La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en México ha donado 8 equipos de terapia física y pulmonar al Centro de Rehabilitación Integral Orizaba (CRIO) para el beneficio de un promedio de 6 300 pacientes de bajos recursos económicos que han padecido de COVID-19 y otras complicaciones médicas.
Al recibir la donación, la directora general del centro, María Angélica Andrade declaró:
“Esto viene a apoyar muchísimo a todos nuestros pacientes que de alguna manera requieren de estos aparatos. Hoy en día uno de los aparatos que nos va a auxiliar con las secuelas post- COVID ya lo tenemos y eso para nosotros es muy importante. Otro de los aparatos es el de las ondas de choque, porque las fracturas calcificadas las vamos a poder tratar. Y para las personas que ya no pueden mover su pierna para poder hacer un ejercicio, lo van a poder hacer con el flexor de rodilla y cadera”.
Por su parte, la tesorera de la institución, Blanca Ester Pérez comentó sobre la donación de la Iglesia:
“Sabemos que aquí está la mano de Dios, que nunca nos deja y nunca nos desampara, porque nosotros no recibimos apoyo gubernamental de nada. Nosotros salimos adelante con las cuotas de recuperación para poder dar mantenimiento y pagar los salarios de nuestro personal. Dios es maravilloso, hay gente como ustedes que nos ayuda para ayudar a otros”.
Esta y otras ayudas humanitarias por parte de la Iglesia de Jesucristo son posibles gracias a las donaciones de sus miembros en todo el mundo.
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