¿La Navidad es racista?
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se enfrentó a esa pregunta el mes pasado durante su participación en la Cámara de los Comunes en la que los legisladores criticaron un polémico documento sobre la intolerancia religiosa de la Comisión Canadiense de Derechos Humanos.
El documento, con fecha del 23 de octubre, cuestiona el reconocimiento por parte de Canadá de la Navidad y la Pascua como fiestas oficiales, señalando que “son las únicas fiestas oficiales canadienses vinculadas a días sagrados religiosos”.
El documento afirma que:
“En consecuencia, las personas que no son cristianas tendrán que solicitar adaptaciones especiales para guardar sus días sagrados y otras épocas del año en las que su religión les obligue a no trabajar”.
El documento de debate relaciona el apoyo del Estado a la Navidad y la Semana Santa con sus pasados ataques a la espiritualidad indígena, argumentando que las comunidades indígenas “siguen enfrentándose al racismo y a la intolerancia para con sus prácticas espirituales hasta el día de hoy”
Aunque la Navidad solo se menciona una vez en el documento, que aborda los motivos por los que la intolerancia religiosa es un problema y cómo combatirla, la única referencia fue suficiente para provocar la respuesta de los legisladores canadienses.
Según The Christian Post, Trudeau dijo que “obviamente, la Navidad no es racista”, y que la pregunta fue “totalmente ridícula”. Opinión similar a la aprobación por unanimidad de la moción realizada por la Cámara de los Comunes la cual condenaba el comentario del documento sobre la Navidad.
Global News señaló que esta moción pedía que “se denunciara todos los intentos de polarizar acontecimientos que han formado parte del patrimonio de Quebec y Canadá durante generaciones”, además, invitó a los pobladores que se acerquen a la Navidad.
En medio de la polémica, la Comisión Canadiense de Derechos Humanos intentó aclarar el comentario del documento de debate sobre la Navidad, señalando que su objetivo no era criticar el reconocimiento estatal de la Navidad, sino, por el contrario, fomentar el apoyo a quienes celebran fiestas no cristianas.
En Estados Unidos, los empleadores, miembros de los consejos escolares y otros pueden utilizar datos para justificar sus elecciones de vacaciones.
Pew Research Center informó en 2017 que el 90% de los estadounidenses celebra la Navidad y que un número creciente de estos adultos piensa en ella como una celebración cultural y no religiosa.
Aun así, algunas empresas y escuelas de Estados Unidos están empezando a realizar cambios con la esperanza de brindar diferentes días festivos libres.
Algunas escuelas han añadido días libres adicionales para las principales festividades judías o musulmanas, o han creado normas estandarizadas de reprogramación para los casos en que un día de examen entra en conflicto con una costumbre religiosa.
Estos cambios no están libres de polémica, pero parecen positivas en el sentido de que es bueno intentar cosas nuevas con la esperanza de crear un entorno más inclusivo.
*Imagen de portada de Getty Images
Fuente: Deseret News