No existe un patrón para los adolescentes en riesgo de cometer un suicidio, según un apóstol Santo de los Últimos Días.
Los jóvenes en riesgo de cometer un suicidio pueden tocar el trombón, cantar en el coro, competir en equipos de fútbol o trabajan empaquetando alimentos después de la escuela. Algunos, asisten regularmente a la Iglesia. Otros, dejaron de lado la religión.
Sin embargo, existen denominadores comunes, dijo el Élder Ronald A. Rasband en su serio, pero esperanzador mensaje, dirigido a los misioneros, los empleados y sus cónyuges del Sistema Educativo de la Iglesia.
Esos denominadores podrían incluir la decepción, una prueba fallida, una ruptura amorosa, una serie de intimidaciones en la escuela, el estrés académico o, quizá, lo que se podría llamar acertadamente la miseria adolescente.
No obstante, nunca olvides que la ayuda divina y la ministración se encuentran a través del Salvador.
“Una mayor comprensión de Jesucristo ayudará a aquellos que están abatidos. Su amor por ellos y el lugar profundo y exaltado que Él ha preparado para ellos en las eternidades es un mensaje de esperanza. Él los ama. Necesitan saber eso”, dijo el Élder Rasband, miembro del Quórum de los Doce Apóstoles.
“Las Escrituras señalan, ‘yo, el Señor, estoy con vosotros y os ampararé’”, (Doctrina y Convenios 68:6).
El Élder Rasband enfatizó que la Iglesia toma en serio el suicidio en los adolescentes. Los maestros de seminario e instituto pueden ayudar a aquellos jóvenes en riesgo al utilizar el amor y los muchos recursos proporcionados por la Iglesia para prevenir el suicidio. Al hacerlo, cumplen con su llamamiento como “maestros que vienen de Dios” (Juan 3:2).
Influencias que “cambian la vida”
El Élder Rasband comenzó su discurso “Una tarde con una Autoridad General”, que se transmitió en vivo desde el Tabernáculo de Salt Lake en la sede de la Iglesia para una audiencia global, señalando la influencia de los instructores del Sistema Educativo de la Iglesia que “cambió su propia vida.”
“Hasta el día de hoy puedo ver la huella que mis maestros dejaron en la forma en que estudio mis Escrituras y, en especial, en cuánto amo el Libro de Mormón.”
El seminario y el instituto también le ofrecieron al joven Ronald Rasband “un lugar seguro” para reunirse con los amigos en un entorno del Evangelio. “Particularmente, esperaba con ansias llevar a Melanie Twitchell a los bailes del instituto. Melanie ahora es mi hermosa y maravillosa esposa.”
El Señor sigue buscando a aquellos que pueden ayudar a un estudiante que tiene desafíos o, quizá, está decayendo en su testimonio y comprensión.
“Él te ha preparado para avanzar en colaboración con los padres y los líderes de la Iglesia. Te presentas ante tus estudiantes y reafirmas la verdad de que Jesús vive, que nuestro Padre Celestial ama a cada uno de nosotros y que tenemos un lugar en Su plan eterno. Y, lo mejor de todo, lo crees.”
El peso de elevar, enseñar y animar a los jóvenes puede ser casi más de lo que alguien puede soportar. Llevar almas a Cristo puede ser difícil, y el adversario está atacando agresivamente a aquellos que pertenecen a la generación en crecimiento.
“Algunos estudiantes se desvían, pero con el Espíritu del Señor, puedes volver a encaminarlos. Recuerda las palaras de Pablo: ‘Estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; abatidos, pero no destruidos’”, (2 Corintios 4: 8-9).
Nunca olvides que la “causa de Cristo” trae una promesa eterna: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11: 28).
El Señor eleva a Sus siervos, diciéndoles sean de “buen ánimo.”
“Ser de buen ánimo es confiar en Él cuando las cosas no resultan como las planeamos. Significa seguir adelante cuando los giros difíciles nos llevan en direcciones inesperadas, cuando la tragedia y las dificultades destruyen nuestros sueños”, dijo.
Momentos de temor
El Élder Rasband reconoció que sus días como estudiante de seminario no estaban cargados con el contenido de Internet de la actualidad, que puede debilitar las creencias en Dios, la religión, la revelación y los profetas.
