La preocupación y el pesimismo han formado parte de mis pensamientos desde hace mucho tiempo y se han intensificado con las noticias de guerras, desastres naturales y diferencias políticas.
Quiero ser un ejemplo de gratitud en mi hogar, pero admito que no siempre es sencillo lograrlo cuando todo parece ir mal.
La gratitud tal vez no solucione los problemas del mundo, pero puede ayudarnos a sentirnos más tranquilos y a aferrarnos a una perspectiva celestial a medida que vivimos los desafíos de esta vida terrenal.
En su curso titulado “Criar hijos agradecidos y emocionalmente inteligentes”, https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg Johnson, consejera profesional, profesora adjunta de Brigham Young University y madre de seis hijos, compartió 4 formas de cultivar más gratitud en nuestros hogares.
1. Enfocarnos en el valor de la gratitud
Sin importar nuestra situación, mostrar gratitud por nuestros privilegios es una receta espiritual única, de acción rápida y duradera. Imagen: Canva
Cuando nos enfocamos en lo valioso que es ser agradecidos, según https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg, “damos de nuestra energía”. Esto significa que debemos mostrar gratitud incluso cuando no es fácil o la situación no se acomoda a ese tipo de sentimientos.
https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg nos recuerda que en noviembre de 2020, el presidente Russell M. Nelson pidió a todas las personas en el mundo que se enfocaran en la gratitud durante los tiempos difíciles y la incertidumbre provocados por la pandemia de COVID-19. Él expresó:
“Sin importar nuestra situación, mostrar gratitud por nuestros privilegios es una receta espiritual única, de acción rápida y duradera”.
Enfocarnos en el valor de la gratitud también es sanador. Estudios señalan que “expresar gratitud se asocia con una serie de beneficios mentales y físicos”. Además, puede mejorar el sueño, el estado de ánimo y la inmunidad.
Podemos trabajar en nuestros hogares para enfocarnos en el valor de la gratitud cuando la situación no es tan sencilla, como ver lo bueno cuando el tráfico nos hace llegar tarde a pesar de que salimos a tiempo, o cuando una enfermedad nos aleja de nuestras rutinas diarias.
El valor de la gratitud no se puede medir como el dinero o las cosas materiales, pero proporciona una recompensa duradera para nuestro bienestar.
2. Darle el crédito a algo más grande
El poder de la gratitud está disponible para las personas religiosas como las que no lo son. Imagen: Canva
https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg explica que una persona no necesita ser religiosa para buscar algo más grande que sí mismo para estar agradecidos, sino que puede expresar gratitud a la naturaleza, al viento o a cualquier persona a su alrededor.
A pesar de que normalmente damos las gracias por cosas que nos hacen sentir cómodos o nos inspiran, también podemos hacerlo por la capacidad que tenemos para terminar una tarea o aprender una nueva habilidad.
https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg reconoció a sus padres como “algo más grande” y está agradecida por las oportunidades que le dieron para desarrollar habilidades y destrezas que le son de ayuda hoy en día, y así es como le agradece al Padre Celestial por ello.
3. Crear hábitos diarios de gratitud
Cuando desarrollamos hábitos de gratitud, nuestra vida se verá llena de paz. Imagen: Canva
Nuestros “cerebros están diseñados para resolver problemas en lugar de agradecer”.
Para que la gratitud haga una diferencia en nuestras vidas, necesitamos trabajar conscientemente en ello porque no será lo que venga primero a nuestras mentes de manera automática. Cada vez que sube al auto, https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg dice tres cosas por las que está agradecida.
Tener un diario de gratitud personal y familiar generará consecuencias positivas a corto y largo plazo. Imagen: Canva
Estas prácticas nos pueden brindar más paz y podríamos tener más paz incluso si agradecemos cuando nos ponemos los zapatos o ponemos pasta de dientes en nuestro cepillo.
https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg también sugiere crear un diario familiar de agradecimiento en el que cada día cada persona de la familia escriba una cosa por la que esté agradecida.
Esto podría ser un objeto, una persona, una experiencia, algo en la naturaleza o algo de las Escrituras, cualquier cosa que inspire gratitud o tenga significado en un momento en particular.
4. Reemplazar la comparación por la alegría
La gratitud, en realidad, aleja la comparación. Imagen: Canva
¿Cómo recuperamos nuestra alegría después de haberla perdido por compararnos con los demás? Expresando gratitud. https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg comparte:
“La gratitud, en realidad, aleja la comparación”.
Suena demasiado simple que la gratitud pueda ser el antídoto, pero, por práctica personal, sé que funciona.
Para mí, la alegría que siento por medio de la gratitud es una paz que se irradia en mi corazón de una forma que nunca había sentido. Como el presidente Nelson enseñó:
“El gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y tiene todo que ver con el enfoque de nuestra vida”.
Ustedes no son invisibles para su Padre Celestial. Él los ama. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
¿Qué podemos hacer cuando la sociedad y las redes sociales a menudo nos recuerdan las innumerables formas de compararnos con los demás? Bueno, la gratitud y la alegría son los mejores amigos.
Para hacer esto, debemos ser más conscientes y construir una rutina de gratitud, de lo contrario, será fácil que la comparación se introduzca en nuestros pensamientos y nos robe la alegría.
La forma más efectiva de superar la comparación es enfocarnos en nuestra identidad divina. El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos recuerda que:
“No importa dónde vivan, no importan sus humildes circunstancias, cuán precario sea su empleo, cuán limitadas sean sus habilidades, cuán común sea su apariencia o cuán pequeño parezca ser su llamamiento en la Iglesia, ustedes no son invisibles para su Padre Celestial. Él los ama”.
¿Por dónde empezar?
Comienza paso a paso. Imagen: Canva
Al comenzar nuestra práctica diaria de agradecimiento personal y familiar intentemos ser específicos con las cosas por las que estamos agradecidos.
Por ejemplo, en lugar de decir: “Estoy agradecido por los árboles”, digamos algo como: “Estoy agradecido por el árbol en el jardín de afuera porque la forma en la que suenan las hojas cuando sopla el viento me ayuda a sentirme tranquilo”.
Si vuelves a agradecer por una cosa o una persona, añade un detalle que haga que la expresión de gratitud sea única en ese día. Implementar estos cuatro hábitos de gratitud a la vez sería ideal, pero no sería realista.
En su lugar, de forma individual y como familia, escoge una de estas 4 ideas en la que se puedan enfocar para construir una práctica de agradecimiento de tal manera que sea posible implementar los 4 con el tiempo.
Fuente: LDS Living
