“¿Por qué los Santos de los Últimos Días no bautizan bebés?” Es una pregunta frecuente entre aquellos que desean saber más sobre nuestra religión y aquí te ayudaremos a resolverla.
Según Jesucristo, el bautismo es para la remisión de nuestros pecados y para recibir la compañía del Espíritu Santo.
“Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo”. (Hechos 2:38)
Desde Adán y Eva, todos estamos destinados a pecar y morir. Por ello, necesitamos ser bautizados.
No obstante, creemos que los niños menores de 8 años no son responsables de sus propias acciones. Por lo tanto, están protegidos de las tentaciones de Satanás. Así que, ¡no pecan!
Lo mismo ocurre con las personas que tienen alguna discapacidad intelectual y no pueden tomar decisiones por sí mismas, y los niños que fallecieron antes de los ocho años… ¡Cristo ya pagó sus pecados!
A partir de los ocho años, los niños empiezan a discernir el bien del mal, a tomar sus propias decisiones y hacerse responsables de lo que hacen. Por lo tanto, necesitan la compañía del Espíritu para protegerse de las tentaciones.
Entonces, en lugar de bautizarlos, puedes preparar a ese niño para que elija el bautismo:
“Instruye al niño en su camino; y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él”. – Proverbios 22:6
En La Iglesia de Jesucristo sabemos que la llegada de un bebé es sagrada. Así que, los padres pueden traer a sus hijos a la Iglesia para que reciban una bendición para su vida.
Fuente: Mais Fe