Además, muchos de los estudiantes de seminario e instituto de hoy en día han sido superados por el estrés, la tentación, la crisis y la decepción.
Los estudiantes temen que los amigos no los acepten. Temen al rendimiento académico, las presiones y los problemas en casa que no pueden resolver. Temen no poder confiar en nadie y que nadie confíe en ellos. Temen estar solos y temen estar en grupos. Temen que no exista solución o alivio para su dolor.
El desánimo, la desesperación, la ansiedad y la depresión, todos son producto de dichos temores.
“El miedo, en sus diversas formas, se manifiesta desafortunadamente en la más cruel de las conclusiones, el suicidio”, dijo.
El Élder Rasband habló sobre servir en el equipo de trabajo del gobernador de Utah, que se encarga de abordar la oleada de suicidio en los adolescentes. Ha probado ser una responsabilidad abrumadora.
“Aprendí que nadie es inmune. El suicidio en los adolescentes es una crisis que llega a todo el mundo. Las estadísticas demuestran que el suicidio ahora se encuentra entre las tres causas principales de muerte entre los jóvenes de 15 a 24 años”, dijo.
Todos deben enfrentar el tema del suicidio, dijo.
“Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santo de los Últimos Días, debemos comprometernos a hacer todo lo posible para cambiar el pensamiento de que el suicidio es una respuesta que vale la pena considerar. Debemos hablar con los adolescentes acerca del suicidio y amarlos más allá de considerar el suicidio como una solución a su dolor.”
Comiencen por seguir el ejemplo del Salvador, que rescata a través de la Expiación y sigue amando y sanando a Sus seres queridos.
“Podemos expresar amor si eso es lo que necesitan los jóvenes; encontrarles un amigo; escucharlos; y buscarles con una palabra o gesto amable. Posiblemente, tengamos que trabajar con sus padres y obispos para obtener servicios de asesoramiento para los desafíos, la depresión u otra enfermedad mental.”
Los jóvenes y los jóvenes adultos solteros que luchan con problemas de género son particularmente vulnerables, agregó.
“Necesitan estar rodeados de los brazos de su Salvador y saber que son amados. Con mucha frecuencia, el Señor nos llama, Él espera que estemos en Sus brazos acogedores y amorosos. Necesitamos animar a sus amigos a hacer lo mismo.”
Esperanza en Cristo
A menudo, el suicidio se relaciona con el dolor de las preguntas no respondidas, las penas, los “qué pasaría si” y los “qué sucederá ahora”. Los niveles de suicidio han alcanzado proporciones tan trágicas que las personas acuden mucho a las maneras nuevas y más efectivas de asesorar, cuidar y apoyar a los jóvenes vulnerables.
“Solo intenta decir el nombre ‘Jesucristo’ en un entorno peligroso con alguien que perdió la esperanza. Solo llamarlo por Su nombre, con reverencia, puede hacer la diferencia en un momento difícil.”
El Élder Rasband también advirtió sobre los “grupos” de suicidio, donde un adolescente se suicida y otros lo ven como una opción y lo siguen.
La promesa de apoyo del Señor de “ampararnos” no está reservada para aquellos que “son absolutamente puros” o tienen un asiento en el consejo de seminario.
“Él amparará a cada uno de nuestros jóvenes, a cada uno de nosotros en ese sentido, en nuestra hora más oscura. Ese es el poder de la Expiación y necesitamos enseñarlo con tanta fuerza que llegue a aquellos que están sufriendo.”
El Élder Rasband aconsejó a los maestros de seminario e instituto que ayuden a sus estudiantes a identificar una “escritura de protección” a la que puedan recurrir cuando se encuentren en una situación peligrosa o necesiten fortaleza. “Una buena escritura es, ‘Sed de buen ánimo, pues, y no temáis, porque yo, el Señor, estoy con vosotros y os ampararé.”
Se de buen ánimo
La vida siempre ha estado llena de desafíos, nadie es inmune. Las pruebas llegan para todos, son parte de la experiencia mortal para hacernos fuertes.
“La bendición es que a través de la Expiación de Jesucristo todavía podemos ser de buen ánimo”, dijo.
Los maestros deben asegurarse de que el rigor académico o la instrucción del Evangelio nunca se “adelanten” al poder del Espíritu para conmover y animar a los alumnos. Prepáralos para recibir inspiración y revelación personal y, luego, actúen en función a eso.
