El siguiente es un relato compartido por Ron McMillan, el protagonista de la historia, y su esposa, Bonnie McMillan, que lo apoyó en la prueba más dura de su vida.
En la conferencia general de octubre de 2023, el presidente Russell M. Nelson nos invitó a “pensar de manera celestial”. Nunca imaginé que comprendería tan profundamente el significado de esa frase y que eso me salvaría la vida tras una mortal caída.
Un intenso dolor
Un día salí a caminar por una montaña que estaba cerca de mi casa sin imaginar que mi vida cambiaría para siempre. Imagen: Canva
En su discurso, el presidente Nelson relató una experiencia que me reconfortó e inspiró durante mi recuperación:
“Al lidiar con el intenso dolor que me causó mi reciente lesión, he sentido un aprecio aun mayor por Jesucristo y el incomprensible don de Su Expiación.
¡Piensen en ello! El Salvador sufrió ‘dolores, aflicciones y tentaciones de toda clase’ para que Él nos pudiera consolar, sanar y rescatar en los momentos de necesidad.
Jesucristo describió Su experiencia en Getsemaní y en el Calvario: ‘Padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro’.
Mi lesión me ha llevado a reflexionar una y otra vez sobre ‘la grandeza del Santo de Israel’. En mi proceso de sanación, el Señor ha manifestado Su poder divino de maneras apacibles e inequívocas”.
Yo pude experimentar un intenso dolor cuando caí 6 metros de una montaña, hace dos años y medio. Me lastimé gravemente y sangré mucho por la cabeza. Me rompí el hombro, un brazo y las costillas.
Sin embargo, pude caminar hasta mi auto y conducir a casa, donde convulsioné.
Caer en coma y aprender todo de cero
Caí de una altura de seis metros y quedé en coma por tres meses. Imagen: Canva
Mi hijo, Benjamín, rápidamente me dio una bendición del sacerdocio y me prometió que viviría y recibiría ayuda médica pronto.
Mi esposa, Bonnie, llamó al 911 mientras mi sobrino, Cody, me mantenía con vida haciéndome RCP hasta que los paramédicos me llevaron de urgencia al hospital.
Tuve una hemorragia cerebral masiva. El médico realizó una cirugía esa noche para aliviar la presión. Entonces, entré en coma durante tres meses.
Para complicar las cosas, contraje sepsis y neumonía, mientras estaba en coma, y casi muero.
Cuando desperté, estaba paralizado del lado izquierdo de mi cuerpo. Mi lado derecho podía moverse un poco, pero mis grupos de músculos no recordaban cómo trabajar juntos.
No podía sentarme, caminar ni darme vuelta. No podía comer. Me mantuvieron con vida con una sonda de alimentación. Tendría que volver a aprender a hacer todo, empezar de nuevo.
Morir en una casa de reposo o en mi hogar
Mi esposa Bonnie me acompañó en todo momento durante la prueba más grande de mi vida. Imagen compartida en Meridian Magazine
No me admitieron en el programa de rehabilitación de fisioterapia. Según el examen médico, nunca volvería a caminar.
Los médicos querían enviarme a una casa de reposo. Sin embargo, Bonnie recibió la clara inspiración de que debía llevarme a casa para cuidarme allí. Ella pensaba que moriría en la casa de reposo.
Un médico le dijo a Bonnie que moriría si me llevaba a casa. Dijo que no había manera de que ella pudiera hacer lo mismo que un personal de enfermería las 24 horas, los 7 días de la semana.
Mi esposa tuvo que firmar unos papeles que declaraban que ella sería responsable de mi muerte al sacarme del hospital.
El 7 de julio de 2021, Bonnie me llevó a casa. En ese momento, no sabía quién era ella ni nuestros hijos. Pero, al llegar a este lugar familiar, mis recuerdos comenzaron a regresar a mí.
Después de volver a casa, no fue hasta más tarde que me di cuenta de lo valiente que había sido Bonnie. Ella siguió la inspiración del Señor y fue en contra de las órdenes del médico. Así es ella. Ella sigue la voz del Señor.
