Los efectos duraderos de un gran padre o madre no pueden subestimarse. ¡Mis padres son increíbles! No digo esto para presumir, sino porque, en mi opinión personal y profesional, mis padres saben muy bien cómo llevar a cabo su función. Permíteme compartir contigo 7 lecciones que aprendí de mis padres (junto con algunas de mis propias ideas).
1. Se una buena persona
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Reconoce que tu ejemplo es importante. Tus hijos harán lo que haces, no lo que dices. Si quieres hijos sinceros, se sincero. Si quieres hijos educados, amables, pacientes y compasivos; se educado, amable, paciente y compasivo.
Vive las virtudes que quieres ver en tus hijos.
2. Ama y respeta a tu cónyuge
Si tuvieras una hija, pregúntate cómo te gustaría que su esposo la tratara algún día. Así es como debes tratar a tu esposa. Esto beneficiará a tu propio matrimonio y ayudará a tus futuros hijos a saber cómo ser y qué buscar.
Sé con certeza que mis hermanos y yo nos esforzamos por imitar el matrimonio de mis padres.
3. Trabaja duro, pero reserva un tiempo para tus hijos
Mi papá era un hombre ocupado (algo con lo que me puedo identificar en estos días), pero no importaba lo cansado que estuviera, siempre tenía un poco de tiempo para cada uno de sus hijos.
Se trataba más de la calidad que de la cantidad, y esto marcó la diferencia. Debido a las continuas conversaciones con mi padre acerca de mi vida, me sentía cómodo al acercarme a él y preguntarle sobre el amor, el dinero, la fe, el sexo y cualquier otro tema.
4. Comparte tus intereses, pero anima a tus hijos en los suyos
Mi padre es abogado. Mi hermano es abogado. Mi tío es abogado. Tengo primos que son abogados. Parece que eso es lo que saben hacer los Decker. Aunque papá me sugirió que estudiara esa carrera, nunca me presionó. Me apoyó cuando elegí un camino diferente.
Aunque papá fue atleta, se sintió emocionado cuando mi hermano decidió jugar básquet. Siempre nos hemos sentido libres y alentados a encontrarnos, y eso se debe a que mis padres entendieron este sencillo principio: Vive por tus hijos, no vivas a través de ellos.
Si fuiste el delantero estrella de tu equipo de fútbol de la escuela, pero tu hijo quiere dedicarse al teatro, siéntete orgulloso de que él explore sus intereses y demuéstrale que te importa lo que le apasiona. Por ejemplo, mi padre nunca fue cineasta, pero cuando le mostré que sentía pasión por ello, me ayudó a buscar locaciones para mis proyectos.
5. Enfócate en la influencia en lugar del control
Muchos padres piensan que su trabajo es lograr que sus hijos se comporten de cierta manera o tomen ciertas decisiones. El hecho es que los hijos son una mayordomía sobre la cual debemos ejercer cuidado, guía e influencia. PERO, no son una propiedad que debemos controlar.
Por supuesto, debes enseñarles lo que está bien y lo que está mal. Pero, permíteles que tomen sus propias decisiones, incluso si no estás de acuerdo con ellas.
– Cuando los hijos son niños, debes establecer y comunicar las consecuencias (buenas y malas) de sus acciones y, luego, dejar que decidan mientras terminas de mencionar las consecuencias.
– Cuando los hijos son adultos toman decisiones con las que no estás de acuerdo. Pero, debes hacer que sepan si deben hacerlo o no, pero deja en claro que respetas su derecho a tomar sus propias decisiones y que los amarás sin importar lo que pase.
6. Expresa afecto abiertamente
No asumas que tus hijos saben que los amas, debes hacer que lo sepan explícitamente. No necesitas decir ni hacer nada que cause que alguien se sienta incómodo, pero debes ser claro.
7. No pierdas tu lado divertido
Puedes pensar que ser severo es el trabajo de un padre y, ciertamente, debes ser firme a veces. Sin embargo, muchos hijos se unen al padre que se toma el tiempo de divertirse con ellos.
Estás ocupado. Estas estresado. Tienes muchas responsabilidades. Puedes pensar que no tienes tiempo para jugar. Confía en mí, tienes el tiempo. Además, eso es tan bueno para ti como para tus hijos.
Espero que estos 7 consejos te hayan servido y si tienes alguno que compartir, ¡déjalo en los comentarios!
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Jonathan Decker y fue publicado en ldsliving.com con el título “Latter-day Saint Therapist: 7 Principles Amazing Fathers Practice”.