Recordatorio: La Iglesia es un lugar para pecadores que están intentando mejorar

En la conferencia general de octubre de 2017, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

“Mis hermanos y hermanas, con la excepción de Jesucristo, no ha habido comportamientos perfectos en este viaje terrenal en el que estamos embarcados; así que, mientras estemos en la Tierra procuremos mejorar de forma continua sin obsesionarnos con lo que los científicos de la conducta llaman el “perfeccionismo tóxico”. Debemos evitar tener esas expectativas excesivas de nosotros y de los demás.

Entonces, ¿cómo podemos crear un entorno en el que las personas se sientan seguras de crecer y de pedir ayuda cuando cometen un error?  

Kathryn Davis, profesora de seminario a tiempo completo, ha visto directamente lo dañino que es para nuestra salud mental ocultar nuestras imperfecciones o juzgarnos drásticamente por aquellas imperfecciones. 

Veamos, en un esfuerzo de promover la seguridad y la paz, cómo podemos construir un entorno seguro para que las personas puedan cometer errores y seguir sintiendo su gran valor como hijos de Dios.

¿Por qué sentimos la necesidad de escondernos?

Dios quiere que acudamos a Él cuando nos equivocamos, pues nuestro valor no disminuye. Arte: Light Upon His Shoulders por Yongsung Kim

La vida es como un aula donde Dios nos corrige amorosamente y nos enseña en base a nuestros errores, pero solo cuando estamos dispuestos a compartirlos con Él en lugar de esconderlos. Satanás es quien aumenta el miedo y la vergüenza de nuestros errores. 

Dios nunca nos dice que nos avergoncemos de nuestros errores. Es Satanás quien desea que nos escondamos, nos avergoncemos y ocultemos nuestros errores.

En cambio, Dios quiere que acudamos a Él cuando nos equivocamos, pues nuestro valor no disminuye.

¿Cuáles son los obstáculos al crear este espacio seguro?

Fomentar la vergüenza y la culpa son obstáculos para crear un espacio seguro. Imagen: Canva

Así como el Padre Celestial y Jesucristo olvidan nuestros pecados una vez que nos arrepentimos, debemos tener cuidado de no escandalizarnos cuando nos enteramos de los errores de otra persona. Fomentar la vergüenza y la culpa son obstáculos para crear un espacio seguro.

En lugar de ello, debemos ver esos errores como parte del plan, tal como enseñó el élder Lynn G. Robbins:

“El arrepentimiento es un don de Dios siempre a nuestro alcance que nos permite y nos habilita para ir de fracaso en fracaso sin perder nunca el entusiasmo. El arrepentimiento no es Su plan B por si fallamos. El arrepentimiento es Su plan”.

mujer mirando al cielo

Cuando aceptamos nuestras imperfecciones, creamos un ambiente que se esfuerza por parecerse más a Cristo. Imagen: Canva

Crear un “modelo” inalcanzable de un “buen miembro” también nos impide crear un lugar seguro, pues sentir la presión negativa de estar a la altura de los demás nunca viene de Dios.

La fe viene en una variedad de experiencias y estilos de vida, pues todos estamos esforzándonos para acercarnos al Salvador. 

Cuando aceptamos nuestras imperfecciones y creamos un ambiente en el que expulsamos los pensamientos de “soy perfecto” o “perfecta”, entendemos que todos tenemos algo que reparar y que ese entorno es el mejor para ayudarnos a parecernos más a Cristo.

¿Cuál es el mejor lugar para construir ese espacio seguro?

hombre feliz y sonriendo

El mejor lugar para construir un espacio seguro es dentro de uno mismo. Imagen: Shutterstock

El mejor lugar para construir un espacio seguro es dentro de uno mismo y en el hogar. Crear una imagen perfecta o asombrosa genera que las personas piensen que no deben contarte sus problemas o errores.

En lugar de eso, intentemos saludar y envolver con amor a toda persona que se nos acerque, para que se sienta seguro y vuelva a nosotros.

Hagamos lo mismo con nuestro hogar, dejando en claro que pueden venir a hablar o a buscar consuelo, siendo transparente y sabiendo que no serán juzgados.

También debemos aprender a diferenciar las situaciones en las que tenemos que enseñar y debemos escuchar. Cuando alguien está contando su historia, probablemente no sea el momento para enseñar, sino escuchar, amar y comprender. 

¿Cómo Cristo creó espacios seguros?

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A la mujer sorprendida en adulterio se le concedió tiempo para arrepentirse, tiempo que le habría sido negado por aquellos que querían apedrearla. Imagen: La Iglesia de Jesucristo

Jesucristo siempre utilizó el amor cuando interactuaba con los demás para crear espacios seguros en los que las personas pudieran creer, como el caso de la mujer adúltera.

En esa situación, nuestro Salvador les dio un tiempo a los acusadores para que se tranquilizaran, se tomó el tiempo para escribir en la arena, detuvo el juicio sobre la mujer y despidió a sus acusadores.

Luego, se puso a su altura, la miró a sus ojos y la miró a los ojos. 

Jesucristo, en ese momento, estableció una vez más el deber de no juzgar a los que nos rodean y nuestra responsabilidad de confraternizar con ellos y ellas; y como enseñó el presidente Dallin H. Oaks:

“A la mujer sorprendida en adulterio se le concedió tiempo para arrepentirse, tiempo que le habría sido negado por aquellos que querían apedrearla”.

pintura de jesucristo en el mar

Jesucristo siempre fue y es un lugar seguro. Créditos: Yongsung Kim

Ese momento, gracias al Salvador, se convirtió en un espacio seguro para que la mujer sintiera el deseo de cambiar su vida para mejor. 

Cristo entendía perfectamente a las personas con las que conversaba, conocía sus errores y sus defectos, pero las amaba igualmente. Él llegó hasta donde estaban y les enseñó cómo seguir adelante. 

Cuando amas incondicionalmente, inspiras a alguien a esforzarse por ser mejor. Ese fue el éxito de Jesucristo.

Simplemente, amemos

amigos abrazandosé

Simplemente, amemos. Imagen: Canva

El amor, no la crítica, es la mejor manera de ayudar a los que están luchando con sus errores. 

Todos vamos a cometer errores, pues eso es parte del plan de Dios, y aceptar nuestros errores e imperfecciones, en lugar de ocultarlos, nos ayudarán a crecer como Iglesia. 

Podemos celebrar el progreso que viene del fracaso y alegrarnos por la expiación de Jesucristo, que puede ayudarnos a absolutamente todos a estar limpios una vez más. 

Si realmente creemos en la expiación de Jesucristo, entonces la Iglesia de Jesucristo debería ser el lugar más seguro y confiable para equivocarnos. Esta Iglesia debería ser la comunidad más fácil en la que podamos cometer errores.

Fuente: LDS Living

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