hicieron mediante un servicio valeroso en la Causa de la Verdad no solo los salvarían a ellos mismos, sino también a su posteridad.

Aunque algunas de las ovejas pueden extraviarse, los ojos del Pastor están sobre ellas, y tarde o temprano sentirán los brazos de la Divina Providencia extendiéndose detrás de ellas, empujándolas hacia el redil. Tanto en esta vida como en la venidera, estas ovejas regresarán”.

Fuente: Meridian Magazine

Comentarios
me encantan los comentarios adicionales,dejan enseñanzas
Bernardo

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