Pedir que te releven de un llamamiento de la iglesia: 4 preguntas que considerar

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La gran pregunta: ¿Debería “renunciar” a un llamamiento de la iglesia?

Es más complicado de lo que suena. Algunas personas dirán inmediatamente “no,” al pensar que la decisión podría mostrar falta de fe y algunos podrían decir “sí” sin dudarlo, al entender que estos llamamientos de la iglesia están llenos de voluntarios.

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Creo que la respuesta requiere ser analizada. Si hemos llegado a un punto en nuestros llamamientos de la iglesia que nos hace pensar en pedir que nos releven. Entonces, se necesitan formular algunas preguntas antes de hablar con un miembro del obispado.

  1. ¿Este llamamiento de la iglesia está causando ansiedad o sentimiento que alejarían al Espíritu?

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Si es así. Entonces, ¿por qué sucede? ¿Sufres de ansiedad que es o necesita ser tratada clínicamente? Si la respuesta es no, considera el siguiente ejercicio mental. Antes de criticar tu entorno, a las personas a las que sirves o donde sirves como la primaria/guardería, observa tu interior, a ti mismo. ¿Te colocas una mayor carga de la necesaria? Si puedes, delega responsabilidades. ¿Eres una persona que hace listas y cuando no se completa esa lista tomas el fracaso de manera personal? Si es así. Entonces, detente.

Debes analizar por qué te sientes de esa manera y determinar si es algo que puedes cambiar en ti; algún aspecto de tu entorno que puedas controlar, como delegar responsabilidades; o, si es algo que está fuera de tu control. Muchas veces podemos descubrir que las situaciones que se encuentran en nosotros mismos se pueden manejar para lo mejor por medio de ciertos esfuerzos de nuestra parte. Lo difícil es darnos cuenta de lo que podríamos necesitar para cambiar. Ahí es cuando entra en acción la pregunta dos.

  1. ¿Has conversado con el Señor sobre tus sentimientos y situación?

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Incluye a nuestro Creador en tus pruebas. Recuerdo que en la escuela de medicina, era estudiante en una rotación de medicina de emergencia, cerca de las 2 a.m., cuando un hombre acababa de recibir un golpe en la cabeza con un bate. Necesitaba que le hicieran una gran laceración en la parte posterior de la cabeza con puntos. Como esta era mi segunda rotación clínica, parecía una tarea abrumadora, especialmente porque nunca antes había realizado ese procedimiento en una persona real, solo había practicado en pieles falsas, insensibles e inmóviles.

“Lo tienes,” dijo una voz en mi cabeza. Una voz más sensata dijo, “Ve, dile a tu doctor que no te sientes cómodo al hacer esto por primera vez solo y que te gustaría que te guíe.” Entonces, eso fue lo que hice.

Tenemos un Padre Celestial que siempre es amoroso y comprensivo. Cuando nos acerquemos a Él, nos escuchará y si le pedimos Su guía, nos la dará. Debes entrar en una conversación con la mente abierta porque podrías recibir una respuesta que no te guste, pero confía en Dios y anota tus pensamientos. Este proceso podría tomar muchos intentos, pero no tomes ninguna decisión sin consultar a Dios.

  1. ¿Recibiste una bendición del sacerdocio?

llamamiento de la iglesia

Una bendición del sacerdocio te podría revelar información adicional que de otro modo no conocerías. Además, una bendición del sacerdocio podría brindar la fortaleza espiritual para continuar con tu llamamiento de la iglesia. La voluntad del Señor se puede revelar de maneras muy poderosas durante una bendición del sacerdocio. Antes de pedir ser relevado, obtén una bendición del sacerdocio.

  1. ¿Has dado todo de ti?

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Cuando estaba en la escuela secundaria, formaba parte del equipo de natación. Como nuevo estudiante de primer año, no sabía en qué brazadas intentaría enfocarme y mi entrenador decidió dejarme probar todas durante los siguientes encuentros de natación. Durante el primer encuentro de natación, decidió que tenía que nadar la carrera de 500 metros. Esta fue la carrera más larga que se podía nadar y fue extremadamente agotadora. No estaba preparado para esta carrera. En la práctica, nadaba a más de 200 metros a la vez. Sabía que no iba a hacerlo bien. Casi a la mitad de la carrera, pude ver que algunos otros nadadores ya habían terminado y yo me estaba moviendo muy lento. Saqué mi cabeza del agua y le grité a mi entrenador, le dije que quería renunciar. Me respondió diciendo que no podía renunciar pero que tenía que darlo todo en esta carrera. Entonces, nunca tendría que volver a hacerlo. Terminé, muy lentamente y cansado, pero terminé. En consecuencia, nadé la carrera de 500 metros durante la escuela secundaria y me encantó. No siempre amaremos nuestros llamamientos de la iglesia, pero debemos darlo todo por aquello que nos ha pedido el Señor. Y, aunque tu llamamiento en la iglesia pueda ser difícil ahora, podrías descubrir nuevas habilidades, personas u oportunidades que te encantarán.

Si sigues estos pasos y continuas sintiendo la necesidad de ser relevado. Entonces, debes saber que no hay vergüenza en eso. Tienes la confirmación del Espíritu Santo y eso es todo lo que necesitas. Si sigues estos pasos y sientes que tienes un poco más para dar. Entonces, sigue intentando y orando, sé que el Señor te ayudará a magnificar tu llamamiento. Este es el reino del Señor en la tierra y somos las personas que lo ayudaran a progresar.

Artículo originalmente escrito por Austin Lee y publicado en ldsliving.com con el título “Asking to Be Released from a Church Calling: 4 Questions to Consider.”

Comentarios
Que sucede si uno hace bien su llamamiento, y luego lo relevan sin darle las gracias ni decirle que cuál fue el porque de su relevo.
Jessica
Buenas las ideas que da el artículo para meditar Sin embargo, lo correcto, aún respaldado por las amplias instrucciones en variados mensajes del Presidente Hinckley que habló mucho de llamar y relevar, es que no es correcto pedir un relevo. Tan simple como eso. Por que? Tan simple como saber que Dios llama mediante un líder autorizado y también releva mediante un líder autorizado. Pero es Dios quien llama y Dios quien releva. Es tan sagrado un llamamiento que es extendido por el Señor y no es postulable. No hay candidatos para ocupar un llamamiento. Del mismo modo, tampoco podemos pedir que se nos quite el llamamiento que con inspiración nos llegó. Lo que sí es cierto es que las personas que sienten que tienen mucha carga o que su condición cambió, y se les dificulta servir, puede hacerlo saber al Señor y al líder que les llamó a servir. Y el líder, bajo inspiración sabrá si las condiciones nuevas en la vida de la persona, resultan en un relevo o no. Es el Señor nuevamente quien releva mediante el líder inspirado, tras conocer la nueva situación de la persona que sirve. En resumen, los que hemos sido llamados a algo, si sentimos que se nos dificulta servir, somos libres de acudir a nuestro líder y comunicarle toda la nueva situación, y no a pedir un relevo. Si las condiciones efectivamente impiden servir, por supuesto que el líder extenderá el relevo sin problemas, porque es la voluntad del Señor. Todo es comunicación con Dios mediante la oración y con los líderes correspondientes a través de las entrevistas como un poderoso recurso ya sea para llegar a un relevo o para hacer ver mejor las posibilidades y potencial que tienen los miembros llamados.
Hernán

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