“Por tanto, es preciso que sean disciplinados y probados, así como Abraham, a quien se le mandó ofrecer a su único hijo. Porque todos los que no quieren soportar la disciplina, antes me niegan, no pueden ser santificados” (DyC 101: 4 – 5).
Esta es una de esas escrituras que me asustan. Se supone que comparemos las Escrituras con nosotros mismos. Pero, cuando leo la historia de Abraham e Isaac y trato de ponerme en el lugar de Abraham – o Isaac – las rodillas me tiemblan.
No todas las pruebas abrahámicas son tan difíciles o amargas como las de Abraham e Isaac. Sin embargo, dos situaciones muy conocidas en la historia de los Santos de los Últimos Días también fueron muy difíciles: el matrimonio plural y el campamento de Sion.
Doctrina y Convenios deja en claro que estas pruebas separaron a los Santos poco entusiastas de los fieles.
José Smith dijo: “Cuando el Señor lo haya probado plenamente y descubra que [un] hombre está decidido a servirle a toda costa. Entonces, el hombre descubrirá su llamado y elección asegurados. Será su privilegio recibir al otro Consolador, que el Señor ha prometido a los Santos…” (Historia de la Iglesia, 3: 379-381). Por lo tanto, pasar una prueba abrahámica (o dos, o tres) vale la pena.
Es posible que ya hayas pasado una prueba abrahámica y ni siquiera te hayas dado cuenta. Veamos los requisitos de una prueba abrahámica.
¿Qué es una prueba abrahámica?
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Una prueba abrahámica tiene ciertas características que la hacen difícil.
- El Señor personalmente, a través del Espíritu, nos llama a hacer algo
- Lo que el Señor nos pide personalmente que hagamos:
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- Es inusual
- Es ilógico según nuestra comprensión
- Parece arriesgado
- Los demás podrían considerarlo como una locura
- Requiere sacrificio
El Padre Celestial nos observa mientras pasamos los requisitos de una prueba abrahámica. A veces, Él está satisfecho con nuestro progreso, el proceso y la meta, que al final, no es importante de alcanzar. Otras veces, la meta nos coloca en un nuevo camino que conduce a una gran cantidad de frutos maravillosos. A veces, solo vemos en retrospectiva cómo nos beneficiamos.
Campamento de Sion
Veamos cómo el campamento de Sion se ajusta al patrón de una prueba abrahámica.
Los Santos de los Últimos Días fueron expulsados de Misuri y se encontraban bajo la constante amenaza de la muchedumbre. El gobernador Dunklin les ofreció protección para que regresaran a su tierra, pero no podía solventar su protección una vez que estuvieran ahí. En Kirtland, José Smith tal vez podría reunir a un grupo de Santos para que los protegieran cuando volvieran a su propiedad.
José Smith recibió una revelación que confirmó esa decisión (sección 103) y comenzó los esfuerzos para reclutar hombres y dinero para la marcha. Mientras tanto, los ciudadanos del condado de Jackson se enteraron del próximo “ejército Santo de los Últimos Días” y levantaron el grito de batalla. Quemaron 170 edificios pertenecientes a los Santos y comenzaron a organizar su defensa.
Cuando los hermanos del campamento de Sion llegaron al río Misisipi, su ejército contaba con más de 200 hombres. Era un ejército muy pequeño. Para la mayoría de los hombres, la idea era ilógica. Era primavera y era una temporada muy importante para atender el cultivo de alimentos. La pobreza siempre fue un desafío, por lo que la atención a los cultivos y el ganado podría ser una cuestión de vida o muerte.
Una vez que el campamento se puso en marcha surgieron enfermedades y dificultades. Muchos se pusieron en contra del profeta. Si bien un milagro protegía al campamento de la muchedumbre que los recibió en Missouri, José Smith canceló la aventura justo antes de que el objetivo estuviera a la vista.
Los que se quedaron con José Smith durante toda la prueba y se mantuvieron fieles, se convirtieron en los futuros líderes de la Iglesia.
Otras pruebas abrahámicas
El matrimonio plural se ajusta a todas las características de una prueba abrahámica. Esta idea fue terrible para la mayoría de los Santos.
José Smith les pidió a los Santos que obtuvieran su propia prueba espiritual de que el mandamiento era de Dios. Algunos que buscaron esta verdad tenían los cielos abiertos para sí. Sabían que este mandamiento era de Dios, pero muchos sintieron que los destruiría a ellos y la Iglesia.
Si bien todavía nos desagrada la idea, el matrimonio plural sembró la semilla de los hombres más justos de la Iglesia. Esas familias eran la columna vertebral de la Iglesia. El matrimonio plural también proporcionó mujeres fuertes que aun así necesitaban apoyo.
Conseguir una carretilla y salir a Utah desde Winter Quarters (Londres, Liverpool, Nueva York, etc.) fue una prueba abrahámica. Los pioneros recibieron cartas de sus familias, que no eran miembros de la Iglesia, en las que los reprendían por arriesgar sus vidas y las de sus hijos por seguir a un “líder de culto” hacia lo desconocido.
Los pioneros siguieron a José Smith porque el Espíritu los fortaleció en esa dirección. Sin embargo, a todos los demás en América les parecía una locura. Fue un esfuerzo enorme y arriesgado que requirió mucha fe y sacrificio, pero los frutos de su valentía son extraordinarios.
Nuestras pruebas personales
¿Estabas feliz estudiando la carrera que creías que era para ti y, luego, recibiste la impresión de que debías cambiar de dirección? “¡No!” Pensaste. “Si voy a esta otra universidad y cambio de carrera, demoraré un año más para obtener mi título. A tu familia le asombró que incluso consideraras una decisión como esa”. ¡Quizás te cambiaste de negocios a arte! A tu familia y amigos les pareció una locura. Pero, escuchaste al Espíritu y te lanzaste.
¡Hurra! Pasaste una prueba abrahámica.
Lo mismo puede suceder cuando consideras servir en una misión. El Espíritu te insta a hacer algo diferente de lo que esperabas, como considerar no servir cuando pensabas que servirías, o viceversa. Con las expectativas culturales, deportivas, profesionales y del entorno, tomar una decisión por el Espíritu puede ser una prueba abrahámica.
¿Has decidido por el Espíritu traer a otro niño a tu familia de forma natural o por adopción aunque no sonara lógico? ¿Has vendido o comprado una casa por una impresión del Espíritu? ¿Cambiaste de trabajo? ¿Te mudaste a otra ciudad o país sin alguna razón lógica y visible? Todas son pruebas abrahámicas. ¡Felicidades!
Todo lo que la Iglesia está haciendo en este momento con “Ven, Sígueme”, los nuevos programas para los jóvenes y otros cambios, son para acercarnos al Espíritu a fin de que pueda guiarnos.
A medida que aumenta el caos en el mundo, nuestro propio razonamiento no nos servirá tan bien como lo hará el Espíritu para tomar decisiones que nos afectarán tanto a nosotros como a nuestras familias. Tendremos que estar listos y dispuestos a superar las pruebas abrahámicas.
Al mirar al pasado, me doy cuenta de que nuestras vidas han sido mucho más que una aventura épica porque superamos las pruebas. Si bien fueron difíciles, fueron grandes bendiciones en nuestras vidas por las cuales estaremos eternamente agradecidos.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Gale Boyd y fue publicada en thirdhour.org con el título “What Is an Abrahamic Test and Can I Get Through Life without Having to Face One?”