En una nueva entrevista de podcast de Church News, la presidenta Camille N. Johnson compartió como su llamamiento en la presidencia general de la Primaria la ha preparado para ser la presidenta general de la Sociedad de Socorro, a partir del primero de agosto.
Como presidenta general de la primaria, ha tenido la oportunidad de reunirse con niños de todo el mundo. En el último año, la presidenta Johnson extendió a los niños una invitación que espera compartir también con las hermanas de la Sociedad de Socorro:
“Pregúntenle a su Padre Celestial: “¿Me amas? ¿Me necesitas? Házmelo saber de una manera que pueda entender”. Estoy segura de que esa oración sincera será escuchada y respondida. Nuestro Salvador Jesucristo es misericordioso y amoroso y quiere ayudarnos”.
La presidenta Johnson compartió que muchas de las verdades que se les enseñan a los niños de la Primaria son recordatorios que todos debemos tener siempre presente:
“Les enseñamos a nuestros hijos a cantar ‘Soy un hijo de Dios’ y pienso que es algo que nuestras hermanas necesitan saber. Deben recordar que son hijas de un amoroso Padre Celestial con una naturaleza divina y un propósito divino”.
La presidenta afirmó que cuando internalizamos esta verdad, se vuelve más fácil poder reconocer las necesidades de los demás y guardar el primer y segundo gran mandamiento: Amar al Señor y luego amar a los demás como Él lo haría.
Ella también hizo énfasis en uno de los mensajes del presidente Russell M. Nelson a los jóvenes adultos: Son hijos de Dios, hijos del convenio y discípulos de Jesucristo.
Este mensaje se puede aplicar a todos, dijo la presidenta Johnson. Si reconocemos que somos hijos de Dios entonces reconocemos nuestra naturaleza divina, reconocemos que somos hijos del convenio y que nuestro propósito es divino. Podemos recibir todas las promesas que el Padre tiene preparadas para nosotros.
“Creo que comprender los dos primeros [principios] es fundamental para ser discípulos de Jesucristo. De esa manera podemos reflejar la luz y el amor de nuestro Salvador Jesucristo a todos los que nos rodean”.
La presidenta Johnson además compartió una cita de la hermana Reyna I. Aburto, quien concluirá su servicio como segunda consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro el 1 de agosto, con el fin de recordar el propósito de la organización de mujeres más grande de la Iglesia de Jesucristo.
“Dondequiera que estemos y vayamos, siempre somos parte de la Sociedad de Socorro al esforzarnos por cumplir su propósito divino de que las mujeres lleven a cabo la obra de Dios de maneras individuales y colectivas al brindar socorro: “ayudar al necesitado, atender al enfermo; disipar las dudas, liberar de la ignorancia [y] aliviar de todo lo que obstaculice la alegría y el progreso””.
Es el desde de la presidenta Johnson que las mujeres de fe puedan encontrar en la Sociedad de Socorro un lugar de refugio y hermandad:
“Espero que nuestras Sociedades de Socorro sean lugares seguros donde las hermanas puedan compartir sus experiencias de vida; es esa diversidad y experiencia de vida lo que nos ayudará a regresar a casa. Tenemos que aprovechar las fortalezas de los demás… Las debilidades que hemos superado se convierten en nuestras fortalezas, podemos ayudar a otros a superar sus desafíos”.
La presidenta Johnson expresó que las hermanas son parte de una misma organización y que comparten un mismo objetivo a pesar de tener diferentes experiencias, realidades, culturas y circunstancias de vida.
Refiriéndose a uno de los mensajes del presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, donde una vez comparó a la Sociedad de Socorro con “un hermoso tapiz que cubre todos los continentes”, expresó:
“Creo que a veces pensamos: ‘Solo soy un hilo’ o ‘Solo soy un hilo déil’, pero el Señor obrará con nosotros. Él magnificará esa simple hebra de hilo y la pondrá a trabajar para tensar el tapiz que bendecirá y protegerá la vida de los demás. Este tapiz vuelve maravilloso, pero requerirá que todos esos hilos individuales obren juntos. Es esa visión que debemos tener de nuestro propósito divino”.
La presidenta Johnson finalizó diciendo:
“Espero que, como hermanas en la Sociedad de Socorro, nos animemos unas a otras, que aprovechemos las fortalezas de las demás y veamos a cada hermana como ese hilo vital que mantendrá unido el tapiz y hará que su diseño sea más hermoso”.
*Foto de portada: Jeffrey D. Allred, Deseret News
Fuente: Church News