Vencer el temor a tener hijos: Decidir formar una familia en un mundo cada vez más difícil

Actualmente, es muy común que las personas decidan no tener hijos. Una de las principales razones es que el mundo es muy caótico. Piensan que no vale la pena traer a otro ser humano a vivir aquí y pasar por las dificultades que atravesamos hoy en día.

Verás, este no es un artículo para juzgar a las parejas que deciden no tener hijos o deciden limitar la cantidad de hijos que traerán a este mundo. Esa decisión es de la pareja junto con el Señor.

Sin embargo, quiero mostrarles lo que el Señor nos dice sobre este tema a través de las Escrituras, y sus profetas y apóstoles modernos.

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Primero, todos los hijos espirituales de nuestro Padre Celestial deben experimentar el cuerpo físico y la mortalidad. Es parte del plan de Dios que pasemos por esta experiencia terrenal para desarrollar plenamente nuestro potencial divino a través de la experiencia de la vida terrenal.

Todos los espíritus que optaron por seguir a Jesucristo en la vida preterrenal tienen derecho a recibir sus cuerpos físicos. El Padre Celestial, en su infinita bondad, estableció mandamientos para que estos espíritus pudieran venir a la tierra en condiciones favorables para su desarrollo físico y espiritual.

Uno de estos mandamientos es la ley de castidad, que establece que las relaciones sexuales deben guardarse para el matrimonio entre un hombre y una mujer.

En “La familia: una proclamación para el mundo” leemos:

“La familia es ordenada por Dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para Su plan eterno. Los hijos merecen nacer dentro de los lazos del matrimonio y ser criados por un padre y una madre que honran sus votos matrimoniales con completa fidelidad”.

El escenario ideal para Dios es que TODOS sus hijos nazcan en estas condiciones. Sin embargo, por el libre albedrío que tenemos o la falta de conocimiento del Evangelio, la realidad en el mundo no es así.

Vemos que cada vez más niños nacen en hogares sin ninguna estructura familiar, sin un entorno propicio para el desarrollo espiritual y el intelecto.

Esto explica mucho la realidad caótica que vemos en el mundo de hoy: la familia siendo atacada, cada vez más casos de enfermedad mental, hambre, abandono y rebelión contra Dios.

En la misma proclamación leemos:

“El primer mandamiento que Dios les dio a Adán y a Eva se relacionaba con el potencial que, como esposo y esposa, tenían de ser padres. Declaramos que el mandamiento de Dios para Sus hijos de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vigor”.

Traer hijos a este mundo es una responsabilidad sagrada y un mandamiento, como cristianos, tenemos el deber de proporcionar un ambiente saludable para que estos hijos espirituales de Dios lleguen a la vida terrenal.

Debido a las circunstancias actuales, nuestro Padre Celestial anhela cada vez más que aquellas parejas que tienen el privilegio de conocer y vivir el Evangelio, puedan criar hijos fuertes espiritualmente y capaces de defender el reino de Dios, después de todo estamos viviendo en los últimos días y el Señor está construyendo su ejército.

No hay mejor experiencia que la maternidad y la paternidad para enseñarnos sobre el amor del Padre Celestial por nosotros, sobre el altruismo, sobre el amor sincero, sobre la entrega abnegada.

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Esta experiencia terrenal nos moldea, hace madurar y fortalece aún más nuestra relación con Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo.

Nunca estaremos preparados al 100% para ser padres. No obstante, como en cualquier otro llamamiento, el Señor nos empodera y abre puertas para que podamos cumplir con esta responsabilidad de la mejor manera.

Nuevamente, la decisión de cuántos hijos tener y cuándo tenerlos se debe tomar en pareja y con la ayuda del Señor, ya que cada familia tiene sus circunstancias, dificultades y limitaciones.

Sin embargo, siempre es bueno recordar los mandamientos y la doctrina del Señor sobre el tema, para que las doctrinas que se predican en el mundo de hoy no causen confusión ni nos impidan desarrollar nuestro potencial divino y contribuir a la edificación del reino de Dios en la Tierra.

Esta es una traducción del artículo que fue publicado en Mais Fe con el título “Escolher ter filhos em um mundo cada vez mais difícil”.

Comentarios
Hola, tengo una pregunta muy importante, ¿quisiera saber qué opina la iglesia sobre el tema de dejar que nuestros hijos estén solos en una habitación con sus novi@s? Ya que yo pienso que si uno no les da confianza a sus hijos es peor, porque por ejemplo en relaciones sexuales si ellos quieren igual lo harán dentro o fuera de casa y si uno los mantiene muy controlados nunca tendrán confianza en nosotros para guiarlos y aconsejarlos.
Estu
Hola Estu, en el manual de la fortaleza para la juventud nos indican que debemos evitar que los jovenes estén a solas
Yesenia Mendoza

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