La relación entre los Santos de los Últimos Días con la masonería

masones; masonería

Basta con navegar un poco en Internet para leer sobre esa supuesta conexión.

Aunque, desde los inicios de la restauración de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hace casi 200 años, nuestros templos han sido blanco de comparación con los santuarios masónicos.

Algunos aseguran que el profeta José Smith, quien también perteneció a esta fraternidad, se copió de sus rituales para establecer la ordenanza de la investidura del templo, atacando a ambas instituciones como “sectas” por los simbolismos que comparten.

¿Cuál es la realidad? Primero, entendamos quiénes son los masones y por qué también existen tantos rumores negativos sobre ellos.

Una organización fraternal

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Esta fraternidad se halla en todo el mundo. Créditos: Marcial Guillén, EFE

Tal como a los Santos de los Últimos Días, se les señala como una secta. Y tal como en nuestro caso, no es cierto. 

Ese rumor empezó realmente cuando los judíos empezaron a unirse a la organización, lo que desató mucho antisemitismo y culminó con Hitler afirmando que los masones eran todos judíos, buscando desmantelar los templos masónicos en Alemania, según distintos estudios.

Sencillamente, los masones son una organización fraternal. Fue liderada por un grupo de empresarios que querían promover obras de caridad, como los Hospitales Shriners, que están dirigidos y financiados por la orden masónica.

¿Y cómo es que escalaron hacia rituales secretos?

Convengamos que la idea de tener rituales secretos fue utilizada por todo tipo de organizaciones —tanto buenas como malas— a lo largo de la historia. Los masones son solo otra institución que se une a la tradición.

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La escuadra es un símbolo de los masones. Créditos: Raquel Clausi Rochina, Cordon Press

Originalmente, la orden masónica era un grupo de albañiles que estaban muy orgullosos de su oficio. Por eso, establecieron un gremio para garantizar la calidad de su trabajo, creando distintos niveles (aprendiz, oficial, maestro), donde aprendías un “apretón de manos secreto” al llegar al superior.

Ese apretón de manos se practicaba con el maestro albañil de la nueva ciudad, lo que les permitía saber lo bueno que eras en el oficio. Así, con el tiempo, estos gremios se volvieron tan famosos que tenían un nivel de poder político.

En la actualidad, el gremio masónico no está compuesto únicamente por albañiles, sino por una variedad de empresarios exitosos que quieren hacer el bien a través de las bendiciones que han recibido de Dios. 

El único requisito religioso de todos los masones es que crean en alguna forma de un Ser Supremo y sean activos en su religión, sea cual sea. El objetivo de la masonería es hacer que los malos sean buenos; los buenos, mejores y los mejores, aun mejores. Una gran mayoría de ellos son cristianos en todo Estados Unidos.

¿De dónde heredan sus rituales?

masones; masónico

Los masones son conocidos por sus distintos simbolismos. Créditos: Regis Duvignau, Reuters

Tras explorar efímeramente su historia, la pregunta sobre sus rituales (y su semejanza con los de la investidura) se mantiene: ¿de dónde sacaron sus apretones de manos y su indumentaria ritualística? 

Si vas a su sitio web nacional, te dirán que no lo saben. Consideran que sus tradiciones tienen al menos 1,000 años de antigüedad, pero no tienen ningún registro escrito que indique exactamente dónde ni cómo comenzaron.

Una teoría común entre los masones es que lo obtuvieron de los faraones egipcios y que Abraham o José (de Egipto) se lo robaron. 

En el caso de los Santos de los Últimos Días, creemos que es lo contrario. En el Libro de Abraham, leemos:

“Siendo, pues, Faraón de ese linaje que le impedía poseer el derecho del sacerdocio, aun cuando los Faraones de buena gana lo habrían reclamado de Noé, por el linaje de Cam, resultó que mi padre fue descarriado por su idolatría” (Abraham 1:27).

En otras palabras, los primeros faraones eran hombres justos de la Tierra que querían imitar la verdadera fe, lo que incluía imitar las ordenanzas del templo. Pero como no podía funcionar con revelación a través de un profeta verdadero, era una religión corrupta.

salón de instrucción del templo

Salón de investidura del Templo de Roma, Italia. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Esta lección nos enseña que —incluso en la antigüedad— era imposible mantener en secreto los asuntos sagrados. Tal como lo hacían en la antigüedad, había ciertas personas que buscaban distintos medios para revelar temas privados (como hoy en día con personas malintencionadas que graban las ordenanzas del templo).

Creemos que el Faraón robó la ceremonia de la verdadera fe del Señor. Pero los masones dicen que Abraham se la robó a los faraones y que finalmente se convirtió en la base de la religión judía. 

¿Cuál de las dos versiones es la verdadera? Tenemos Escrituras que dicen que estamos en lo cierto. Tienen una historia de origen perdida en la historia.

Así que no es que hayamos robado las ordenanzas de los masones en los tiempos modernos (ni ellos a nosotros), sino que el material original fue copiado en la antigüedad y continuó por caminos paralelos.

Los símbolos del compás y la escuadra son muy antiguos. Los judíos de la antigüedad los tenían. Los egipcios los tenían. Ahora nosotros (y los masones) los tenemos. Y tanto los masones como los Santos de los Últimos Días han sido difamados por ello. 

Pero ninguno de nosotros robó los símbolos del otro. Los heredamos a través de líneas independientes y, especialmente, de nuestra gran conexión: el Señor.

Fuente: Ask Gramps

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