Pregunta
En una clase de la escuela dominical hablamos sobre la Santa Cena. Una hermana mencionó que esperaba que un día las mujeres puedan repartir la Santa Cena. Eso me hizo preguntarme: ¿Por qué solo los hombres pueden repartirla y no las mujeres?
Respuesta
La Última Cena. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Esa es una muy buena pregunta. La respuesta puede no ser tan clara como nos gustaría, pero haré todo lo posible para contestarte.
La guía que tenemos de la revelación moderna nos dice:
“El deber del presbítero es predicar, enseñar, exponer, exhortar, bautizar y administrar la santa cena”. -Doctrina y Convenios 20:46
Y más abajo en la página observamos los deberes de un diácono:
“Y los diáconos le ayudarán siempre en todos sus deberes en la iglesia, si la ocasión lo requiere. Pero ni los maestros ni los diáconos tienen la autoridad para bautizar, administrar la santa cena, ni imponer las manos”.
Los hombres ordenados al oficio de presbítero pueden administrar la Santa Cena. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Es interesante que las escrituras nos digan que los maestros y los diáconos no tienen la autoridad para administrar la Santa Cena, sin embargo, es posible que pensemos que sí la tienen, ¿por qué es eso?
Como se menciona en el versículo 58, la palabra “administrar” solo se aplica a la bendición de la Santa Cena, no a la repartición de la misma.
Entonces, si no está específicamente descrito en las escrituras, ¿por qué es un deber específico de los diáconos y maestros? ¿Por qué las mujeres no pueden pasar las bandejas y repartir como lo hacen los diáconos?
El hecho es que en otro tiempo y otro lugar, puede ser permisible que las mujeres repartan la Santa Cena.
Por ejemplo, dudo que alguien se queje si una hermana sentada en una de las bancas largas le pase la bandeja del pan o del agua a una persona que está sentada al otro extremo de la misma banca.
¿Por qué es un deber específico de los diáconos y maestros? Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Aquella acción es físicamente la misma que hace un diácono que le pasa la bandeja a la primera persona de esa banca.
El presidente Heber J. Grant le escribió a un presidente de misión sobre el tema en 1928:
“No hay ninguna regla en la Iglesia que requiera que solo los poseedores del sacerdocio puedan repartir la Santa Cena a la congregación después de ser bendecida. Si bien es una costumbre, de ninguna manera invalidaría la ordenanza si la realizaran otros santos dignos en ausencia de jóvenes ordenados”. — Heber J. Grant, Carta a Henry H. Rolapp, 28 de junio de 1928, en William G. Hartley, “From Men to Boys: LDS Aaronic Priesthood Offices, 1829-1996”.
Sin embargo, el juicio predominante es que el servicio formal de la Santa Cena se emplea en la Iglesia del Señor para capacitar a los hombres jóvenes para honrar su sacerdocio.
Los hombres jóvenes tienen pocas oportunidades para honrar las cosas sagradas. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Un día ellos serán los que se sienten detrás de la mesa en lugar de estar frente a ella. Necesitan entender lo que significa esa oración para comprender sus deberes con respecto a esa oración o para administrarla.
Entonces, tienen un período de capacitación donde aprenden específicamente a participar en una responsabilidad del sacerdocio con dignidad y respeto. Esto es especialmente importante hoy en día cuando los hombres jóvenes tienen pocas oportunidades de respetar y honrar las cosas sagradas.
Entonces, el reparto de la Santa Cena, como lo hacen los diáconos, no se prescribió específicamente como una función “solo del sacerdocio”, sin embargo, nuestra práctica actual es permitir que los hombres jóvenes aprendan cuáles son las responsabilidades del sacerdocio.
El diácono reparte el sustento espiritual que necesitamos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
¿Por qué la Santa Cena? Esto se remonta al significado original de la palabra “diácono”. La palabra griega para diácono (δῐήκονος /diakonos) significa “siervo”, específicamente alguien que ayuda a las personas a recibir necesidades básicas (como comida y ropa).
De hecho, en un sentido no eclesiástico, es sinónimo de “servidor o mesero”. Entonces, si te toca servir a las personas en las mesas (o en las bancas) eres un diácono como lo haría un mesero que lleva la comida de la cocina a la mesa.
En el contexto de repartir la Santa Cena, vemos el acto físico como un símbolo de lo espiritual. El diácono está sirviendo (repartiendo) el pan de vida y el agua viva de Cristo como nuestro sustento espiritual.
La Santa Cena es un momento sagrado. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
No puedo pensar en un deber más apropiado para un diácono, en el sentido más verdadero de la palabra.
Ahora bien, para finalizar, no sabemos la razón por la que el Señor organizó las cosas de esta manera, pero lo que sí sabemos es que los hombres y las mujeres desempeñan funciones diferentes, pero igualmente valiosas a la vista de Dios, sobre todo en la perspectiva eterna de Su evangelio.
Fuente: Askgramps
