Lo que comenzó como un viaje familiar soñado se convirtió en una experiencia que cambió la vida de la madre Santo de los Últimos Días, Miranda Preston, de 27 años. Tras un grave accidente en Italia, hoy celebra el milagro de estar viva y reunida nuevamente con su familia en Texas.

En mayo, Miranda viajó con su esposo Isaac, sus dos hijos pequeños y sus padres para celebrar la graduación de Isaac de la escuela de medicina. Pero para ella, este viaje tenía un significado más profundo: recrear una memoria familiar.

Su hermana, fallecida por cáncer, había recorrido en moto la costa Amalfitana con su padre veinte años atrás. Miranda quiso honrar ese recuerdo y repitió el trayecto en Vespa junto a su padre.

El accidente que lo cambió todo

Imagen: Lauren Jessee, Facebook

El 4 de mayo, mientras recorrían la estrecha carretera SS163, Miranda perdió el control de la moto y chocó contra un muro de piedra. Según reportes locales, ambos fueron violentamente lanzados al suelo. Milagrosamente, no cayeron por el acantilado.

Los servicios de emergencia trasladaron a Miranda al hospital de Ravello, donde los exámenes revelaron lesiones severas: sangrado interno, trauma craneal, fracturas faciales, seis costillas rotas, fractura en la columna y múltiples heridas profundas. Posteriormente, la llevaron en helicóptero al hospital Ruggi d’Aragona en Salerno. Su esposo, Isaac relato la experiencia:

“Fue un milagro que no saliéramos despedidos por el acantilado. Ha sido la experiencia más dura pero también una de las más hermosas que hemos vivido. Hemos sentido la mano de Dios en cada detalle.”

Con escaso personal que hablara inglés, Isaac enfrentó momentos de gran angustia:

“Solo me permitían verla una hora al día. El sistema ha sido muy difícil”.

Milagros y fe en medio de la adversidad

Imagen: Lauren Jessee, Facebook

En Italia, Miranda se sometió a una cirugía maxilofacial de urgencia. Ante la gravedad del caso, amigos contactaron a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Un matrimonio misionero acudió al hospital para ofrecer apoyo espiritual y ayudar con la traducción. Isaac administró una bendición del sacerdocio a su esposa: “Hemos presenciado tantos milagros. Sentimos las oraciones de todos.”

Cuando Miranda se estabilizó, recibió el alta y la familia adaptó un Airbnb como hospital temporal. Pocos días después, pudieron regresar a Estados Unidos.

“¡Acabamos de aterrizar en casa! Miranda ha sido una guerrera. Dios es bueno y Su poder es real.”

Ya en Utah, Miranda continuó su recuperación y se sometió a otra cirugía reconstructiva en rostro y dientes.

“Todo salió lo mejor posible. Mis análisis están bien. ¡Si todo sigue así, no necesitaré más cirugías!”

Una familia agradecida por los milagros

Imagen: Lauren Jessee, Facebook

El accidente llegó en un momento clave. La pareja había comprado una casa en Texas para el inicio de la residencia de Isaac. Mientras Miranda sanaba, sus hijos permanecieron con los abuelos en Houston.

El 29 de mayo, la familia finalmente se reunió. “¡Estamos juntos otra vez!”, publicó Isaac.

Aunque aún enfrentan gastos médicos considerables, su gratitud es inmensa.

“Sin la generosidad recibida, nos habríamos arruinado. He visto milagros, sentido el amor de Dios y de tantas personas buenas.”

Las donaciones siguen abiertas para apoyar su recuperación. Los interesados pueden contribuir a través de GoFundMe o directamente por Venmo: @Mirandaprez.

Fuente:LDS Daily

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