En su canción de 1983 What is Love?, Howard Jones planteó una pregunta importante: ¿qué es el amor y por qué importa? Para muchas de las personas con las que salí y otros adultos solteros con quienes conversé en esa etapa de mi vida, la respuesta a menudo giraba en torno a lo que sentían emocionalmente.
Para muchos, la decisión de seguir saliendo con alguien dependía de si estaban “sintiendo algo”, es decir, las emociones que esperaban experimentar cuando estuvieran “enamorados”.
El cine ha reforzado esta idea con personajes que, al declararse enamorados, suelen decir: “Nunca me había sentido así antes”. Las películas y novelas románticas suelen fomentar el lema “sigue tu corazón”.
Incluso, hay películas tituladas Follow Your Heart estrenadas en 1936, 1996, 1999 y 2020. La creencia de que una intensa atracción es el principal criterio para casarse está tan arraigada en nuestra cultura que elegir pareja con base en algo más parece egoísta, absurdo o incluso una locura.
Pero ¿deberíamos realmente seguir siempre nuestro corazón? El profeta Jeremías escribió:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y sin remedio; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).
¿Cómo puede el corazón ser engañoso y perverso? Pensemos en cuántos matrimonios y familias han sido destruidos porque alguien siguió los dictados de su corazón hacia un compañero de trabajo, un vecino o incluso el cónyuge de un amigo.
Un ejemplo bíblico es el del rey David. Una noche, desde el techo de su palacio, vio a Betsabé, una mujer hermosa, bañándose (2 Samuel 11:2).
Siguiendo los deseos de su corazón, David cometió adulterio con ella, aunque sabía que estaba casada. Posteriormente, para encubrir el embarazo de Betsabé, ordenó la muerte de su esposo (2 Samuel 11:15). Este trágico episodio ilustra cómo, si no controlamos nuestros deseos, el corazón puede llevarnos por caminos equivocados.
Jesús también enseñó:
“Del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios y las blasfemias” (Mateo 15:19).
Las emociones apasionadas pueden ser emocionantes, pero son peligrosas si no están equilibradas con sabiduría y dominio propio.
¿Cómo sabemos si el amor es real?
Jeremías también enseñó: “Bendito el hombre que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor” (Jeremías 17:7). Usando la metáfora de un árbol junto a las aguas, Jeremías explica que las emociones del corazón son el fruto, no la raíz, del amor. El agua que fortalece las raíces es la confianza en el Señor.
El presidente David O. McKay citó una sabia respuesta de George Q. Morris sobre cómo saber si uno está enamorado:
“Si en presencia de alguien sientes el deseo de superarte y hacer lo mejor de ti mismo, esa persona está despertando amor en tu corazón”.
Esto no significa que debamos ignorar nuestras emociones, sino que debemos entender que el verdadero amor no se basa solo en sentimientos pasajeros. El apóstol Pablo enseñó que el amor verdadero es paciente, bondadoso y desinteresado (1 Corintios 13:4-7). Es un compromiso constante, incluso cuando las emociones fluctúan.
El amor como elección
El evangelio restaurado nos enseña que somos agentes capaces de actuar y no solo de ser influenciados (2 Nefi 2:26). El amor no simplemente “nos elige”. En cambio, es una decisión que tomamos diariamente. Este compromiso intencional es lo que permite que las emociones de amor florezcan una y otra vez.
Sugerencias para fortalecer el amor duradero:
- Reconoce que el amor es una elección, no solo un sentimiento fuera de tu control.
- Enfócate en las cualidades positivas de tu pareja, tanto físicas como de carácter.
- Acepta que momentos de frustración son normales y no indican falta de amor.
- La atracción física es importante, pero no suficiente. Cambia con el tiempo y puede renovarse al elegir valorar lo mejor de tu pareja.
- Recuerda que el amor duradero depende de tu compromiso, no de emociones cambiantes.
Como enseñó el Salvador, debemos ofrecer un corazón quebrantado y un espíritu contrito (3 Nefi 9:20). Un corazón quebrantado es humilde, sumiso y dispuesto a seguir al Maestro. Cuando aprendemos a “domar” nuestro corazón con los principios del evangelio, experimentamos un amor verdadero que es constante y eterno.
Fuente: Meridian Magazine
Video relacionado
@masfe.org Para que dure toda la eternidad 💜 #masfe #sud #amorcristiano #frasesdeamor #enamorados #noviazgocristiano #teamo #amor ♬ sonido original – Masfe.org