Sin importar nuestra época o cultura, nuestro Padre Celestial siempre se va a preocupar por todos Sus hijos e hijas.
Y una de las formas más maravillosas en las que nos manifiesta Su amor es a través de las leyes divinas, las cuales no solo influyen en nuestro carácter espiritual, sino que también tienen gran impacto en nuestro progreso temporal.
Aunque en las Escrituras no hallamos mucha información sobre las leyes que regían a los antecesores de Moisés, a quien se le revelaron Diez Mandamientos que prevalecen hasta hoy, eso no significa que Dios no brindó una guía divina a sus primeros hijos.
La caridad como base
Dios manifestó principios morales a Abraham. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Antes de que Moisés recibiera los Diez Mandamientos en el monte Sinaí, varias leyes morales y divinas regían el comportamiento humano, producto tanto de la revelación divina como del desarrollo social.
Así, los primeros códigos morales conocidos se remontan a Adán y Abraham. El convenio que hicieron con Adán recalcaba los principios de rectitud, obediencia y la ley del sacrificio. En tanto, Abraham recibió el sacerdocio y le fueron dados mandamientos que incluían la fidelidad y la caridad, como se lee en Abraham 1:1-4.
Estos primeros mandamientos demuestran que el deseo de Dios de que hubiera justicia entre su pueblo no se limitaba a las revelaciones posteriores dadas a Moisés, sino que reflejaban una serie de instrucciones divinas destinadas a guiar a la humanidad hacia una vida ética y una integridad espiritual.
Las experiencias de Adán y Abraham ilustran cómo Dios comunicó Su voluntad a sus siervos escogidos desde el inicio de la humanidad, sentando un precedente para las normas morales que luego se codificarían en los Diez Mandamientos.
El pueblo de Moisés padecía un periodo de transición de la esclavitud a la libertad. Imagen: Bible Journal
Estas normas incluyen varios estatutos y sentencias que rigen la conducta social, la observancia religiosa y la moralidad personal.
Ahora bien, la ley de Moisés —más amplia— también aborda cuestiones civiles y ceremoniales, desde restricciones dietéticas hasta pautas para el culto. Este extenso código legal ilustra el deseo de Dios de que su pueblo viva en armonía entre sí y de acuerdo con su voluntad divina.
La importancia de la Ley de Moisés radica en su función como documento de pacto que definía la identidad y las responsabilidades de los israelitas como pueblo elegido de Dios. Proveía un enfoque estructurado para vivir su fe, enfatizando que la obediencia a los mandamientos divinos es parte integral de una vida fiel.
Adaptación cultural
Dios conoce nuestras necesidades. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Antes de que se dictaran los Diez Mandamientos, varias civilizaciones antiguas tenían sus propios códigos legales que eran paralelos a las enseñanzas morales que se encuentran en la Biblia o que influyeron en ellas.
Uno de los ejemplos más notables es el Código de Hammurabi, que surgió alrededor de 1754 a. C. Este antiguo código babilónico contenía leyes que abordaban la justicia social, los derechos de propiedad y el derecho de familia, y reflejaban temas morales similares a los que luego se articularon en los Diez Mandamientos.
Mientras que muchas leyes antiguas se centraban en la retribución y el orden social, los códigos morales dados a los israelitas se distinguían por su énfasis tanto en la autoridad divina como en la responsabilidad comunitaria.
Esta diferencia subraya la importancia teológica de las leyes de Dios como reflejo de su carácter y de sus intenciones para con su pueblo.
En el Libro de Mormón, Jacob, el hermano de Nefi, las enseñanzas de Jacob, el hermano de Nefi, enfatizan las consecuencias de la desobediencia e ilustran cómo estas leyes se adaptaron a las necesidades culturales y espirituales específicas del pueblo nefita.
Los cielos siguen abiertos, gracias a los profetas. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Los mandamientos de Jacob sirven como recordatorio de que la instrucción divina trasciende el tiempo y la cultura, adaptándose a las circunstancias del pueblo de Dios y manteniendo al mismo tiempo principios éticos fundamentales.
Diversos pasajes de las Escrituras afirman que las leyes morales dadas a la humanidad están diseñadas para guiar a los individuos hacia la rectitud y establecer una sociedad que refleje el carácter de Dios.
Los mandamientos no solo establecían normas para la conducta personal, sino que también formaban la base para el gobierno social y la armonía comunitaria.
Una doctrina que se cumple hasta hoy, gracias a la revelación incesante de los cielos que obtenemos mediante los profetas modernos. Así, la ley de Moisés —como toda guía divina de la antigüedad o actualidad— es un recordatorio del amor y ayuda continúa de nuestro Amoroso Padre hacia Sus hijos e hijas.
Fuente: Ask Gramps
Video relacionado
@masfe.org ¿Alguna vez pensaste en Moisés de esta manera? #moises #biblia #exodo #reflexion #parameditar #analisis #profetas #cristianos #consejocristiano #sud #ejemplo #masfe
