¿Realmente eres un creyente devoto si nunca te han cuestionado la historia del arca de Noé?
Aunque es una pregunta frecuente —y a veces solamente retórica— no vendría mal una (o varias) explicaciones, un poco largas, pero fundamentadas en historia, teología y geología sobre este trascendental acontecimiento de la Biblia.
Dios mandó a Noé a preservar a los animales, ya que también tiene un plan especial para ellos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Una de las grandes interrogantes es que, además de no creer que haya sido posible un diluvio global, tampoco consideran lógico que absolutamente todos los animales hayan podido caber en el arca.
Inclusive, muchos consideran que no existe una explicación para sostener que los canguros, los cuales solamente se encuentran en Australia, hayan podido llegar hasta las lejanas tierras del profeta Noé.
La Tierra: una sola masa continental
Diferentes teorías aseguran que la Tierra era una sola masa continental. Imagen: Freepik
De acuerdo con el Antiguo Testamento, Dios ordenó a Noé que reuniera parejas de cada especie de animales en el arca antes del diluvio para que, al finalizar, tengan que repoblar la Tierra.
Una misión que podría ser mejor considerada una faena si tomamos en cuenta la extensión de todo el planeta.
Ahora bien, gran parte de cristianos compartimos la creencia de que la Tierra era una sola masa continental antes de la división continental mencionada en Génesis 10:25, la cual ocurrió durante la época de Peleg (aproximadamente en el año 2247 a. C.).
La posterior partición de la Tierra pudo facilitar la migración de especies. Imagen: Canva
De esta manera, esta partición puede haber facilitado el movimiento de especies, incluidos los canguros, a sus respectivos hábitats que conocemos al día de hoy.
Desde un punto de vista científico, se cree que los canguros evolucionaron en Australia y forman parte de un grupo de marsupiales que han estado presentes en el continente durante millones de años.
El diluvio, tal como se describe en los textos religiosos, no está respaldado por la ciencia convencional, que sostiene que la Tierra ha sufrido grandes cambios geológicos a lo largo de millones de años.
Gondwana y los escombros
Los canguros son especies exclusivas de Australia. Imagen: National Geographic
La comprensión actual de la migración de los canguros incluye teorías que sugieren que sus antepasados migraron desde Gondwana, un supercontinente que incluía lo que hoy en día es Australia, África, Sudamérica, la Antártida y la India, antes de su fragmentación hace unos 180 millones de años.
Así que no es solamente una discusión para cristianos, ya que existen varias teorías sobre cómo pudieron llegar los canguros a Australia:
- Puentes terrestres: durante la época de niveles bajos del mar, existieron puentes terrestres entre continentes, lo que permitió la migración de animales. Esta teoría está respaldada por registros fósiles que muestran que una variedad de especies de marsupiales alguna vez existieron en áreas que ahora están separadas por océanos.
- Flotación sobre escombros: algunas teorías sugieren que los animales podrían haber flotado sobre escombros o vegetación para llegar a masas de tierra aisladas. Esta idea, aunque especulativa, ilustra los posibles medios de supervivencia y migración de las especies en un entorno posterior a una catástrofe.
- Asistencia divina: desde una perspectiva basada en la fe, se postula que Dios podría haber dirigido a los animales hacia sus hábitats necesarios después del diluvio. Esta creencia se alinea con las enseñanzas de una gran parte de cristianos con respecto a la guía de Dios en el mundo natural.
Dentro del cristianismo, e incluso otras denominaciones religiosas, se enseña que Dios tiene un plan para toda la creación y que está al tanto de las necesidades y los movimientos de todas sus criaturas.
El relato del arca de Noé enfatiza el mandato de Dios de preservar la vida y sugiere que la repoblación de la Tierra era parte de su plan divino, por lo que la llegada de los canguros a Australia se puede entender tanto desde la perspectiva científica como desde la religiosa.
Sin océanos que cruzar
La unión de los continentes, sin océanos que los dividan, facilitó la migración. Créditos: Sebastián Voortman
Una de las interpretaciones más convincentes sobre cómo Noé reunió a los animales es la creencia en la ayuda divina. Según las enseñanzas cristianas, el Señor desempeñó un papel crucial al dirigir a los animales hacia el arca.
Esta intervención divina sugiere que Noé no tuvo que reunir a todas las criaturas por su cuenta, sino que contó con el apoyo de la voluntad de Dios.
