El brazo humanitario de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Latter-day Saint Charities, ha donado casi $2 millones de dólares para proporcionar alimentos y suministros médicos a las víctimas en Líbano que necesitan con urgencia.
Las donaciones son en respuesta a la explosión del 4 de agosto de 2020 que ocurrió en el Puerto de Beirut, matando a más de 200 personas e hiriendo a más de 7 000. Las viviendas de unas 300 000 personas fueron destruidas o gravemente dañadas.
Estas donaciones de organizaciones benéficas de los Santos de los Últimos Días son solo las últimas de un esfuerzo de varios años para aliviar el sufrimiento en el Líbano. Actualmente, la Presidencia del Área Norte de Oriente Medio / África ha priorizado la respuesta tanto a las necesidades médicas de los hospitales como a las necesidades alimentarias de las víctimas.
“Estamos agradecidos por las generosas donaciones de los Santos de los Últimos Días de todo el mundo, que nos permiten responder rápidamente a esta crisis inesperada”, dijo el presidente de área, el élder Anthony D. Perkins. “Apreciamos trabajar con nuestros socios humanitarios de confianza para ayudar a proporcionar los suministros médicos y alimentos necesarios. La buena gente del Líbano sigue estando en nuestras oraciones durante este momento difícil”.
El presidente del distrito de Beirut, Líbano, Maroun Akiki, dijo que todos los Santos de los Últimos Días en el área han sido contabilizados y que un centro de reuniones de la Iglesia cerca del lugar de la explosión no sufrió daños.
“Estamos agradecidos de que ninguno de nuestros miembros haya resultado herido en la explosión y lloramos con quienes perdieron a sus seres queridos”, dijo. “Este es un momento desafiante en nuestro país, pero el pueblo libanés mostró una vez más una maravillosa solidaridad y compasión entre sí. Continuaremos ayudando y sirviendo como podamos”.
