¿Está el Velo del Olvido, que se colocó sobre nosotros cuando nacimos, sobre aquellos que han fallecido y están en el Mundo de los Espíritus?
Yo supongo que se retirará después de la resurrección, pero ¿qué pasa antes de eso? ¿Los que han muerto pueden recordar su vida preterranal o es que acaso eso sucederá después de la resurrección?
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Respuesta
Si bien la palabra “velo” tiene muchos usos en lo que respecta al evangelio, solo nos centraremos en la cuarta definición de la Iglesia de Jesucristo:
“Es un estado de olvido, producido por Dios, mediante el cual quedan borrados los recuerdos de la existencia preterrenal”.
En lo que respecta a las eternidades, el velo del olvido es solo una medida temporal y tiene un propósito específico. El velo está y fue colocado sobre todos los seres que pasan a la vida terrenal.
En su discurso titulado “El autodominio”, el presidente Russell M. Nelson expresó:
“A pesar de que a tu espíritu se le colocó por delante un velo de olvido en el momento de nacer en este mundo, retuvo la capacidad de recordar todo lo que le sucede…”
Una vez que el velo del olvido haya cumplido su propósito, éste ya no será necesario y, en consecuencia, será retirado. En octubre de 1980, el élder Neal A. Maxwell declaró:
“Definimos el velo como la frontera entre la vida terrenal y la eternidad; el velo es también como una capa protectora del olvido que cubre los recuerdos de experiencias anteriores.
Este velo del olvido será retirado un día, y ese día veremos para la eternidad, en lugar de ‘[ver] por espejo, oscuramente’ (1 Cor. 13:12)”.
El élder LeGrand Richards, en el libro “Una obra maravillosa y un prodigio”, compartió:
“En última instancia, el velo de la oscuridad, o el olvido, que nos priva del recuerdo de nuestra existencia en el mundo espiritual antes de que se creara esta tierra y de los conocidos que teníamos aquí será retirado. Entonces, veremos como se nos ve y sabremos como se nos conoce y como se nos conocía antes de la vida terrenal”.
Entendemos entonces que el velo del olvido fue originalmente “colocado” sobre nosotros y sabemos que en algún momento será “retirado”.
Personalmente, aprecio el uso de las palabras “colocado” y “retirado”. Estas dos palabras traen a mi mente escenas de la Santa Cena preparada y administrada por el Sacerdocio.
Pienso en el esfuerzo cuidadoso y reverente que se hace para bajar suavemente y “colocar” la tela sacramental sobre el pan y el agua cada semana, cubriéndolos de esa manera durante las oraciones sacramentales.
Luego me imagino al sacerdocio “levantando” lenta y gradualmente la tela de la Santa Cena para revelar el pan y el agua.
A diferencia de un interruptor de luz, que funciona simplemente para encender y apagar la luz, cuando el velo del olvido finalmente se levanta, se realizará lenta y gradualmente con el tiempo, no todo a la vez como un interruptor que se cambia repentinamente de apagado a encendido.
En un devocional de 1995 en Ricks College, Daniel H. Ludlow, ex director del Departamento de Correlación de la Iglesia, compartió sus pensamientos con respecto a la velocidad con la que se levantará el velo, diciendo:
“Algunos en la Iglesia han concluido erróneamente que de alguna manera ese velo se retira automáticamente al momento de la muerte física; y que en el momento de la muerte física, automáticamente recordamos todo lo que sucedió en nuestra existencia preterrenal, así como todo lo que sucedió en la primera parte de nuestro segundo estado aquí en la tierra. El hecho es que las Escrituras y los profetas no han enseñado eso”.
Con el mismo pensamiento, en la pagina oficial de la Iglesia leemos en el manual “Introducción a la historia familiar” la afirmación del élder Neal A. Maxwell:
“El velo del olvido del primer estado al parecer no será quitado repentinamente, de forma automática y total en el momento de nuestra muerte temporal”.
Ahora sabemos:
1. Cuando se colocó el velo del olvido
2. Que será retirado en algún momento
3. Que cuando se retire, no será de manera repentina, automática o total
Ahora nos quedamos con la pregunta principal, “¿cuándo” se retirará el velo del olvido?
Primero pasaremos a la película “El hombre y su búsqueda de la felicidad”, producida por la Iglesia y aprobada por la Primera Presidencia, escrita y narrada por el apóstol Richard L. Evans.
En la edición de 1986, se habla de ir al mundo de los espíritus (9 min):
“Después de morir, a pesar de que el cuerpo físico descansa debajo de la tierra, usted, osea su espíritu, por ser eterno, continúa viviendo. Su recuerdo de esta vida permanecerá con usted y en su debido momento se le restaurará el conocimiento de su vida anterior al nacimiento.
Como salir de un cuarto oscuro y entrar en un lugar iluminado, por medio de la muerte entrará en un lugar donde despertará y allí encontrará a sus seres queridos aguardándole para darle la bienvenida.
En compañía de ellos, allí usted esperará la llegada de la resurrección, osea el momento en que vuelven a unirse el espíritu y su cuerpo. Allí procederá hacia las ilimitadas oportunidades de la vida eterna”.
Ahora leeremos lo que faltaba de la cita anterior del élder Maxwell:
“El velo del olvido del primer estado al parecer no será quitado repentinamente, de forma automática y total en el momento de nuestra muerte temporal.
Este velo, una condición de todo nuestro segundo estado, está asociado y es parte de nuestro tiempo mortal de desafíos y pruebas y de superación por fe, y como consecuencia continuará, en ciertos aspectos clave, en el mundo de los espíritus…
Por lo tanto, si no es en este lado del velo, será en el mundo espiritual por venir, que el Evangelio será predicado a todos, incluyendo a todos los transgresores, rebeldes y los que rechazan a los profetas, junto con todos esos miles de millones de personas que murieron sin el conocimiento del Evangelio”.
Si bien es posible que no sepamos los detalles exactos, podemos apreciar el valor del velo en nuestro progreso eterno y que permanecerá con nosotros hasta que ese propósito se haya cumplido para cada uno de nosotros.
Fuente: askgramps.org