El COVID-19 es un virus que ha azotado a casi todo el mundo y Latinoamérica no es la excepción. Recientemente, América Latina ha superado los 200,000 muertos, desde el norte de México hasta el extremo sur de Argentina y todo el Caribe.
Este virus no distingue clase social, clase económica, ideología política ni religión. El coronavirus ha afectado a gran parte de los miembros de nuestra Iglesia. Muchos han muerto o están luchando con la enfermedad. Han perdido seres queridos, empleos, negocios.
Diferentes Santos de los Últimos Días de Latinoamérica compartieron con nosotros sus experiencias haciendo frente al COVID-19. ¡Veamos!
Brasil
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Esta nación alberga a casi 1,5 millones de los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y más de 275 estacas. Brasil es una de las fuerzas de la Iglesia y también uno de los países más afectados por el COVID-19.
Sin embargo, los Santos de los Últimos Días brasileños no se desaniman frente a esta situación.
A pesar de no poder asistir a las reuniones de la Iglesia ni hacer ordenanzas en el templo, los miembros encuentran una fuente de inspiración espiritual al reunirse en sus hogares para estudiar el manual “Ven, Sígueme” y leer las Escrituras.
Por otro lado, si bien los templos están cerrados, los miembros tratan de mantenerse cerca de él.
“Algunos de los miembros que viven en ciudades donde hay templos conducen hacia ellos para sentirse cerca y recordar sus experiencias en el lugar”, dijo Nei García, director de asuntos públicos del Área de Brasil.
Asimismo, las familias hacen la obra de historia familiar para mantener vivo el espíritu del templo en sus hogares.
Casi 15,000 Santos de los Últimos Días en Brasil han perdido sus empleos y muchas congregaciones están recibiendo clases de autosuficiencia.
A pesar de la difícil situación, aún se encuentra esperanza y cooperación entre los Santos de los Últimos Días.
“Durante este período de pandemia, la Presidencia de Área puso el objetivo y desafió a los santos en Brasil y sus amigos a producir 3 millones de mascarillas para donar en todo Brasil”, dijo García.
El objetivo se logró hace poco tiempo.
Perú
El COVID-19 también ha afectado económicamente a los miembros de Perú.
“[El coronavirus] ha afectado drásticamente la economía. Muchos miembros de mi barrio se sustentan con sus ingresos del día a día y se han quedado sin empleo, por lo que ahora no tienen el dinero para satisfacer sus necesidades. Muchos de ellos tienen familias y les resulta difícil superar estos desafíos”, informó el obispo Joseph Sandoval del barrio Puerta Verde, estaca Arequipa Centro, Perú.
Asimismo, se han registrado muertes debido al coronavirus en esta región.
Hace menos de un año se dedicó el Templo de Arequipa, Perú, y aunque ahora está cerrado, los miembros tratan de mantenerlo como el centro de sus vidas.
“Los miembros mantienen el templo como el centro de sus vidas al tener una recomendación actual y esforzarse por ser dignos de entrar al templo, incluso si no es posible debido a la situación actual”, dijo el obispo Sandoval.
Área noroeste de América del Sur
Ana Lorena Ostos, la especialista de asuntos públicos de la Iglesia del área noroeste de América del Sur, que incluye a Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, informó cómo las congregaciones de esta área están adorando y apoyándose desde la distancia.
“Muchos barrios hacen devocionales y otros tipos de reuniones a través de Internet. Otros de nuestros miembros se reúnen como familias y utilizan la tecnología para estudiar el Evangelio y luchar juntos para mantener la compañía del Espíritu Santo”.
Lo que sostiene a los miembros en estos momentos de dificultad es la esperanza en un mañana mejor, agregó Ostos.
“Pasar por esta experiencia nos ha hecho valorar como nunca antes algo que a veces damos por sentado: poder asistir a la Iglesia con nuestra familia, escuchar los mensajes, ver y abrazar a nuestros hermanos y realizar ordenanzas sagradas para nuestros antepasados y demás”, dijo Ostos.
