“Cada Profeta hace lo que Dios le manda para el beneficio de todos Sus hijos y Cristo es la cabeza de la Iglesia, siempre lo ha sido y siempre lo será.”
Pregunta
Me preocupan algunos amigos que dicen: “Si un Profeta viviente puede decir cosas que dejan de lado lo que dijo un Profeta anterior, qué fe podemos tener en lo que los Profetas nos dicen en la actualidad si sus palabras podrían ser dejadas de lado por un futuro Profeta viviente.”
Mis amigos sólo quieren seguir las Escrituras y las palabras de José Smith, diciendo que nos estamos alejando de las enseñanzas originales. Aparte de dar mi testimonio, ¿qué más puedo decirles?
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Respuesta
Debemos, por sobre todo, seguir al Profeta viviente y revelador. Hay una preocupación válida en lo que has expresado. La respuesta es la oración.
Cada Profeta, desde José Smith hasta Russell N. Nelson, ha declarado en repetidas ocasiones que es el deber de cada individuo determinar por sí mismo, a través de la oración a Dios, si realmente son o no un Profeta.
En otras palabras, es una cuestión de testimonio personal. Ni siquiera Dios espera que sigamos ciegamente a quién dice ser Su portavoz elegido.
Si bien es cierto que cualquier Profeta viviente puede “dejar de lado” las palabras de su predecesor, necesito decirte que a lo largo de la historia de la Iglesia, esto ha sucedido en raras ocasiones, y en circunstancias muy específicas.
Los cambios deben venir a través de los canales adecuados o con la autoridad adecuada. También deben venir por medio de la revelación. En otras palabras, las doctrinas de la Iglesia no van a cambiar sólo porque el Profeta actual “así lo quiso”. En última instancia, toda la Iglesia debe aprobar el cambio antes de que se promulgue.
Los dos cambios más conocidos, previas al histórico cambio de política que permitirá que las mujeres y niños sirvan como testigos de las ordenanzas de sellamientos y bautismos, son las dos declaraciones oficiales que se encuentran en Doctrina y Convenios, una con respecto a la prohibición de la poligamia y la otra con respecto a la extensión del sacerdocio a todos los hombres dignos, independientemente de su raza.
La restauración no estaba completa antes de que José Smith muriera. Las investiduras para los muertos se practicaron por primera vez en el templo de Saint George, Utah después de que el Profeta Smith falleciera.
En ese momento, los sellamientos se hacían por “adopción”, donde los santos se sellaban a un Profeta o apóstol en lugar de a sus propios padres. Esto continuó hasta que Wilford Woodruff recibió una revelación que modificó esa práctica.
El presidente Woodruff testificó que José “cumplió todo lo que Dios requirió de sus manos. Pero [que] no recibió todas las revelaciones que pertenecen a esta obra; ni tampoco el presidente [John] Taylor, ni Wilford Woodruff. Esta obra no terminará hasta que sea perfeccionada.” (The Holy Temple, Boyd K. Packer).
Otro punto que podemos recordar es que esta es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no es la Iglesia de José Smith. Cristo es la cabeza de la Iglesia, siempre lo ha sido y siempre lo será.
José Smith fue llamado a establecer la Iglesia en los últimos días. Su llamado fue edificarla y ponerla en marcha. Debía de llevar a toda la humanidad al Salvador de acuerdo con los principios y ordenanzas del Evangelio de Jesucristo.
A los Profetas sucesivos se les ha dado el deber de continuar dirigiendo y guiando a la Iglesia hacia Cristo, no a José Smith.
José Smith fue llamado por Dios para ser Su Profeta, y también lo ha sido cada Profeta de la Iglesia, desde Brigham Young hasta Russell M. Nelson. Esta es una parte de mi testimonio personal, y lo obtuve a través de la oración personal a Dios junto con un cuidadoso estudio de lo que los Profetas han dicho.
Cada Profeta hace lo que Dios le manda para el beneficio de todos Sus hijos, si consideramos que sus sucesores tienen de alguna manera menos autoridad que los demás, nos estamos dirigiendo en un camino muy peligroso que finalmente nos puede conducir a la apostasía.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha estado, está y siempre se centrará en Jesucristo. Nunca se ha tratado de José Smith, ni de ningún otro Profeta posterior a él.
Este artículo fue escrito y fue publicado originalmente por askgramps.org bajo el título “How can I explain that modern prophets have modern revelation over their predecessors?”