Lección 27 de D. y C.: “…es preciso que sean disciplinados y probados, así como Abraham”

Disciplinados y probados

Al estudiar esta lección de la Escuela Dominical, entendamos que es objetivo de esta clase es aprender acerca de los esfuerzos de los pioneros de la iglesia por establecer Sión en Misuri y de esa misma forma nosotros debemos edificar Sión en estos tiempos. Animamos también a estudiar el libro Revelaciones en Contexto.

El Señor instruye a los santos

Cuando José Smith se enteró en Kirtland de los desafíos que habían en Misuri, se sintió sumamente afligido y oró por la redención de Sión y recibió la revelación que se encuentra  ahora en D. y C. 101.

disciplinados y probados

Después de haberlos disciplinado  y probado al igual que Abraham, el Señor demostró compasión por los santos y les prometió que no los desecharía y sería misericordioso “en el día de la ira”. Prometió también salvar, congregar y consolar a Sus santos y que Sión sería redimida en el futuro.

El Campo de Sión

José Smith organizó el Campo de Sión para ayudar a los santos del condado de Jackson a recuperar sus casas y sus tierras. Sin embarho, después que el campo viajó casi 1.600 kilómetros hasta el río Fishing, cerca del condado de Jackson, el Señor reveló a los santos que debían esperar para la redención de Sión. Al poco tiempo, el Profeta disolvió el campo.

Mientras algunas personas pensaron que el Campo de Sión había sido un fracaso, el haber logrado esos propósitos fue de gran importancia para la Iglesia. El Campo de Sión es un claro ejemplo de cómo en ocasiones los propósitos de Dios se cumplen de una forma que muchas veces no comprendemos en el momento.

¿En qué forma preparó el Campo de Sión a los futuros líderes de la Iglesia?

Cuando Brigham Young regresó a Kirtland del Campo de Sión, le preguntaron: “¿Qué ganaron con esa jornada?” Él contestó: “Exactamente lo que habíamos ido a obtener… No cambiaría el conocimiento que recibí en esa experiencia por toda la fortuna de [este] condado” (en Journal of Discourses, tomo II, pág. 10).

El Señor ha prometido que Sión será redimido y nos ha dicho qué debemos hacer para prepararnos para ese día. Recuerde a los miembros de la clase que hoy de todo corazón debemos procurar edificar Sión en nuestra familia y en nuestra estaca. Testifique, como se lo indique el Espíritu, de las verdades analizadas durante la lección.

 

 

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