La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días continúa ayudando a las personas en estado de vulnerabilidad en Colombia. En estas últimas semanas, los Santos de los Últimos Días han donado más de dos mil mercados o kits de alimentos en las siguientes ubicaciones.
Donación de alimentos en Duitama
A través de su programa de ayuda humanitaria, la Iglesia de Jesucristo donó 1 000 kits de alimentos a la alcaldía de Duitama para que esta última institución pueda distribuirlas a las familias más necesitadas del lugar.
Frente a esta donación, la alcaldesa del municipio, Constanza Isabel Ramírez Acevedo declaró:
“Como alcaldesa, me siento supremamente agradecida de que la Iglesia de Jesucristo haya escogido la ciudad de Duitama para cumplir con esta importante labor de servicio que, además, refleja el cariño del voluntariado integrante de esta organización religiosa… A todas las personas que hacen parte de esta iglesia y que han aportado sus donativos. Quiero decirles que hoy están haciendo felices a mil familias, porque en muy buena hora ha llegado este gesto de solidaridad. En nombre de todas ellas, reciban mil bendiciones”.
Otros mil kits de alimentos para Sesquilé
Para ayudar a las familias más necesitadas durante la pandemia mundial, la Iglesia de Jesucristo donó 1000 kits de alimentos a la Alcaldía Municipal de Sesquilé.
Sala de Prensa en Colombia señala que, al momento de recibir esta donación, el alcalde del lugar, Héctor Orlando Díaz Gómez confirmó que los alimentos serían distribuidos con total transparencia, gracias a una labor previa y conjunta que permitió elaborar listados de familias en condición de mayor vulnerabilidad.
Ayuda para pobladores del Cauca
La donación de alimentos continúo en el Bordo, Patía, departamento del Cauca. El Municipio de esta localidad recibieron 416 kits de alimentos por parte de la Iglesia de Jesucristo.
Uno de los beneficiarios con esta donación, declaró:
“Fue muy grato recibir estas ayudas porque se exalta el nombre de Jesucristo y por medio de su palabra hemos aprendido a ser agradecidos como yo lo estoy por el presente que me han dado”.
Se unió a los comentarios otra beneficiaria y mencionó:
“Es una bendición de Dios, lo necesitaba porque soy cabeza de familia y también cuido a mi madre que está en condición de discapacidad”.
Estas y otras ayudas humanitarias por parte de la Iglesia de Jesucristo son posibles gracias a las donaciones de sus miembros en todo el mundo.
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