¿Cuestión de albedrío? Usar minifaldas en la Iglesia

minifaldas

Todos las miradas voltean hacia ti. Percibes murmullos poco sutiles. Y también alguna sonrisa forzada para encubrir ese salón lleno de prejuicios.

De tu boca no ha salido ninguna palabra. Tampoco has hecho algún gesto ni movimiento. Apenas estás sentada y existiendo

Viniste a la Iglesia para escuchar mensajes que te inspiren y edifiquen, pero ahora te sientes destrozada y avergonzada.

Todo a causa de una minifalda.

¿Qué dice el Manual General?

sociedad de socorro; clase

¿Qué pautas ofrece la Iglesia sobre nuestra apariencia? Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

A lo largo de las más de 250 páginas del manual que ofrece las normas y pautas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, solo se nombra en 3 ocasiones la palabra “vestimenta”. Y en ninguna de ellas hay una directriz específica sobre qué prendas debes usar o no.

Sobre la apariencia exterior en la reunión sacramental, explica: “Debe[mos] evitar la vestimenta o arreglo personal que causen distracción.

Una pauta que puede sonar bastante amplia. Y variar de acuerdo con cada interpretación individual, pero que se esclarece con la instrucción de la vestimenta en las actividades como fiestas:

“En todos los bailes, la vestimenta, la apariencia personal (…) deben contribuir a un ambiente en el que pueda estar presente el Espíritu del Señor”.

Si las normas de la propia Iglesia sobre la vestimenta tienen un enfoque centrado en nuestra relación personal con Cristo, en lugar de una lista de restricciones, ¿por qué los miembros somos tan rápidos para calificar una prenda como inapropiada?

Cuidado con ser fariseo

mujeres mirando el celular

Jesús nos enseñó a no juzgar las apariencias. Imagen: Canva

La respuesta puede estar en las enseñanzas que hemos leído, estudiado y escuchado sobre la modestia

Personalmente, como joven que ha sido criada bajo las normas y principios del evangelio, entiendo la ‘indignación’ que puede provocar una minifalda en nuestros centros de reuniones.

Porque, en las primeras ediciones del manual “Para la Fortaleza de la Juventud”, sí encontrábamos un listado explícito de prendas que se consideraban inmodestas, donde se incluía —entre otras— “las faldas cortas”.

Sin embargo, la edición actual se abstiene de ofrecer pautas tan explícitas sobre la vestimenta:

“La norma del Señor es que honres el carácter sagrado de tu cuerpo. Permite que esta verdad y el Espíritu sean tu guía al tomar decisiones. Sé sabio y fiel, y busca el consejo de tus padres y líderes”.

No. No se trata de un cambio en la doctrina del evangelio. Ni mucho menos que la Iglesia se está acomodando a las modas del mundo y haya preferido una postura “tibia” sobre la modestia. 

Todo lo contrario. Este enfoque nos permite comprender mejor el verdadero significado de nuestros principios, con el fin de no caer en el fanatismo que, en su momento, promovieron los fariseos de la Biblia, cuya intención de sus enseñanzas “era reducir la religión a la observancia de reglas y fomentar el orgullo espiritual”.

Más que el largo de la falda

mujeres jóvenes

Solo tú y Dios saben la intención de tu corazón. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Ese espíritu fariseo de querer poner una etiqueta de qué es correcto o incorrecto, mientras tú te inflas el pecho porque sí eres un fiel seguidor de Jesucristo, es lo que nos impide entender que:

“La modestia no solo tiene que ver con el largo de la falda y con el escote, sino también con la actitud de nuestro corazón.

Esta osada declaración de la hermana Susan W. Tanner, quien fue presidenta general de las Mujeres Jóvenes, nos ofrece una instrucción profunda sobre lo que realmente representa la modestia.

Es entender que nuestro cuerpo es un templo sagrado de Dios, no un objeto en exhibición a la vista y alcance de cualquiera. Un regalo divino que debemos proteger de los males exteriores que impedirían al Santo Espíritu acompañarnos.

Un Compañero Celestial que no solo se basa en las apariencias, sino que también discierne, como explicó la hermana Tanner, “la actitud de nuestro corazón”.

elegir ofenderse

No busques complacer al mundo con tu vestimenta, basta que agrades a Dios. Imagen: Midjourney

La modestia significa ser moderados y recatados en nuestra forma de vestir, pero también en nuestros pensamientos, lenguaje y conducta.

Puedo usar una falda que cubre mis rodillas y denota devoción y santidad a Dios, pero eso no significa que realmente soy una persona modesta. Porque si estoy juzgando a quienes visten con prendas cortas y criticando su apariencia a sus espaldas, por más recatada que sea mi vestimenta, estoy actuando de manera inmodesta.

¿Qué debemos saber sobre las minifaldas en la Iglesia? Que se trata del albedrío y relación personal de cada persona con el Padre Celestial. Dios sabe cuál es nuestra intención en cada decisión, paso y prenda que elijamos. 

Vístete de la manera en la que te gustaría recibirlo a Él.

Video relacionado

@masfe.org

Aunque no lo crean esos pequeños actos, como un abrazo, compartir tu himnario o un ‘’bienvenido’’ pueden hacer que esa persona que está visitando o regresando se queden. Si piensas que eso no importa, es momento de mirar a las personas como El Salvador lo haría. #masfe #sud #regresar #iglesia #church #inspiracioncristiana #frasesmotivadoras #cristianos #nuevoenlaiglesia #jesusteama #diosesamor

♬ sonido original – Masfe.org – Masfe.org

También te puede interesar

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *