Hace unos cinco años, decidí empezar a leer el Libro de Mormón de una manera diferente cada año.
Anteriormente, lo leía de principio a fin una y otra vez, pero sentía que no había aprendido nada.
Recuerdo que siempre le comentaba a mi mamá sobre mi deseo de leer las Escrituras y ella solo atinó a reír y decir que quizás debía hacer eso antes de tener hijos.
Asentí en acuerdo, pero luego me encontré con un gráfico de lectura que me mostraba que podía hacerlo en menos de un año.
¡Y lo logré! Y ni siquiera me resultó difícil.
Desde entonces, he querido cambiar mi lectura de las Escrituras cada vez. Aquí te comparto varias formas que me han funcionado y algunas que estoy ansiosa por probar.
Seguir un calendario de lectura de las Escrituras
Como mencioné, este modo me tomó menos de un año.
¡Realmente lo disfruté y aprendí un montón!
Solo toma alrededor de 20 minutos (7 páginas) al día, y esto también puede ayudarte con la Biblia, no solo el Libro de Mormón si deseas estudiarla.
Leer con un misionero
Poco después de terminar de leer las Escrituras, mi sobrino que estaba sirviendo una misión en Suecia me invitó a leer el Libro de Mormón junto con él.
Leíamos un capítulo al día y nos enviábamos por correo electrónico nuestros pensamientos, impresiones o cualquier otra cosa que aprendiéramos cada semana
Aprendí mucho sobre su perspectiva de las cosas e incluso fortaleció nuestra relación.
Si no conoces a un misionero que esté en el campo actualmente, puedes pedirle a uno que sirva en el lugar en dónde vives. También puedes invitar a un amigo a leerlo contigo, la clave es compartir lo que han aprendido entre ustedes.
Separar por colores cada principio del evangelio
Existen muchas maneras de organizar tus Escrituras por colores, una de las que me llamó la atención fue dividirla por los 4 principios del evangelio: fe, arrepentimiento, bautismo y el don del Espíritu Santo, e incluso agregué perseverar hasta el fin.
Por ejemplo, cada vez que se habla de la fe, lo resalto en rosa. Ha sido una excelente manera de enfocarme en las partes más importantes del evangelio.
Seguir una guía de estudio
Hay muchas guías de estudio que puedes elegir, ¿por dónde empezar?
Hace un par de años, usé el manual para maestros de Seminario para estudiar el Libro de Mormón. Estaba lleno de excelentes preguntas, citas de apóstoles y muchas referencias.
Escribir en los encabezados
Cuando empecé a ir a Instituto, me inscribí en el curso del Nuevo Testamento. A medida que avanzábamos, nuestro maestro nos proporcionaba algunas palabras para escribir en la parte superior de cada página, principalmente como una referencia rápida de lo que estaba sucediendo.
Gracias a esta experiencia, pude aplicarlo también en mi estudio del Libro de Mormón.
Resaltar dos palabras
Recientemente me encontré con esta idea y me encanta lo única que es. Todo lo que tienes que hacer es resaltar 2 palabras en cada versículo.
Te obliga a realmente reflexionar sobre las palabras que vas a escoger y a enfocarte en su significado.
¿Por qué elegiste esa palabra en particular?, ¿qué otros significados podría haber en ese versículo?
Creo que esta es una excelente manera de dejar que el Espíritu te hable.
Leer en otro idioma
Leer el Libro de Mormón en un idioma diferente es una de las mejores formas de aprender uno nuevo.
Y aunque no lo sea, me encanta la idea de leer con un verdadero deseo de sentir el Espíritu, ya sea que comprendas todas las palabras o no.
Tener una lectura rápida
Quizás no aprendas tanto del Libro de Mormón como cuando lo estudias con una lectura más lenta, pero sucede algo maravilloso cuando lo lees a toda velocidad.
He sentido un espíritu más fuerte en mi vida y una mayor protección del mundo cuando he hecho esto. Es posible que obtengas más de lo que esperabas.
Finalmente, es importante recordar el consejo que el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, que nos compartió en la conferencia general de octubre del 2022:
“Cuando era un joven misionero, acepté el consejo del élder Marion D. Hanks, quien nos visitó en la Misión de los Estados del Este. Él había sido presidente de la Misión Británica, y dos de sus misioneros están en el estrado hoy: mis queridos hermanos, el élder Jeffrey R. Holland y el élder Quentin L. Cook.
Al igual que con sus misioneros en Inglaterra, nos desafió a leer por lo menos dos veces un ejemplar del Libro de Mormón que estuviera sin marcar. Acepté el reto. En la primera lectura tenía que marcar o subrayar todo lo que señalaba o testificaba de Jesucristo.
Utilicé un lápiz rojo y subrayé muchos pasajes. El élder Hanks dijo que, la segunda vez, debíamos resaltar los principios y la doctrina del Evangelio, y en esta ocasión utilicé el color azul para marcar las Escrituras.
Leí el Libro de Mormón dos veces, como se me sugirió, y luego dos veces más, usando el color amarillo y el negro para marcar los pasajes que me llamaban la atención”.
Cualquier forma que elijas para estudiar el Libro de Mormón no es tan importante como comprometerte a hacerlo.
Ya sea rápido, lento, de principio a fin, fuera de orden, o cualquier otra, recuerda que sacarás más provecho de tu estudio de las Escrituras si te aseguras de revisar la Guía de Estudios para las Escrituras.
Esta guía incluye métodos aún más singulares de estudio, marcadores, cuadros, horarios para crear una rutina que se adecúe más a ti.
Fuente: Becky Squire
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