Además, la narración bíblica menciona que el diluvio ocurrió antes de que la Tierra se dividiera, lo que significa que los animales no tuvieron que cruzar ningún océano.
Este contexto geográfico, implica que los animales podrían haber viajado hasta el arca sin las barreras que existen en la actualidad, lo que facilitó aun más su reunión.
Todas las especies, no animales
Dios ordenó a Noé que llevara a dos animales por cada especie. Imagen: Shutterstock
Otro aspecto importante de esta historia es la instrucción que recibió Noé con respecto a los animales: en Génesis 6:19-20, Dios le ordenó a Noé que trajera “dos de cada especie de animal” al arca.
Esta frase, “de cada especie”, es crucial para entender la logística del arca. Muchas interpretaciones sugieren que Noé no estaba obligado a traer cada especie individual de animal, sino más bien representantes de cada “especie” o familia de animales.
Esta interpretación reduce notablemente el número de animales que Noé necesitaba alojar. Por ejemplo, en lugar de reunir a todas las razas de perros, Noé solo tendría que llevar dos representantes de la familia canina.
Esta clasificación más amplia permite que quepa una cantidad más manejable de animales en el arca, lo que hace que la tarea sea factible.
Hasta 125 mil criaturas
Las dimensiones del arca de Noé, como se describe en Génesis 6:15, dan una idea de su capacidad. De acuerdo con diferentes registros, se especula que el arca tenía aproximadamente 138 metros de largo, 23 metros de ancho y 14 metros de alto.
Varias estimaciones sugieren que el arca podía albergar miles de animales, dependiendo de cómo interpretamos el tamaño y la clasificación de las criaturas.
Por ejemplo, algunos expertos proponen que el arca podría albergar hasta 125,000 animales si asumimos una estimación conservadora del espacio que requiere cada animal. Este tamaño considerable les proporciona espacio suficiente para ellos, su comida e incluso ambientes para moverse.
Convivencia en el arca
La coexistencia de todas las especies en el arca son un testimonio de los milagros de Dios. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La dinámica del comportamiento de los animales durante el tiempo que pasaron en el arca también ha dado lugar a diversas interpretaciones.
Algunas representaciones modernas, incluidas las del cine y la literatura, sugieren que los animales podrían haber entrado en un estado de letargo o hibernación durante el viaje. Si bien esta idea es especulativa, ofrece una posible explicación de cómo una gama tan diversa de animales pudo coexistir sin conflictos dentro de los confines del arca.
La narración enfatiza la fe y la obediencia de Noé, que se extiende a la manera en que los animales se comportaron bajo la influencia divina. Ya que los animales, al igual que los humanos, son parte de la creación de Dios, y su comportamiento durante este evento milagroso también reflejaría la orquestación de Dios.
¿Realmente había ventanas?
Dios iluminó piedras con Su dedo para que el hermano de Jared tuviese luz al navegar. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La historia del arca de Noé está llena de elementos milagrosos que realzan aun más su importancia. Uno de ellos es el tzohar, que se describe como una ventana en el arca (Génesis 6:16).
Algunas interpretaciones sugieren que no era simplemente una ventana, sino posiblemente una piedra brillante que proporcionaba luz, similar a las piedras brillantes que utilizó el hermano de Jared en el Libro de Mormón.
Estos elementos milagrosos enfatizan la creencia de que Dios estuvo involucrado activamente en la construcción y operación del arca, asegurando que cumpliera su propósito de preservar la vida durante el diluvio.
Las ventanas de los cielos están abiertos incluso en nuestros tiempos actuales. Imagen: Pinterest
La historia del arca de Noé es un testimonio profundo de fe, obediencia y dirección divina. Si comprendemos los principios de la asistencia divina, la clasificación de los animales por especies y el tamaño y las características milagrosas del arca, podremos apreciar cómo Noé pudo cumplir los mandatos de Dios en medio de desafíos aparentemente insuperables.
Al reflexionar sobre estas enseñanzas e interpretaciones, recordamos la relación sagrada que existe entre la humanidad y todas las creaciones de Dios. La historia nos anima a reconocer la importancia de la fe y la confianza en la guía divina, no solo en las narraciones históricas, sino también en nuestras propias vidas.
Fuente: Ask Gramps
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