En las últimas semanas, varias ciudades en Uruguay, incluyendo Artigas, Paysandú, Salto y Montevideo, han enfrentado fuertes lluvias que han causado inundaciones.
Videos e informes de parte de los medios de comunicación (Infobae, La Nación, solo por mencionar algunos) muestran las calles llenas de agua.
En algunas áreas de Montevideo, la capital de esta nación, cayeron más de 100 milímetros de lluvia (casi cuatro pulgadas) en solo dos horas.
La intendenta de la ciudad, Carolina Cosse, expresó para La Nación que “el problema es que llueve en una hora lo que llueve en un mes” y señaló también que el sistema de drenaje de la ciudad requiere “inversiones millonarias y que para ello se precisa autorización del Poder Ejecutivo y la Junta Departamental”.
De acuerdo con la Sala de Prensa de la Iglesia en Uruguay, en Paysandú, una ciudad ubicada en el litoral norte del país, las lluvias provocaron que el río Uruguay se desbordara, “ocasionando que centenares de familias tengan que abandonar sus hogares”.
Ante lo sucedido, la Iglesia de Jesucristo rápidamente brindó ayuda a los afectados. Los Santos de los Últimos Días de la zona, incluidos jóvenes, adultos y misioneros, ofrecieron sus servicios de manera voluntaria a fin de ayudar a quienes lo necesitaban.
Asimismo, recolectaron y prepararon mil kits para el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (CECOED) para las personas desplazadas por la inundación. De acuerdo con la Sala de Prensa, esto incluyó “400 kits de alimentos, 300 kits de limpieza y 300 kits de higiene personal”.
Diego N. Barate, presidente de la Estaca Paysandú, Uruguay, compartió para El Telégrafo, un medio de comunicación local, que “como cristianos se sienten muy felices de brindar la ayuda”.
“[Tenemos] ese sentimiento triste, por la situación que están viviendo muchos de nuestros hermanos aquí en la ciudad, pero al mismo tiempo tenemos un sentimiento de felicidad al poder dar ayuda”.
Finalmente, el presidente Barate expresó que el socorro humanitario de la Iglesia “tiene el propósito de ayudar a las personas necesitadas sin importar su religión, nacionalidad, política [o] color de piel”.
Como parte de sus creencias, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, participa en muchas tentativas para ayudar a los necesitados, aliviar el sufrimiento de las familias de todas las nacionalidades y religiones, y brindar una vida mejor a millones de personas de todo el mundo.
Fuente: Church News