3 cosas claves que harán que tus oraciones sean contestadas

Creer que hay una prueba de dignidad en nuestras vidas es una de las mentiras más peligrosas. Nos priva de la esperanza y de dar el primer paso para venir a Cristo y usar Su expiación para cambiarlas. 

En la conferencia general de octubre del 2023, el élder Joaquin E. Costa, nos recordó

“Venimos a Jesús para arreglar nuestras vidas a través de Él. No venimos a Cristo porque somos perfectos, venimos a Él porque somos imperfectos y en Él podemos ser perfeccionados”. 

Incontables veces, nuestros líderes nos han recordado que no solo cualquiera puede orar, sino que podemos hacerlo en cualquier momento, hora y lugar. Esas oraciones pueden y deben ser tanto de súplicas como acción de gracias. 

En mi vida, he encontrado 3 maneras de aceptar más plenamente el don de la oración y estas son las siguientes:

1. Recordar las oraciones que fueron contestadas 

hombre orando

Creía que con el tiempo tendría más experiencias espirituales. Imagen: Canva

Cuando era niña me preguntaba por qué no sentía las mismas “señales” de revelación personal o la presencia de Dios en mi vida. Aparte de una experiencia memorable que pase en mi juventud, no sentía regularmente un “ardor en el pecho” como escuchaba describir a las personas de mi entorno. 

Aquello no me molestaba mucho. Consideraba que debían ser cosas de adultos y que cuando fuera mayor, tendría las experiencias espirituales que tanto buscaba. 

A los 12 años, oré fervientemente para evitar una tragedia en mi familia. El resultado no fue como lo esperaba, sin embargo, sentí amor, paz y un ardor en el pecho. Fue una experiencia única que nunca olvidaré.

manos orando

Sentí con certeza que Dios me conocía, apoyándome a través de mis líderes. Imagen: Canva

Hace poco me estaba encargando de una actividad de barrio de la que era responsable. En este evento, participaban otros nueve barrios y se habían aceptado las invitaciones.

Días antes del evento, me di cuenta de que había un problema y para solucionarlo requería una construcción de soportes y vallas de plástico y no tenía ninguna experiencia en esto.

La idea de resolverlo me pareció muy complicada.

Mientras me encontraba estancada en el tráfico, sentí que debía llamar al primer consejero del obispado. 

A pesar de que dudaba de sus habilidades en construcción, seguí esa impresión. 

Milagrosamente, el hermano resolvió el problema y lo hizo incluso mejor de lo que imaginaba. En ese momento, sentí con certeza que Dios me conocía, apoyándome a través de este hermano.

Esta experiencia fortalece mi fe, recordándome que Dios escucha y responde mis oraciones de manera real y directa, y que siempre estará a mi lado toda la vida.

2. Orar de manera constante 

hombre orando

 Reconoce que todo lleva tiempo y perseverancia. Imagen: Canva

Podemos evitar caer en la frustración si recordamos que, a veces, los grandes cambios requieren tiempo, paciencia y perseverancia. Incluso si realmente queremos cambiar de corazón, esto solo se producirá a largo plazo si nos esforzamos poco a poco. 

Soy una instructora de música y el 90% de lo que enseñó requiere repeticiones diarias. Puede parecer tedioso, pero perseverar en mi búsqueda de nuevas maneras creativas de enseñar me ayuda muchísimo.

De la misma manera, cuando nos encontramos en la búsqueda de cambios personales, la perseverancia y la constancia al orar y confiar en la expiación de Cristo es lo que nos ayuda a avanzar en momentos difíciles. Nos brindan un puerto seguro para no caer en la desesperanza.

mujer orando

Recibirás consuelo y seguridad para perseverar por medio de la oración. Imagen: Canva

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió una experiencia que nos recuerda que en esos momentos tenemos la oportunidad de orar con fervor al Padre Celestial y que las respuestas llegarán para reconfortarnos y asegurarnos que no estamos solos y que somos amados. 

En estos momentos que queremos sentirnos más cerca a Dios, recibimos consuelo y seguridad para perseverar por medio de la oración.

3. Orar con certeza

A veces podemos pensar que nunca nos pasará nada malo o desagradable porque oramos y cumplimos nuestros mandamientos. Imagen: Canva

A veces podemos pensar que nunca nos pasará nada malo o desagradable porque oramos y cumplimos los mandamientos. La canción de la Primaria “El sabio y el imprudente” nos recuerda que todos pasamos las mismas pruebas, pero queda en nosotros saber cómo llevarlas. 

A pesar del dolor y la angustia que vienen de nuestras tribulaciones, podemos estar seguros que el Padre Celestial no nos ha abandonado, solo es parte del proceso.

La supervivencia se basa en el lugar donde se construye nuestro hogar. Imagen: Canva

El élder Joaquín E. Costa, Setenta Autoridad General, compartió una vez la historia de una mujer que perdió todo en un incendio en Chile:

“Cuando vi que las casas cercanas se estaban quemando, tuve la impresión de que nuestra casa se iba a quemar, que lo íbamos a perder todo, todo y, en lugar de desesperación, experimenté una indescriptible sensación de paz; sentí que de alguna manera todo iba a estar bien”. 

Puede que las cosas no mejoren de un día para otro sin importar cuánto oremos, ayunemos o visitemos el templo, sin embargo, debemos tener la certeza de que las cosas mejorarán, aquello es en sí una respuesta de las cosas buenas que vendrán.

Quizá las bendiciones no vengan de la manera que queremos o esperamos, pero llegaremos a sentir paz y tranquilidad.

La vida tiene sus desafíos, pero la oración diaria nos conecta con el poder de Cristo, convirtiendo nuestras experiencias en beneficios. No es fácil, pero definitivamente vale la pena.

Fuente: LDS Living

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Comentarios
Gracias por estos bellos mensajes ,estoy pasando pruebas dificiles y este mensaje me ayudo a comprender y recordar que nuestras oraciones son contestadas
Kary

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