Honduras
Johel Rivera, obispo del barrio La Aldea, estaca Carmen, Honduras, comentó un poco acerca de la situación que se vive debido al coronavirus en San Pedro Sula en el norte de Honduras.
“Las restricciones gubernamentales han sido duras para nosotros. Se han suspendido los trabajos y las restricciones de viaje nos impiden realizar muchas tareas y actividades regulares”.
Asimismo, informó que los miembros de su barrio se encuentran bien, aunque han dado positivo a la prueba de coronavirus y uno falleció.
El obispo Rivera también mencionó como los miembros están fortaleciéndose espiritualmente:
“Para mantener el espíritu en nuestros hogares nos aferramos a las enseñanzas de las Escrituras, junto con el estudio diario de ‘Ven, sígueme’ y los mensajes de la Conferencia General de nuestros líderes de la Iglesia “.
Del mismo modo, oran para que pronto puedan adorar juntos bajo el mismo techo.
Paraguay
Arami Cabrera, una hermana de la Sociedad de Socorro de Lambaré, Paraguay, nos contó que a pesar de la difícil situación que se vive, puede encontrar esperanza en el Evangelio.
“Estamos viviendo en un mar de cambios, pero el Evangelio ha sido un ancla para mantenerme a salvo y protegida”.
Si bien Arami ha perdido su empleo debido a esta pandemia, aún confía en que mejores días están por venir y comparte su testimonio sobre el profeta.
“Encuentro refugio en el estudio del manual ‘Ven, sígueme’ y en los mensajes de nuestros líderes de los últimos días. Estoy convencida de que nuestro profeta, el presidente Russell M. Nelson, es el siervo del Señor que fue dirigido por Él para hacer cambios en nuestro estudio del Evangelio para que Sus enseñanzas estén siempre disponibles para nosotros”.
Colombia
Saúl Vargas, presidente del quórum de élderes del barrio Niza, Estaca Bogotá Colombia, se siente muy agradecido de que ninguno de los miembros bajo su mayordomía haya sucumbido debido al COVID-19.
Sin embargo, muchos miembros se han visto afectados económicamente debido a que han perdido sus empleos.
El Presidente Vargas compartió una reflexión sobre la crisis por coronavirus
“Espero que [esta situación] nos ayude a reflexionar sobre las cosas que debemos entender y aprender a diferenciar lo que es realmente importante y necesario en nuestras vidas. Espero que nos estemos convirtiendo en mejores seguidores de Cristo y nos interesemos menos en las redes sociales y las cosas del mundo.
“Espero que esta experiencia nos ayude a comprender, escuchar y recordar lo que es realmente necesario para nuestra salvación y lo que el Señor espera de nosotros”.
México
Ruth Rodríguez de la rama Nacozari Sonora en Sonora, México, dijo que debido a la pandemia ha podido ser testigo de hermosos actos de ministración.
“He visto a muchas personas ayudarse mutuamente y dar lo poco que tienen a sus hermanos y hermanas”.
Por otro lado, la hermana Rodríguez está ayudando a su hijo Omner, de 12 años, a prepararse para entrar al Templo de Hermosillo, Sonora, México, cuando éste se vuelva a abrir para ordenanzas vicarias.
“Él realizará bautismos por los muertos por primera vez. Estaré feliz de volver a abrazar a mis hermanos y hermanas mientras hagamos la obra juntos”.
Chile
Benjamín Ignacio Díaz de Santiago de Chile, lamenta la muerte de algunos de los miembros mayores de su barrio durante esta pandemia. Sin embargo, encuentra consuelo en que un día se volverán a ver.
“Será fantástico reunirnos una vez más”, dijo.
Asimismo compartió que su familia eleva su espíritu los domingos al escuchar la música del Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo, y hablar sobre Cristo y Su Evangelio.
Fuente: Church News