Algunos términos y títulos que debes conocer de la Iglesia de Jesucristo

persona hablando en el pulpito

Hay términos y títulos dentro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que pueden sonar extraños al principio. 

Entonces, en el siguiente vídeo, hablaremos de la organización y la estructura de nuestra Iglesia, y te presentaremos algunos términos y títulos con los que seguramente te encontrarás a medida que aprendas más sobre nosotros. 

Recuerda lo siguiente:

Barrio

Tu congregación local de Santos de los Últimos Días se llama “barrio”. Dependiendo de dónde vivas, puedes pertenecer al Barrio Arbolitos, Barrio Magdalena, Barrio Los Andes, etc.

Si no hay suficientes miembros en tu área para crear un barrio, en su lugar, puede haber una versión más pequeña de un Barrio llamada Rama.

Cada barrio está dirigido por un obispado, que incluye al obispo y sus dos consejeros.

Dentro de cada barrio hay muchas organizaciones diferentes, cada una de las cuales está dirigida por una presidencia de tres personas.

Organizaciones de la Iglesia de Jesucristo

Está el Cuórum de Élderes para hombres adultos que tienen el oficio del sacerdocio de “élder”; la Sociedad de Socorro para mujeres adultas; la Escuela Dominical para hombres y mujeres, la Primaria para niños y niñas; y las organizaciones de las Mujeres Jóvenes y los Hombres Jóvenes para los adolescentes.

La organización de los Hombres Jóvenes se divide en los quórumes de Diáconos, Maestros y Presbíteros, que son oficios del sacerdocio en los que los hombres jóvenes avanzan a medida que crecen.

Además de los líderes de estas organizaciones, también hay docenas de otras asignaciones por cubrir dentro de cada barrio. Puede haber un director de coro, un bibliotecario, un especialista en autosuficiencia, etc.

El obispo

Como líder del barrio, el obispo aconseja a los demás y busca inspiración sobre a quién invitar entre los miembros del barrio para ocupar estas posiciones.

Su responsabilidad en el barrio es su “llamamiento”. Los llamamientos son temporales y el objetivo es el servicio, no el “ascender” a posiciones de liderazgo.

En los diversos barrios de los que he sido parte, he sido maestro en diferentes organizaciones, he estado en presidencias de escuela dominical, incluso he sido líder de guardería.

Hay más de 31,000 barrios y ramas Santos de los Últimos Días en todo el mundo.

La Estaca y sus líderes

Un grupo de varios barrios o ramas constituye la siguiente unidad organizacional llamada Estaca

“La palabra estaca se toma de la imagen de la tienda del Antiguo Testamento en la que la ‘tienda’, o iglesia, se sostiene y refuerza con estacas” (ver Isaías 54:2). -Sala de Prensa de la Iglesia

Los líderes de estaca presiden los distintos barrios dentro de la estaca. La estaca está dirigida por una presidencia de estaca

El sumo consejo de estaca ayuda a esa presidencia a dirigir la estaca.

También hay presidencias a nivel de estaca para los programas de la Escuela Dominical, la Sociedad de Socorro, la Primaria, los Hombres Jóvenes y las Mujeres Jóvenes, mientras que la presidencia de estaca también sirve como la presidencia del Cuórum de Élderes.

Dentro de cada estaca, un hombre también tiene el llamamiento de Patriarca de estaca. Su responsabilidad es dar lo que llamamos bendiciones patriarcales, y puedes aprender más sobre ese llamamiento en este episodio.

Hay más de 3,400 estacas Santos de los Últimos Días en todo el mundo. A nadie que tenga un llamamiento a nivel de barrio o de estaca se le paga por su labor, incluidos los obispos y los presidentes de estaca.

Cuórumes de los Setenta

El siguiente nivel de liderazgo son los Cuórumes de los Setenta. Este oficio del sacerdocio recuerda con el pasaje en Lucas 10, cuando Cristo “designó a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de sí a toda ciudad y lugar a donde él había de ir” (Lucas 10:1).

En la actualidad, para satisfacer las necesidades de una Iglesia mundial en crecimiento, existen actualmente doce Cuórumes de los Setenta, dirigidos por siete hombres que componen la Presidencia de los Setenta.

Las presidencias compuestas por 3 Setentas presiden grupos de estacas de la Iglesia en 22 áreas diferentes alrededor del mundo.

El Cuórum de los Doce Apóstoles

Presidiendo los Quórumes de los Setenta está el Cuórum de los Doce Apóstoles, que es el segundo cuerpo gobernante más importante de la Iglesia.

La Primera Presidencia

El máximo órgano de liderazgo de la Iglesia es la Primera Presidencia, compuesta por el presidente o profeta de la Iglesia y dos consejeros escogidos del Cuórum de los Doce Apóstoles.

Cuando el presidente de la Iglesia fallece, el apóstol que ha estado más tiempo en el Cuórum de los Doce toma su lugar y elige a sus consejeros.

Y finalmente, ¿quién preside la Primera Presidencia? JESUCRISTO.

Autoridades Generales

Los líderes mundiales generales de la Iglesia se conocen como Autoridades Generales u Oficiales Generales de la Iglesia.

Estos incluyen la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce Apóstoles, los primeros dos Cuórumes de los Setenta, así como las presidencias a nivel de toda la Iglesia sobre las organizaciones de la Escuela Dominical, la Sociedad de Socorro, la Primaria, los Hombres Jóvenes y las Mujeres Jóvenes.

También hay un Obispado Presidente.

“El Obispo Presidente y sus dos consejeros… sirven bajo la dirección de la Primera Presidencia para administrar los asuntos temporales de la Iglesia”.

Esta estructura puede cambiar y evolucionar para adaptarse a las necesidades de la Iglesia, según sea necesario. 

Una de las cosas que me encantan de la estructura de la Iglesia es que nuestras Escrituras enseñan que para tener la ayuda de Dios en tu posición de liderazgo, debes ser desinteresado y sincero. Estos pasajes de las Escrituras se refieren específicamente a los poseedores del sacerdocio, pero creo que los principios se aplican a todos los líderes:

“…cuando intentamos encubrir nuestros pecados, o satisfacer nuestro orgullo, nuestra vana ambición, o ejercer mando, dominio o compulsión sobre las almas de los hijos de los hombres, en cualquier grado de injusticia, he aquí, los cielos se retiran, el Espíritu del Señor es ofendido, y cuando se aparta, se acabó el sacerdocio o autoridad de tal hombre…

Ningún poder o influencia puede ni debe ser mantenido en virtud del sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad y mansedumbre, y por amor sincero;

Por bondad y por conocimiento puro, lo cual engrandecerá en gran manera el alma sin hipocresía y sin malicia; reprendiendo en el momento oportuno con severidad, cuando lo induzca el Espíritu Santo; y entonces demostrando mayor amor hacia el que has reprendido…” (Doctrina y Convenios 121: 36-43).

Ser un líder en nuestra fe nunca se dará por motivo de poder o dominio sobre los demás. Se trata de servir, tal y como lo ejemplificó nuestro gran líder, Jesucristo.

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