Vernon Law no solo fue un gran beisbolista, fue alguien que demostró que la fe y la disciplina pueden marcar la diferencia en cualquier campo de juego.

A sus 95 años, este gran pitcher fue reconocido con uno de los honores más importantes de su carrera: su ingreso al Salón de la Fama de los Piratas de Pittsburgh.

Durante la ceremonia, el exlanzador recibió una chaqueta dorada y lanzó la primera bola del partido. Él mismo dijo emocionado: 

«Es el broche de oro de mi carrera. Pensé que a los 95 años ya no tendría más emociones, pero esto ha traído muchos recuerdos».

Una vida de entrega y disciplina

Imagen: Associated Press

Law jugó 16 temporadas en las Grandes Ligas, todas con los Piratas, salvo los dos años que interrumpió su carrera para servir en la Guerra de Corea.

En 1960, fue el primer pitcher del equipo en ganar el premio Cy Young y se convirtió en una pieza clave para que Pittsburgh venciera a los Yankees en una de las Series Mundiales más recordadas de la historia.

Pero más allá de las estadísticas, lo que más resaltaba era su manera de vivir. Él mismo decía

«Siempre sentí que si descansaba bien, comía adecuadamente, entrenaba y hacía todo lo que podía, iba a tener éxito. No necesitaba todo lo demás que me ofrecía el mundo».

Fe en el diamante

Imagen: MLB

Como miembro fiel de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, sus compañeros lo apodaban “Deacon” o “Preacher” (diácono o predicador).

No era raro que hiciera oraciones silenciosas en el montículo antes de lanzar. Incluso hubo un árbitro que lo sacó del dugout porque no quería que escuchara el lenguaje ofensivo de los jugadores en plena discusión.

Un detalle curioso es que, tras ganar la Serie Mundial de 1960, los fans intentaron entrar desesperados al vestuario para celebrar con el equipo.

Fue en ese momento que Law recibió ayuda inesperada: el entonces apóstol Ezra Taft Benson (quien años después sería presidente de la Iglesia) lo acompañó a salir por una puerta trasera para evitar el caos.

Más que un jugador, un ejemplo

Imagen: Fotografía proporcionado por Church News por Harrison Barden.

Después de su retiro, Law fue entrenador asistente en la Universidad Brigham Young. Y su legado trascendió el deporte.

Un fanático de los Piratas contó años más tarde que, al leer sobre el carácter y los valores de Law, empezó a interesarse en el Evangelio y finalmente se bautizó. Su ejemplo silencioso abrió una puerta espiritual en la vida de alguien más.

Lo que nos deja su historia

Imagen: Daily Herald

El reconocimiento de Vern Law no es solo un logro deportivo. Nos recuerda que vivir nuestra fe con coherencia puede impactar más vidas de las que imaginamos.

A veces no se trata de predicar con palabras, sino de demostrar con disciplina, carácter y amor por Dios quiénes somos realmente.

Fuente: Church News 

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