Adolescentes mormones: viviendo vidas de servicio

Hoy leí otro artículo sobre cómo los adolescentes de hoy en día son todos egoístas, exigentes y se creen con derecho a todo. La gente se ha quejado de ello desde el principio de los tiempos. Eso ha sucedido acerca de mi generación, la generación de mis hijos, y probablemente sucederá con la generación de mi nieta.

Los malos adolescentes llaman la atención. A los medios de comunicación les encanta cubrir la mayoría de los malos actos de los adolescentes, pero hay informes menos entusiastas sobre la mayoría de los adolescentes que viven vidas normales tranquilas y tienen un buen comportamiento. Con los años, he escrito muchos artículos acerca de los adolescentes mormones y he tenido la oportunidad de conocer que no todos los adolescentes son malos o egoístas. Hay muchos jóvenes de todas las religiones que viven sus vidas como la de Cristo. Las siguientes son algunas historias que he cubierto en los últimos años, con enlaces para que pueda leer más. Recordemos a estos chicos cuando seamos tentados a estereotipar a todos los adolescentes en el mismo lado del mal.

Paris Thomas: adolescente mormón que supera la pobreza

El padre de Paris fue a la cárcel y su madre luchó desesperadamente para cuidar a su familia. Vivieron por un tiempo en un coche y sus dos hermanos mayores se metieron en problemas y murieron. París abandonó la escuela. Hasta  este punto, él podría encajar en las historias habituales, salvo que algo cambió para París. Se convirtió en un mormón al igual que su madre. Los mormones hacen hincapié en la educación, por lo que París volvió a la escuela y aprendió a no meterse en problemas. Estaba decidido de que su madre no perdería otro hijo. Lo está haciendo bien y a diferencia de los estereotipos percibidos, él no culpa a su pobreza, el arresto de su padre o cualquier otra cosa de su vida pasada. El es mejor que sus circunstancias y está decidido a hacerlo, al poner en practica lo que su  nueva iglesia le ha enseñado: que él es un hijo de Dios con un potencial ilimitado para hacer su vida mejor.

Lea acerca de Paris Thomas

Spencer: amistad más allá del campeonato

El amigo de Spencer es Dayton, es un adolescente con parálisis cerebral. Spencer quiere asegurarse de que Dayton pase todas las experiencias típicas de la adolescencia e incluso algunos que no son tan típicas. Spencer es un corredor de triatlón y un día decidió que  Dayton necesitaba una oportunidad de participar en un triatlón. Dayton asintió al  parpadear, su única manera de comunicarse. Dayton no puede caminar, sentarse solo, ni hablar, así que Spencer se puso a trabajar pensando cómo pasar cada parte de la carrera. Spencer y sus amigos construyeron una bicicleta con un carrito en el que  Dayton podría subirse, este cubría la parte de la bicicleta. Él podría nadar tirando de una balsa inflable. Correría empujando la silla de ruedas.

Obviamente, Spencer no podía ganar la carrera con los retos adicionales de empujar a su amigo, pero a él no le importaba. Aunque los dos terminaron primero en la carrera de relevo, estuvieron en el puesto general número 82. Sin embargo,  para Spencer el propósito no era otro trofeo, le estaba dando una oportunidad única a un amigo. No hay nada egoísta en la amistad de Spencer con Dayton.

Lea acerca de Spencer

Brandon Jackson: adolescente mormón que sirve a los huérfanos

Brandon Jackson participa con una ONG que sirve a los huérfanos en Honduras. La primera vez que se enteró del programa fue en el octavo grado, cuando el fundador habló en su escuela. Trató de descartar un impulso de ayudar––pensaba que era demasiado joven para hacer alguna diferencia. Una vez más, el impulso llegó y él no sólo se registró, sino que animó a los demás a unirse. Él logró juntar varios miles de dólares al año para el programa y también viaja a Honduras en las vacaciones para trabajar, ayudar a los huérfanos en cinco escuelas. Aunque la mayoría de los adolescentes están pasando sus vacaciones jugando, él está cuidando de los huérfanos.

Vea la historia de Brandon (video en inglés)

Porrista honoraria mormona

Brittaney tiene distrofia muscular y tiene alrededor de un año de vida. Su único sueño sin lograr era ser una porrista. Cuando una de los miembros del equipo se enteró de esto, presentó la idea al equipo, quienes aceptaron con entusiasmo. Sin embargo, el distrito escolar negó la solicitud debido a problemas de responsabilidad legal, pero las chicas no se dieron por vencidas. Ellas siguieron luchando hasta que los adultos aceptaron. Ahora, Brittaney tiene su propio uniforme y se sitúa en el extremo de la fila de porristas, haciendo los movimientos de las manos, girando en su silla, y siendo plenamente parte del equipo como una animadora de honor (porque ella no estaba obligada a intentarlo). Estos adolescentes están en Utah, así que no todos pueden ser mormones, pero todos son personas altruistas encantadas de hacer realidad el sueño de otra persona.

Vea la historia de Brittaney (video en inglés)

Estas son sólo algunas de las historias que he encontrado en los últimos años, sobre adolescentes que no están viviendo vidas de egoísmo o con actitudes de prepotencia. Hay adolescentes como estos en todo el mundo, en silencio haciendo actos de servicio de los que nunca se hicieron vídeos o no fueron cubiertos en las noticias. Vemos lo que nos disponemos a ver, veamos lo bueno.

Este artículo fue escrito por

Terrie Lynn Bittner

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