En la vida de los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo, los templos tienen una profunda importancia como “el monte del Señor”.
Este simbolismo viene de las Escrituras y la revelación, comparte verdades profundas sobre el propósito y la naturaleza de los templos Santos de los Últimos Días.
Los montes como lugar de revelación
A lo largo de la historia, los montes frecuentemente han estado relacionados con la revelación y Dios.
En la Biblia, Moisés ascendió al Monte Sinaí para recibir la ley de Dios y comunicarse con Él. De manera similar, el Libro de Mormón relata las experiencias de profetas como Nefi y Alma, quienes recibieron instrucción y guía divina en la cima de los montes.
Para los Santos de los Últimos Días, el templo es el lugar donde las personas pueden elevarse espiritualmente para comunicarse con Dios y recibir revelación personal.
Así como Moisés y otros antiguos profetas recibieron guía divina en la cima de los montes, los Santos de los Últimos Días creen que los templos son lugares donde pueden acercarse más a Dios y recibir respuestas a sus oraciones.
El simbolismo y la preparación
En muchas religiones, el acto de ascender a un monte simboliza el progreso espiritual y la preparación.
El viaje hacia la cima requiere esfuerzo, perseverancia y sacrificio, esto refleja el viaje espiritual del discipulado.
De manera similar, los Santos de los Últimos Días ven el viaje al templo como un ascenso simbólico hacia una mejora espiritual y la preparación.
A medida que los individuos entran al templo, dejan atrás las distracciones y preocupaciones del mundo, ascendiendo simbólicamente a un plano más elevado de enfoque espiritual.
A través de ordenanzas sagradas y convenios realizados dentro del templo, las personas se preparan para recibir la guía y la bendición del Señor.
El monte como un lugar sagrado
Durante mucho tiempo, los montes se han considerado como lugares de santidad y la presencia divina. En muchas culturas, son venerados como sitios sagrados donde el velo entre el cielo y la tierra es más delgado y las personas pueden experimentar un destello de lo divino.
De manera similar, los templos Santos de los Últimos Días son considerados santuarios donde la presencia de Dios se manifiesta. El templo es un lugar donde las personas pueden sentir el Espíritu de manera más fuerte y experimentar un profundo sentido de paz y reverencia.
Dentro de las paredes del templo, se realizan ordenanzas sagradas que unen a las familias por la eternidad y permiten que las apersonas pueden desarrollar aun más su relación con Dios.
Los montes como símbolos de Sión
Para los Santos de los últimos Días, Sión está relacionado con la imagen de un monte.
Isaías profetizó que en los últimos días, el monte de la casa de Jehová se establecerá como el principal entre todos los montes. Esto simboliza el establecimiento de una sociedad justa donde la presencia de Dios habita entre su pueblo.
Los Santos de los Últimos Días creen que los templos son manifestaciones físicas de Sión, sirviendo como lugares de reunión para los fieles y símbolos del reino de Dios en la Tierra.
A medida que se construyen y se dedican templos en todo el mundo, se erigen en faros de luz y símbolos de esperanza para todos los que buscan acercarse al Señor.
Conclusión
El simbolismo del templo como “el monte del Señor” tiene una profunda importancia espiritual para los Santos de los Últimos Días.
A medida que las personas ingresan a estos edificios sagrados, emprenden un viaje de ascenso espiritual, se acercan más al Padre Celestial y reciben guía y bendiciones divinas.
Así como los antiguos profetas se comunicaban con Él en las cimas de los montes, los Santos de los Últimos Días tienen una puerta, el templo, que los conecta con los cielos y la Tierra, un lugar sagrado que les permite estar en la presencia de lo divino.
Mi deseo es que podamos apreciar y honrar estos espacios sagrados, reconociéndolos como símbolos del amor y la misericordia de Dios hacia Sus hijos e hijas.
Fuente: LDS Daily