La llegada a tierra del huracán Michael, el miércoles 10 de octubre, dejó casas destruidas, carreteras inundadas y algunos Santos de los Últimos Días atrapados en sus casas debido a los escombros. “Vamos a tener fe en que el Señor nos dará carreteras despejadas para poder ayudar a las personas,” dijo el Setenta de Área, el Élder Douglas B. Carter, sobre los esfuerzos de limpieza que se avecinan.
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El jueves, los líderes locales del sacerdocio y la Sociedad de Socorro siguieron evaluando los daños exactos que causó el huracán Michael a lo largo de las comunidades costeras del noreste de Florida como un huracán de categoría 4.
La inundación destruyó casas y afectó barrios. Por otro lado, el jueves, se informó que casi medio millón de personas no tenían electricidad en los estados afectados por la tormenta.
El Élder Carter habló con Church News sobre el impacto de la tormenta en los Santos de los Últimos Días y las propiedades de La Iglesia mientras viajaba de su casa en Florida central hasta el noreste.
No se informó sobre Santos de los Últimos Días heridos y todos los misioneros en las regiones afectadas por la tormenta están seguros y contabilizados. Pero, las casas de muchos Santos de los Últimos Días resultaron destruidas o sufrieron algún daño.
Artículo originalmente por Church News y publicado en ldsliving.com con el título “Some Members Trapped in Their Homes as Cleanup Efforts Begin After Hurricane Michael.”