El mundo en el que vivimos está lleno de impedimentos, entre ellos, la falta de acceso a recursos vitales como la educación o incluso el agua potable. Varias comunidades están a la espera de milagros que atiendan sus necesidades y allí, es donde la Iglesia de Jesucristo está haciendo el cambio.

Durante el pasado mes de septiembre, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días llevó esperanza y soluciones a comunidades en necesidad en los países de Kenia y Ghana. El presidente de la Misión Nairobi Este de Kenia, David Onekawa, explicó el propósito de estos proyectos:

“Creemos en la nueva generación, en formar personas que puedan ser autosuficientes y tengan la capacidad de trabajar y planificar sus propias vidas y así crear su propio futuro”.

Estos proyectos están brindando oportunidades que cambiarán vidas, demostrando así que la verdadera fe se manifiesta en las obras de amor.

Un laboratorio para Ghana

Misioneros humanitarios y miembros de la comunidad visitan el nuevo laboratorio de computación. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El 23 de septiembre, 417 estudiantes de la Escuela Básica Comunitaria Brofoyedur Mangoase D.A. recibieron un moderno laboratorio de computación con 40 computadoras nuevas.

Para este proyecto, la Iglesia de Jesucristo colaboró con la organización Citizens Taking Responsibility, fundada por Thomas Appiah, un miembro de la Iglesia de Jesucristo

Él donó las computadoras, mientras que la Iglesia de Jesucristo se encargó de la reestructuración del espacio para el laboratorio incluyendo la instalación de aire acondicionado, cableado eléctrico y mobiliario nuevo.

“La Iglesia está comprometida con el desarrollo de la nueva generación a través del evangelio restaurado de Jesucristo y mediante una educación de calidad”, expresó Amos Wallace, presidente de la estaca Swedru Ghana.

Nuevas aulas en Kenia

Un aula en el nuevo edificio escolar, donada a la Escuela Primaria Jila en el condado de Kilifi, Kenia. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El mismo 23 de septiembre estaba ocurriendo otro milagro simultáneo en Kenia. En la Escuela Primaria Jila, en Kilifi, Kenia, se hizo la entrega de un nuevo edificio escolar el cual incluye cuatro aulas equipadas, una oficina administrativa y servicios higiénicos que aportarán comodidad a la comunidad educativa. 

Este proyecto fue posible también mediante el apoyo de la Iglesia de Jesucristo en colaboración extraordinaria con entidades como UNICEF, Mombasa Cement Limited y el Departamento de Planificación Económica del Estado.

A la ceremonia de la entrega del edificio escolar asistieron el presidente de la Misión Nairobi Este de Kenia, David Onekawa y su esposa, quienes volvieron a recordar el propósito real detrás de estos proyectos:

“Cuando invertimos en nuestra nueva generación, invertimos en nosotros mismos y en nuestro futuro”.

Más allá de ladrillos y cemento, este edificio representa una muestra de fe en un futuro mejor donde los niños que pasen por allí recibirán la instrucción que merecen para convertirse en los líderes del mañana.

Un pozo de agua viva

Estudiantes de la Escuela Asonomaso Nkwanta MA en Ghana, realizan una danza cultural en la ceremonia de donación del nuevo pozo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El 26 de septiembre, apenas tres días después de las donaciones anteriores, la Escuela Primaria y Secundaria Asonomaso Nkwanta M.A. recibió un nuevo pozo de agua potable para más de 500 estudiantes y 23 maestros.

Fuera del horario escolar, este pozo seguirá habilitado para proporcionar hidratación a los 1.000 pobladores de la comunidad pero: ¿porqué es esto posible recién ahora?

Los intentos previos por instalar un pozo habían fracasado debido a la fuerte presencia de hierro en el subsuelo. Sin embargo, la Iglesia de Jesucristo diseñó un sistema especial que, luego de varias pruebas, logró la filtración del mineral, lo cual permitió obtener agua limpia para todos.

La directora de la escuela, Gladys Opoku, no pudo evitar destacar el gran impacto de la labor de la Iglesia de Jesucristo como un:

“Testimonio duradero de los buenos proyectos humanitarios que la Iglesia está realizando”.

Detrás de cada uno de estos proyectos, se esconde una verdad que nos inspira: el Evangelio de Jesucristo se vive mejor cuando servimos a los demás. Y lo mejor es que puedes servir de maneras sencillas pero poderosas.

Fuente: ChurchNews

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