Pregunta
He sido miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días durante muchos años. Me bauticé cuando era niño. Sin embargo, solo he estado activo en la Iglesia durante los últimos años. ¿Cómo me sostendrá Cristo si no he sido fiel a mis convenios?
Norman
Respuesta
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Norman,
Según entiendo tu pregunta, hay dos puntos que debemos abordar:
(1) Mencionas que has estado inactivo durante muchos años.
(2) Mencionas que ahora estás activo.
Seguramente sabes sobre la expiación de Cristo y el don del arrepentimiento. Si no es así, visita las siguientes páginas:
De todo ello, probablemente comprendas que puedes arrepentirte de tus pecados pasados.
El Señor perdonará tus pecados mediante el arrepentimiento sincero. Espero que esos artículos respondan esa parte de tu pregunta.
La otra parte de tu pregunta se refiere a los convenios. Al bautizarnos hacemos el convenio de obedecer los mandamientos de Dios.
Sin embargo, somos imperfectos, cometemos errores todos los días. Entonces, ¿para qué molestarse? Tú mismo has estado alejado de la Iglesia durante mucho tiempo.
¿Cómo puedes compensar eso? Bueno, veámoslo desde una perspectiva diferente.
(1) Podemos arrepentirnos todos los días y renovar nuestros convenios cada semana cuando participamos de la Santa Cena.
(2) Volver a comprometernos con una meta es la clave para alcanzarla.
Estudios psicológicos demuestran que fracasar en alcanzar un objetivo no es lo mismo que abandonarlo, siempre que sea seguido de un nuevo compromiso.
Con cada nuevo esfuerzo y compromiso, lo hacemos mejor a medida que pasa el tiempo.
“Descubrimos que muchas personas tuvieron resbalones o deslices y pudieron reencaminarse. Aprendieron de sus errores y se dieron cuenta de lo que debían hacer la próxima vez”.
– G. Alan Marlatt, profesor de psicología y director del Centro de Investigación de Conductas Adictivas de la Universidad de Washington.
Ese es un punto de vista psicológico.
Pero, ¿qué es el arrepentimiento aparte de volver a comprometernos con una meta en la que hemos fallado?
La Santa Cena nos ofrece una manera de recordarnos a nosotros mismos que nos estamos volviendo a comprometer con la meta. Mientras estemos comprometidos o nos volvamos a comprometer, Cristo será nuestro compañero de yugo.
Esto es especialmente significativo cuando recordamos la máxima que Heber J. Grant citó:
“Aquello en lo cual perseveramos se vuelve más fácil de realizar, no porque su naturaleza haya cambiado, sino porque nuestra capacidad para realizarlo ha aumentado”.
– (Esta cita se atribuye en ocasiones a Ralph Waldo Emerson)
Naturalmente, entendemos esto cuando se trata de adquirir habilidades seculares. ¿Es tan difícil aplicar esto mismo cuando se trata de adquirir “habilidades espirituales”?
La naturaleza humana no es diferente cuando se trata de habilidades seculares como los deportes o habilidades más elevadas como el arrepentimiento. Practicamos y mejoramos.
De eso se trata precisamente el arrepentimiento y la Santa Cena. Esa mentalidad de renovar nuestros compromisos es lo que el Salvador busca en Su juicio final. Levántate cada vez que te caigas.
Fuente: Ask Gramps