Desde los jardines del Templo de Washington D. C., el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió un mensaje especial para los jóvenes adultos de todo el mundo.

Con él estuvo su esposa, la hermana Kathy Andersen, y juntos recordaron una verdad que puede anclar nuestra fe: el profeta y el templo siempre nos señalan el camino hacia Jesucristo.

Un ancla en medio del ruido

El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, saluda a los jóvenes adultos en los terrenos del Templo de Washington D.C. el 18 de octubre de 2025. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Vivimos rodeados de distracciones, opiniones y voces que intentan definir lo que es correcto. Pero el élder Andersen recordó que en medio del ruido del mundo, el Señor nos da poder compensatorio que son las enseñanzas del profeta y las bendiciones del templo.

Ambos son fuentes de claridad espiritual, lugares donde podemos volver a recordar quiénes somos y hacia dónde debemos mirar. El templo nos conecta con lo eterno, y el profeta nos recuerda lo esencial.

“El Señor envía poder compensatorio a Sus discípulos. Dos de las mayores bendiciones compensatorias son las enseñanzas de los profetas y los dones de la Casa del Señor”. – Élder Neil L. Andersen

Lecciones del presidente Oaks

El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se dirigió a los jóvenes adultos desde los terrenos del Templo de Washington D.C. el 18 de octubre de 2025. Sus palabras se compartieron en las Américas el 2 de noviembre de 2025. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Durante el devocional, el élder Andersen habló de las enseñanzas recientes del presidente Dallin H. Oaks, destacando tres temas: defender la verdad, fortalecer la familia y buscar revelación personal.

El presidente Oaks ha enseñado que seguir a Cristo no es algo ocasional, sino un compromiso constante. No se trata de grandes actos, sino de pequeñas decisiones diarias que reflejan a quién seguimos.

“Vivimos tiempos peligrosos en los que el mal se llama bien y el bien se llama mal… Debemos mantenernos firmes contra los valores y prácticas que nos alejan del Señor. Podemos hacerlo con amor”. – Presidente Dallin H. Oaks

Una joven participante del devocional comentó que “aunque sea difícil, nunca estamos solos”. El Espíritu puede guiarnos para responder con respeto, sin miedo ni dureza.

Defender la verdad no significa atacar, sino reflejar al Salvador en nuestras palabras y acciones.

La familia: el centro del plan de Dios

La hermana Kathy Andersen se dirige a los jóvenes adultos desde los terrenos del Templo de Washington D.C., mientras su esposo, el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, permanece cerca, el 18 de octubre de 2025. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Otro de los temas fue la importancia del matrimonio y la familia. El presidente Oaks recordó que el Evangelio de Jesucristo es, en esencia, un Evangelio centrado en la familia.

“Nuestra relación con Dios y el propósito de nuestra vida mortal se explican en términos de la familia. El Evangelio de Jesucristo está centrado en la familia”. – Presidente Dallin H. Oaks

El élder Andersen compartió el testimonio de un matrimonio joven que decidió poner la familia primero, incluso cuando no sabían cómo equilibrar todo.

Aunque al principio no sabían cómo equilibrar trabajo y responsabilidades, el ayuno, la oración y el templo les dieron paz para seguir adelante.

Cuando el hogar se convierte en nuestra prioridad, el Señor se encarga de abrir los caminos.

La guía del Espíritu

Un joven adulto le hace una pregunta al élder Neil L. Andersen y a su esposa, Kathy, después de que la pareja hablara desde los terrenos del Templo de Washington D.C. el 18 de octubre de 2025. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El élder Andersen también compartió un relato impactante que el presidente Oaks contó años atrás, sobre una experiencia en la que la inspiración del Espíritu literalmente salvó su vida. En un momento de peligro, una impresión del Espíritu Santo le mostró cómo actuar sin causar daño a nadie.

“No vi nada ni escuché nada, pero supe algo. Supe lo que pasaría si actuaba… y entendí que no debía tener la sangre de ese joven sobre mi conciencia”. – Presidente Dallin H. Oaks

Un joven que escuchó esa historia comentó que lo que más le impresiona del presidente Oaks es su constante confianza en la revelación personal, no solo en momentos espirituales, sino en cada aspecto de su vida: como estudiante, como profesional y como líder.

Otra joven agregó que las respuestas más personales que ha recibido han llegado en el templo, ese lugar donde uno se siente verdaderamente “en casa” con el Padre Celestial.

“El profeta y el templo nos llevan a Cristo”

El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se dirigió a los jóvenes adultos desde los terrenos del Templo de Washington D.C. el 18 de octubre de 2025. Sus palabras se compartieron en las Américas el 2 de noviembre de 2025. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Al finalizar, la hermana Andersen compartió un versículo que les recuerda al presidente Oaks:

“Yo, el Señor, lo amo a causa de la integridad de su corazón, y porque él ama lo que es justo ante mí” – Doctrina y Convenios 124:15.

El élder Andersen, quien conoce y ha aprendido del presidente Oaks por más de cincuenta años, testificó de su fe, sabiduría y ejemplo. Y añadió un mensaje para los jóvenes adultos del mundo:

“El profeta y el templo son dos bendiciones poderosas que el Señor nos da para distinguir el bien del mal, entender nuestro propósito en la vida y llegar a ser verdaderos discípulos de Jesucristo.”

En un mundo que cambia constantemente, el profeta y el templo nos ayudan a mantenernos firmes en lo eterno. 

Si los seguimos con fe, no importa cuán confuso parezca el camino: siempre terminaremos más cerca del Salvador.

Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org 

Video relacionado

También te puede interesar