“Pensar de manera celestial” me salvó la vida
Me di cuenta de que “pensar de manera celestial” era sentirse agradecido a pesar de las circunstancias difíciles. Imagen compartida en Meridian Magazine
Un día en el hospital, Bonnie me susurró que el Espíritu le había dicho que la única manera de salir de esto era la gratitud. Pensé que eso era extraño. “¿Gratitud por qué?”, me pregunté.
Luego, comencé a pensar en todas las cosas por las que me sentía agradecido: Estaba agradecido por haber sobrevivido a la caída. Me sentía agradecido por haber podido conducir a casa. Sentía gratitud porque Bonnie llamó al 911. Estaba agradecido por la excelente atención que recibí en el hospital. Me sentía agradecido por la gran cantidad de bendiciones del sacerdocio que recibí. Aunque no podía levantarme de la cama, agradecía a Dios estar vivo.
Los últimos dos años han estado llenos de dificultades, dolor, seis cirugías, pérdidas, decepciones y traumas. Mucha gente me ha preguntado cómo pude superar esos días oscuros y difíciles.
Mi lesión me ha hecho reflexionar una y otra vez que cuando no tengo control de mi cuerpo aún puedo controlar mi mente.
“Pensar de manera celestial” me ayudó a ver mis bendiciones en medio de este difícil trayecto y recuperarme. Imagen compartida en Meridian Magazine
El presidente Nelson enseñó en la última conferencia que debemos “pensar de manera celestial”. Una forma de convertir nuestros pensamientos naturales en pensamientos celestiales es expresar gratitud.
¿Por qué estás agradecido? Puede que estés en una situación difícil o que haya sucedido algo que te decepcionó. Teniendo eso en cuenta, ¿por qué estás agradecido?
Se me hizo evidente que “pensar de manera celestial” era estar agradecido por las bendiciones que tenía. Si tuviera la opción, no volvería a pasar por esto, pero lo hice y lo superé gracias a todas esas bendiciones.
¡La gratitud literalmente nos llena de luz! La luz disipa la oscuridad y la mentira. La luz es verdad. La luz es eterna. La gratitud es el suelo fértil donde crecen las semillas de la felicidad, la alegría y la paz. También trae sanación, consuelo y rescate de los problemas más difíciles de la vida.
Agradezco a Dios por estar vivo. Imagen compartida en Meridian Magazine
Esta prueba de los últimos dos años ha sido muy difícil. Expreso mi gratitud porque puedo caminar con un poco de ayuda. Puedo pensar con claridad. No puedo leer durante largos períodos de tiempo, pero puedo leer. Puedo hablar y quizás lo más importante es que puedo escuchar.
Mis nietos, mis hijos y sus cónyuges me han llenado de amor y han sido muy considerados con mis necesidades y las de Bonnie. Estoy agradecido por su apoyo.
Quiero que sepan que amo a mi Padre Celestial. Estoy agradecido por los milagros. Creo con todo mi corazón que mi vida fue salvada muchas veces, con un propósito. Oro para poder cumplir cualquier propósito que el Señor tenga en mente para mí.
Un mensaje especial para ti
Ser agradecido abrirá la puerta para nuevas bendiciones. Imagen: Canva
Mi esposa Bonnie reflexionó lo siguiente sobre nuestra experiencia:
“En lugar de pensar, ¿por qué me pasa esto? Piensen, ¿cuáles son las bendiciones que vienen gracias a esta experiencia?
Esto requiere un corazón maduro y humilde. Pero, ese es el sacrificio que Dios desea que aprendamos a hacer… Así que, concentrémonos en estar agradecidos y llenos de amor y fe. Dios puede bendecirnos mucho más abundantemente en este estado de ánimo.
Cualquier cosa con la que estemos sufriendo o luchando, testifico que el Señor está allí con nosotros, en el fuego, cuando lo buscamos. Él nos guiará y envolverá en Su abrazo del convenio.
Él nos ayudará a superarlo todo. Él purificará y santificará nuestro corazón.
Testifico de Él. Testifico de Su capacidad para liberarnos, consolarnos, fortalecernos y sanarnos. Él es real. Lo sé por mí misma. Él desea que vengamos a Él. Testifico de Su incalculable amor por nosotros”.
Fuente: Meridian Magazine
