Lección 24 del Antiguo Testamento: “Crea en mí… un corazón limpio”

expiación

Al estudiar esta lección 24 del Antiguo Testamento: “Crea en mí… un corazón limpio”, entendamos que el objetivo de la clase es que cada uno de nosotros procuremos ser castos en pensamiento y obra y arrepentirnos de nuestros pecados.

David comete adulterio con Betsabé

Al estudiar 2 Samuel 11 veremos que David paseaba por el terrado de su casa cuando vio a Betsabé y tuvo la tentación de cometer adulterio con ella. ¿Qué debió haber hecho David cuando vio a Betsabé? ¿Qué hizo David que lo llevó a pecar con ella?

Aquí algunas enseñanzas de lo que debemos evitar y cómo hacerlo:

Lo que debemos evitar Cómo evitarlo
Los pensamientos impuros o inmorales. Tengan pensamientos edificantes.
Los programas de televisión, las películas, las revistas, los libros y la música pornográficos o de alguna forma insinuantes. Escojan los programas de televisión, las películas, los libros, las revistas y la música que inspiren a hacer lo bueno.
Actividades inmorales durante las salidas con personas del sexo opuesto. Sigan las normas para las citas (o el salir con personas del sexo opuesto) que los Profetas de los últimos días enseñan y que se mencionan en La fortaleza de la juventud.
El coqueteo después del matrimonio. Amen a su cónyuge con todo el corazón. Sigan “como de novios” (el desarrollo de una buena relación) con el cónyuge.
Los lugares o las actividades que no nos permitan tener la compañía constante del Espíritu Santo.

Asegúrense de que los lugares a donde vayan y las actividades en las cuales participen les permitan tener la compañía constante del Espíritu Santo.

El élder Richard G. Scott enseñó:

“No te tranquilices con la idea de que nadie conoce tus transgresiones; eso es hacer como el avestruz, que entierra la cabeza en la arena, no ve nada y cree estar escondido, cuando en realidad, es ridículamente visible. Del mismo modo, todos nuestros actos son visibles para nuestro Padre Celestial y Su Hijo. Ellos nos conocen muy bien…

“Si has pecado gravemente, no hallarás satisfacción ni gusto duraderos en lo que hayas hecho. El tratar de cubrir la transgresión puede parecer una solución, pero no lo es. Y el tentador tiene toda intención de hacer públicos tus actos más vergonzosos en el momento más inoportuno. La mentira teje una trama que atrapa y que se convierte en una trampa que Satanás usa para dañarte” (“Busquemos el perdón”, Liahona, julio de 1995, págs. 86–87).

David es castigado por sus pecados

Tal como se registra en 2 Samuel 12 y explica el presidente Marion G. Romney dijo: “David… aunque altamente favorecido por el Señor, de hecho se referían a él como un hombre con el corazón semejante al de Dios, cedió a la tentación. Su inmoralidad le llevó al asesinato. Como consecuencia, perdió su familia y su exaltación”.

David se arrepiente y busca el perdón

En Salmos 51:13,  David expresó su deseo de ayudar a los demás a arrepentirse, diciendo: “Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti”. En este salmo se demuestran muchos de los aspectos del verdadero arrepentimiento. La siguiente declaración del élder Boyd K. Packer nos enseña:

“La desalentadora idea de que un error (o aun una serie de errores) hace que sea demasiado tarde para salvarse no proviene del Señor. Él ha dicho que si nos arrepentimos, no sólo nos perdonará los pecados, sino que también los olvidará y no los recordará más… El arrepentimiento es como el jabón, puede borrar los pecados. Las manchas que estén muy percudidas quizás requieran el detergente fuerte de la disciplina para quitarlas, pero las quitará” (“A los jóvenes”, Liahona, julio de 1989, pág. 68).

 

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