“Cuando lo hagan, experimentarán el milagro de la dirección y la guía del Señor, una forma muy real de Su amor”, dijo.
Los maestros de seminario e instituto están en el cuerpo que posee “las primeras respuestas” para los jóvenes en riesgo y, trágicamente, creen que la vida no tiene ningún propósito para ellos.
La vida es frágil e incierta. Los hogares que practican la oración familiar, el estudio de las Escrituras y la noche de hogar ofrecen herramientas valiosas para los jóvenes.
Sin embargo, el Élder Rasband advirtió que incluso los jóvenes que vienen de hogares centrados en el Evangelio podrían estar en riesgo. “Un joven respondió a una actividad de la noche de hogar en la cual se le pidió a cada miembro que anotara una cosa que fuera importante para ellos. El joven de 14 años, según parece en la cima de su mundo, escribió, ‘saber que hay alguien ahí para mí.’”
La enseñanza del Evangelio en seminario e instituto es especialmente vital para aquellos estudiantes que no tienen una red de apoyo del Evangelio en casa.
“Podrían ser aquellos que hacen una pregunta en privado solo para participar en una nueva discusión del Evangelio porque es el único momento en el que tienen esa conexión espiritual en su día. Atesora esas oportunidades y dedícales un tiempo.”
A lo largo del tiempo, Cristo ha demostrado incansablemente Su amor por todos.
“Él estará con nosotros, Él nos consolará, y Él nos sanará si nos acercamos a Él y recurrimos a Su poder para salvarnos. Con mucha frecuencia, Él sana los corazones heridos. ¿Cómo sucede? Nos preguntamos, por medio del poder de la Expiación que se ejerce en nuestras vidas hoy, no al final, antes del juicio final, sino cada día que buscamos ser como Él, amar lo que Él ama, seguir a Sus profetas elegidos.”
Como el ángel que consoló al Salvador durante el inmenso dolor que sufrió en el Getsemaní, los maestros del Señor pueden ser ángeles de consuelo para aquellos a su cargo.
Encontrar sanación
El Élder Rasband desafió a los maestros de seminario e instituto a ayudar a los estudiantes a conocer el amor de Dios mientras desarrollan una comprensión de la Expiación. “Aliéntenlos a encontrar gozo y propósito al servir a los demás y servir en el templo.”
“Animen a sus alumnos a siempre tener una recomendación para el templo… y, luego, compartir sus sentimientos acerca de estar en el templo, la revelación y la inspiración que llegan a medida que avanzan en esta vida ‘por lo mejor’ al servir a aquellos que no pueden hacer las ordenanzas por sí mismos.”
Luego, el Élder Rasband compartió una enseñanza esperanzadora del Apóstol de la Iglesia, el Presidente Russell M. Nelson: “Cuando centramos nuestra vida en el Plan de Salvación de Dios… y Jesucristo y Su Evangelio, podemos sentir gozo independientemente de lo que esté sucediendo —o no esté sucediendo— en nuestra vida.”
La influencia, el impacto y el alcance de Cristo, son universales. “Él nos ama en nuestras horas más brillantes y más oscuras”, dijo.
Sostener el poder también viene cada semana al renovar los convenios sagrados y al participar de la Santa Cena. “Permitamos que la bendición de la Santa Cena ‘siempre tenga Su Espíritu con nosotros’, sea algo de lo que hablemos a fin de recurrir al poder sanador de Jesucristo, a través de Su Expiación, y sea real.”
El Élder Rasband concluyó con un testimonio apostólico y un recordatorio del poder amoroso del Salvador para elevar y sanar a todos los necesitados.
“Jesucristo siempre es la respuesta. Al comprender Su misión y Su Evangelio, nuestro amor por Él y nuestra creencia y confianza en Él, nos dan fortaleza.”
El Élder Kim B. Clark, Setenta Autoridad General y Comisionado del Sistema Educativo de la Iglesia, presentó al Élder Rasband e hizo comentarios breves.
Este artículo fue escrito originalmente por Jason Swensen y fue publicado en thechurchnews.com con el título “Elder Rasband calls teen suicide ‘a crisis reaching all around the world,’ shares message of hope in Christ.”