Tras los devastadores incendios forestales que arrasaron el centro de Chile a finales de enero y principios de febrero de 2024, miles de personas se han visto afectadas, dejando a más de 40,000 damnificados y a muchos sin hogar.
De acuerdo con las autoridades locales, se han reportado 131 fallecidos y 14 desaparecidos.
Frente a esta tragedia, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha unido a la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos para coordinar las iniciativas de auxilio junto a la Cruz Roja y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), entregando suministros y brindando centros temporales para que los niños puedan asistir a la escuela y recibir alimento.
Asimismo, los miembros locales se sumaron al llamado de ayuda distribuyendo agua embotellada y suministros, y colaborando en la limpieza del área afectada.
La Iglesia también invitó los Santos de los Últimos Días a orar por la protección de los bomberos y las familias afectadas a través de un mensaje de la Presidencia del Área Sudamérica Sur.
“En estos momentos de dolor y pérdida, expresamos nuestro amor, empatía y oraciones por los damnificados. La Iglesia viene contribuyendo con donaciones a favor de las familias afectadas.
Estamos coordinando con el gobierno y otras instituciones proveyendo voluntarios y ayuda material con el deseo de llevar asistencia y esperanza a nuestros hermanos que han sido tan impactados por esta catástrofe.
Apreciamos sinceramente la respuesta de líderes locales, miembros y misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quienes vienen apoyando a los damnificados.
Invitamos a las personas, familias y congregaciones a orar por protección para los bomberos y brindar fortaleza a las familias afectadas reflejando el amor y la compasión que Jesucristo nos enseñó”.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org